domingo, 25 de mayo de 2008

El caso de la mujer asesinadita


Es una comedia emocionante porque los protagonistas se amaban, pero no podían ser felices hasta no morir...
Es una comedia de intriga porque hay en ella una gran pasión de fuerzas telepáticas y un dulce y pequeño asesinato...
Es una comedia poética porque, mientras nieva en la calle, los protagonistas juegan con floreros que contienen tulipanes y tocan la zambomba con ternura...
Es una comedia escrita con sarcasmo y amargura, en la cual el humor, lo disparatado y lo poético son sólo el ropaje.


Esta "advertencia", firmada por el propio Mihura y por Álvaro de Laiglesia, aparece en la primera edición de la obra "El caso de la mujer asesinadita", obra que he tenido la inmensa suerte de disfrutar hoy en el teatro.

Había visto un reportaje en Telemadrid y me dije "A ver si voy a verla", pero con todo el jaleo del trabajo y de los exámenes, lo dejé un poco en el aire.
Hasta que esta semana, alguien que me conoce (y al que parece que caigo bien), me llamó para decirme que tenía un par de entraditas de regalo para ir al teatro.
Cuando me dijo la obra que era, casi me pongo a dar botes en la oficina. Así que después de una sesión de estudio en la biblioteca, me dispuse, junto a una amiga, a desconectar durante cerca de dos horas (que se me hicieron cortísimas).

Me he reído hasta que se me han saltado las lágrimas, las carcajadas se han convertido en sonrisas más suaves y se me ha escapado alguna lagrimita (cómo me pasa con otras obras de Mihura a las que siempre encuentro un puntito tierno) y he acabado con las manos coloradas y los brazos agotados de tanto aplaudir. Personalmente, me ha gustado muchísimo Isabel Ordaz ("La hierbas" de Aquí no hay quien viva) en el papel de Mercedes, la protagonista. Y algo que me ha encantado es la música, casi toda de Cole Porter, que en algunos momentos era otro protagonista más.

La representan hasta el día 8 de junio (si no amplían) en el teatro Fernando Fernán Gómez (el teatro del Centro de la Villa de toda la vida) y si tenéis oportunidad, se pasa un rato muy divertido en compañía de personajes tan peculiares y tan tiernos.

Yo os dejo aquí una de las canciones que salen en la obra (mi versión es la interpretada por Ella Fitzgerald y Louis Armstrong) Cheek to cheek, que es una de mis canciones favoritas y que, para mí, tiene un significado muy especial.



lunes, 19 de mayo de 2008

San Isidro

Este fin de semana han terminado las fiestas de San Isidro, junto a la Paloma, las fiestas más castizas de Madrid y de mis favoritas.
La pradera, la verbena, las actividades culturales, el ambiente por los barrios más castizos, las Vistillas, la gula...

Y yo sin poder disfrutarlas como me gustan. Entre el trabajo, los estudios (hoy hice mi primer examen), la lluvia y una lesión que tengo, parecía que se torcían los planes.

Pero bueno, me acerqué por la pradera y me dí un garbeíllo. Y es que con estas dos chulapas, que a mí me parecen de las más guapas de Madrid, hay que ir y presumir.



El año que viene ya me han dicho que yo también tengo que ir vestida como ellas. Ya veremos...

sábado, 17 de mayo de 2008

Panem et circenses

El paro subió en casi 38.000 personas en abril.

La economía europea crece una media de un 0,7% el primer trimestre del 2.008. Media a la que no llegamos.

La Comisión Nacional de Energía habla de que habría que subir la luz entre un 7 y un 11%.

ETA ha demostrado que vuelve a estar operativa para matar.
Sus cómplices siguen en las instituciones y se permiten el lujo de decir que el Gobierno español ampara la tortura a presos.

Pero claro, lo que "preocupa" es que una juez de Toledo ha desestimado las medidas cautelares pedidas por Telma Ortiz. O el último expulsado de Operación Triunfo.

miércoles, 14 de mayo de 2008

"Un combate de boxeo"

- Queridos espectadores, bienvenidos al combate por el título de su casa de A ver por dónde sales, adulta entre las campeonas, Las cabritillas locas, Ainhoa y Aroa y la eterna aspirante al título, su tía Silvia. Yo soy Nick Serenity y este es mi compañero Johnny Oz y juntos les transmitiremos el combate. Johnny, buenas noches y bienvenido. ¿Qué te parece el combate estelar de la velada?

