lunes, 15 de mayo de 2006

Había una vez un barquito chiquitito...

No sé quien es el autor, sólo sé que lo ví y fue amor a primera vista.
La comercial del hotel hablaba de no sé que y yo sólo tenía ojos para mi barquito.
Y como no podía llevármelo debajo del brazo (iba a haber tenido un problema a la hora de facturarlo), tuve que conformarme con una foto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Que casualidad, tampoco sé de quien es el barquito chiquitito, pero yo lo he aprovechado para viajar a mis anchas por la red, si tienes un momento podrías visitar este artículo:
http://www.unjubilado.info/2006/05/12/navegando/ tu con tus pinturas, yo con mis imágenes ambos hemos utilizado el mismo barco.
Saludos

Silvia dijo...

Jubilado, me ha encantado tu artículo. Tengo muchísimas ganas de aprender a navegar y me has picado un poquito más.

Dianora, genial el cambio de look de tu web. Y sí, la canción es pegadiza, como todas las canciones infantiles.

Besitos

Turulato dijo...

"Me lo expliquen"; ¿web?.
"Endispués". "Elo"..., me gustaría cerrar los ojos y que me "cuentes" el cuadro.
Imagínate... No veo bien; me llevas del brazo. Soy ya viejo y estoy "apagado".
Siento que te paras.., tu cuerpo se ha tensado.. Algo te ha atraido.
Levanto ligeramente el rostro hacia tí, pero no distingo..
Has debido notar mi atención. Tu cuerpo desciende.., me doy cuenta de que te sientas y me acomodo a tu lado.
¿Qué pasará?. Soy débil y siento algo de temor.
Siento que tu mente está muy lejos. De pronto, oigo tu voz....

Silvia dijo...

Turu, ¿recuerdas esa canción infantil que decía “Había una vez un barquito chiquitito…”? Pues yo acabo de encontrar el mío.

¿No lo ves? Espera que limpio mis gafas y te las presto. ¿Ya?

Si te fijas, no es gran cosa. Tiene alguna vía de agua en el casco; la pintura está descascarillada, no le funciona el GPS y ha estado a la deriva un tiempo, pero aguanta como un jabato. Vuelve a navegar y apuesto a que va a lograr llegar a su destino.

¿Ves al marinero asegurando el aparejo? Sí, esa manchita oscura junto a una de las chimeneas. Está ‘acojonao’ con lo que se les avecina y es que el rugir del mar le ha metido un poco de miedo en el cuerpo. Son un poco escandalosas estas olas...

Quieren ‘cargarse’ al barquito y el estruendo que montan al hacerlo... No es una cuestión personal, sólo que nuestro 'amigo' es un obstáculo en su camino de unirse nuevamente con el cielo.
¿No oyes eso? Sí, entre envite y envite de las olas, hay unos segundos de calma. Es el ‘ruido’ de su derrota, cada vez que se estrellan contra el casco del barco y éste permanece en pie. Mira, como las gotas se dispersan por la superficie del barco y se deslizan intentando unirse nuevamente.

Y el olor… No, no es el de la playa en la que estamos. Creo que es distinto, huele a alta mar. Trae aromas de libertad y de soledad.

¿Sabes? Me voy a quedar aquí un ratito viendo al barco ‘pelear’ y cuando llegue a puerto, preguntaré si necesitan a una grumete a bordo.

Un abrazo

Turulato dijo...

Primero, me importa "un pito tu ego" -tú me entiendes- por lo que puedo decir ¡Ole!. Esta es la chica valiente que consigue que visitarla sea un placer.
Segundo, te falta palabra, habilidad dialéctica, pero, amiga mía, te sobra calor en el corazón. Sientes. Felicidades.
Tercero, estoy sorprendido. Mi comentario sobre la intención hubiese sido muy, muy parecido, y es raro que dos miradas coincidan.

Silvia dijo...

Turu, yo no diría que soy valiente. Sólo pediste algo que estaba en mi mano hacer de buenos modos y lo hice.
Antes se me daban mejor las palabras y peor los sentimientos. Me quedo con el cambio.
Y respecto al tercer punto, no sé que decirte :-)