Últimamente, no padezco de insomnio. Al menos, no del habitual, que hacía que me despejara completamente en cuánto apoyaba la cabeza en la almohada y que provocaba que durmiera entre cuatro y seis horas escasas (y eran más frecuentes las cuatro horas que las seis).
Ahora duermo entre siete y ocho horas diarias, aunque no ininterrumpidamente. Y es que tengo sueño con intermedios.
Hay noches que me despierto sobresaltada porque he tenido alguna pesadilla o algún sueño extraño.
Otras, porque estoy tiritando de frío a pesar de estar completamente tapada o porque al rato, me despierto achicharrada de calor, con la ropa de la cama tirada en el suelo.
Y otras, como hace tres noches...
Lo último que recuerdo antes de despertarme es que estaba en un bar, sentada en un taburete alto. No sé con quien, pero charlaba con alguien. Y me entraba un enorme ataque de risa. Tanto, que me caía del taburete y me quedaba encogida en el suelo, con los brazos rodeando mi tripa mientras reía a carcajadas y las lágrimas surcaban mis mejillas.
Abro los ojos y me encuentro a mi padre mirándome, despeinado y con cara de sueño. En ese momento, soy consciente de que estoy sobre la cama, encogida, con las brazos rodeando mi tripa, lágrimas surcando mis mejillas, riéndome a carcajadas y boqueando en busca de aire entre carcajada y carcajada. Estaba riéndome en sueños y le desperté.
Llevo tres días intentando recordar que es lo que me causó tanta risa. Y por más que estrujo mis meninges, no lo recuerdo. Y estaría genial, para ver si podría vivirlo en la realidad. Porque me hace falta un buen ataque de carcajadas.
Solo por ayudar... ¿No te contaría alguien cierta anécdota en un gimnasio?
ResponderEliminarA mi eso me pasa ,ucho...y por mas que te estrujas los sesos...no recuerdas que estabas soñando.
ResponderEliminarLa solución: tómate un colacao y vete al sobre, a ver si vuelves a soñarlo.
Un abrazo
Joder, yo por ver la cara de tu padre....
ResponderEliminarYo no tengo la conciencia de haberme reído en sueños jamás... ¡Que le vamos a hacer!
ResponderEliminarEso te pasa por soñar con Leocadio Oña y Navalmoral de la Mata.
ResponderEliminarTuru, mala baba nos gastamos, ¿eh? Menos mal que me lo tomo a chufla.
ResponderEliminarPoledra, nada, que no logro acordarme y me fastidia. Porque no sólo el motivo de la risa, sino saber quien era el otro protagonista del sueño, me tienen intrigada.
Sommer, mi padre tenía cara de sueño y de susto, porque no sabía que me pasaba. Cuando vió que me estaba riendo, musitó algo que no acerté a oír y se volvió a la cama.
Luis, a lo mejor es que te reíste bajito y no te acuerdas.
Oshi, ahora toca más risas con los comentarios sobre el bueno de Leocadio y compañía.
Besos a todos