- Hola Nick, buenas noches. Promete ser un gran combate. No habíamos presenciado un combate así desde ese combate en 1975 por el campeonato mundial de los pesos pesados entre Ali y Frazier. O sin remontarnos más lejos, al combate por el título ¿Por qué me preguntáis estas cosas a mí y no a vuestros padres? entre la aspirante y la luchadora Torpedo Itziar.

- Sí, Nick, todos recordamos ese combate. Cuando parecía que la aspirante se alzaba con el título, Torpedo le lanzó aquel gancho de ¿Qué es Dios? ¿Me lo explicas? que dió con los huesos de la aspirante en la lona. Aunque últimamente, hemos de decir que la cintura de Silvia ha mejorado un poco.
En los últimos combates con las campeonas, las fuerzas han estado igualadas. Las cabritillas locas, jóvenes y de golpe rápido acosaban con su velocidad a la tía, que lograba zafarse sorprendentemente bien. Incomprensiblemente para el público, la aspirante acababa arrojando siempre la toalla y retorciéndose, no sabemos si de dolor o de risa, en medio del cuadrilátero.

- Sí, Johnny. Esta es una nueva oportunidad de que la eterna aspirante al título, Silvia, venza a las cabritillas locas. El combate está a punto de empezar, hagan sus apuestas.

En la esquiiiinaaa de la derecha, con un peso combinado de 28 kilos y con calzón rosita (no, que ahora el rosita no es nuestro favo, que es el verde y el morado). Perdón, con calzón verde y morado, las actuales campeonas de su casa...¡¡¡Las cabritillas locas!!!: Aiiiiiinhoooooooaaaaaa y Aroooooaaaaa.

Y en la esquina izquierda, con un peso que no confesará jamás ni bajo la peor de las torturas, con vaquero oscuro y camiseta roja, su tííiííaaaaa, Siiiiiilviaaaaaa.

Riiiiiiiing

- Johnny, ha dado comienzo el primer asalto. Las cabritillas locas hacen un primer movimiento que enseguida es neutralizado por su tía con un golpe "¿Me ayudáis a hacer la cena?" que desequilibra a las campeonas. El combate parece muy igualado con movimientos ágiles por parte de todos los contrincantes.
- Sí, Nick, está siendo un inicio ágil de la contienda. Pero mira, las cabritillas se preparan para dar el golpe, ¿Por qué han pegado a la señora de la tele?. La tía intenta explicarle que los que lo han hecho los malos, pero es díficil. Y es que le está resultando extremadamente complicado zafarse de los golpes y explicar a unas niñas de 4 y 3 años, los alzamientos del Dos de Mayo y la Guerra de la Independencia.
- Sí, Johnny, vemos los serios apuros por los que está pasando la aspirante.

Riiiiing
- Nick, la aspirante ha tenido suerte y la campana le ha salvado, aunque ha perdido el asalto a los puntos. Veamos que nos depara el segundo asalto.

Riiiiiiiing
- Las cabritillas locas salen veloces de su esquina y comienzan a acosar a la aspirante con una serie de directos certeros que ésta parece encajar bien con la técnica de "Vamos a desayunar y ver a Pocoyó". No parece pesarle el castigo del anterior asalto y el cansancio y se zafa bien de un gancho de izquierdas "¿Por qué hay que trabajar? ¿Y para qué hace falta el dinero y la gente no regala las cosas?". Parece que el combate está igualado hasta que se acerca el "intercambio de golpes" conocido como "la hora de la siesta". La tía ataca poniendo cara de pena y con un certero "Tengo que descansar un poco para hacer los deberes del cole" que las campeonas esquivan con un "Hazlos ahora y duerme luego". La aspirante cambia de táctica y convence a las campeonas de las ventajas de la siesta, pero la cabritilla Ainhoa trae un cuento para que se lo lea. Aroa ataca con otro cuento y como la aspirante no entra en ese juego, comienzan el ataque "Aquí no te duermes hasta que no te hayamos contado los cuentos". Vemos que la aspirante está contra las cuerdas.
- Dios mío, Johnny, ¿qué está pasando? La cabritilla Aroa se lanza sobre la aspirante y le hace un gugu. El árbitro debería sancionarle por esta técnica ilegal. Alguien debería detener esto Johnny.
- Sí, Nick. Ante las risas de la aspirante y la pasividad del árbitro, las cabritillas locas empiezan con un ataque claramente ilegal de cosquillas. Todo el público puede contemplar como la aspirante se retuerce en la cama, bajo el peso de las dos cabritillas y con lágrimas cayéndole por las mejillas.
- Johnny, mucho nos tememos que la aspirante tendrá que volver a intentar el asalto al título en otra ocasión...



Hay que ver lo que se me va la olla si combino la falta de sueño, el estrés y algunos medicamentos...

domingo, 11 de mayo de 2008

¡Acabé!

