lunes, 11 de febrero de 2013

Haremos caso a Matutano....

Y siga buscando. Como en las bolsas de patatas o gusanitos.
Qué decepción cuando no pillabas un premio, que en mi caso era siempre. Yo no pillaba un premio ni por casualidad. Llegabas a un punto en el que los gusanitos o las patatas no importaban, era sólo ver si a ti alguna vez te tocaba el premio. Pero va a ser que no...

Un nuevo intento de relación que se queda en eso. En intento.
En estas situaciones, me viene siempre a la mente una canción de Camilo Sesto que reza "siempre me voy a enamorar, de quien de mí no se enamora". Creo que debería hacerme mirar esa fijación por determinado tipo de hombres, a ver si es que me boicoteo yo solita.
No, no estoy enamorada aunque podría haberme enamorado. Ilusionada, pues sí. Encariñada, pues también. Pero no hay nada tan eficaz para quitar la ilusión y el encariñamiento que cucharadas de amarga realidad. Mejor que las leches vengan cuanto antes...

Si el japonés me deja, que no parece muy por la labor, el duelo será breve, que tengo exámenes. Saldrán todas las inseguridades de golpe, me machacaré un rato para hundirme más si cabe, me sentiré la cosa más mierda de este planeta y luego saldré a flote. Jodida pero "contenta". Como siempre.

¡Qué cansancio de existencia en este aspecto!

Al final va a ser cierto eso que me dijeron hace años que a mí no me iba a tocar volver a enamorarme...