Hace una semana, más o menos a esta hora, abría la web de la UNED para comprobar unas dudas de informática, una de las asignaturas que tengo este cuatrimestre.

Abrí la web de la práctica de la asignatura y ¡¡horror!!. ¿pero no tenía que entregar la práctica el 12 de junio? ¿Quién ha cambiado un 6 por un 5? ¡¡Bellacos!!
Tiene que haber un error...De error nada. Me pregunto dónde estaría yo el día que en Barrio Sésamo explicaron la diferencia entre un 6 y un 5.

Así que, corre que te corre, a planificar una práctica que ni siquiera había empezado. Crea textos, recopila fotos, piensa en colores (que los he cambiado tres veces), aprende algo más de html...

Todo iba sobre ruedas hasta que me enfrenté al menú desplegable. Ya cumplía el requisito mínimo de hacer un formulario, pero el menú era para ponerlo bonito y quería que funcionara. ¡Puñetera cabezonería!

Lo intenté con html. Verdes las han segado. Vale, pues entonces pura lógica. Si seleccionas "x" entonces "y". Bien, ¿y cómo le hago entender a este trasto esa lógica?
Pensé en mis conocimientos prehistóricos de basic, de cuando tenía mi Amstrad 464 y hacía un programita que dibujaba circunferencias (y jugaba al juego de baloncesto de Fernando Martín). Nada, las neuronas murieron con el paso de los años.
Una amiga me pasa un script para que haga lo que yo quiero y me suena a arameo. Demasiado complicado. Además, quiero hacerlo yo sola. Y entender lo que hago.
Solución: Curso de javascript "para tontos". Con una simple orden, logro que haga lo que quiero. ¡¡Viva!!

La verdad es que, aunque hubo momentos de hastío, he disfrutado mucho. Hasta me he inventado mi propia casa rural: El lobito. Hace un momento terminé todas las pruebas y parece que funciona.
Mañana lo enviaré por correo y a seguir estudiando para el examen, que es bastante complicadillo.

Porque sigo sin verle la utilidad a eso de saber que unos científicos en la India están desarrollando un chip molecular para vender viajes a Benidorm.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Rutina

Llega a casa poco más que arrastrando los pies por el cansancio. Saluda a la familia, que ve la televisión en el salón y se dirige a su dormitorio.

Se quita los tacones y los deja tirados en un rincón. Saca un móvil del bolso y lo revisa. Agotado, como ella. Lo enchufa a la corriente para que recupere energías.

Se desviste poco a poco, con gesto cansado, dejando la ropa sobre la cama que la invita, seductora, a que se eche sobre ella. Resiste a la tentación y se dirige al baño.

Los pocos metros que separan su habitación del cuarto de baño le han parecido una marathon. Contempla su imagen en el espejo mientras se desmaquilla y se quita las lentillas. La piel apagada, pero ni rastro de ojeras a pesar de lo poco que duerme en los últimos tiempos. Empieza a hacer muecas ante el espejo, intentando despejarse un poco. Esfuerzo inútil, pues está demasiado cansada para reírse.

El agua tibia la revitaliza. Si la apuran, podría quedarse dormida de pie mientras el agua cae por su espalda y los músculos se desentumecen. Cambia el chorro de la ducha, poniéndole más presión. Es una sensación molesta, como si cientos de agujas se clavaran en sus cervicales, pero sabe que eso le alivia hasta que pueda ir al masajista.

Al salir de la ducha, se envuelve en el albornoz. Con la mano, limpia el vaho que se ha formado en el espejo. Ahora su aspecto es algo mejor y se sonríe mientras se desenreda el pelo.

Coge la ropa sucia de la habitación y la lleva a la lavadora, en la cocina.

"No andes descalza que mañana te va a doler la garganta"

Sabe que tienen razón, pero en ese momento le duelen más los pies y el frío del suelo la relaja. Ya se preocupará por el dolor de garganta cuando llegue.

Coge una botella de agua y en un trago largo e ininterrumpido, apura su contenido. Recuerda que unas horas atrás, llegó a la oficina muerta de sed y calor, pero tenía cosas que hacer y se le olvidó. Como también se le olvidó el hambre, algo que sus tripas se encargan ahora de recordarle.

Abre la puerta de la nevera, buscando algo rápido que prepararse, pero nada le seduce. Y lo que le seduce, requiere un tiempo de preparación que no piensa invertir. Coge el brick de leche y una manzana.

No bebas a morro. Coge un vaso.

Sonríe. Toda una vida con la misma cantinela. ¿Pero qué más dará si es ella la única que bebe leche en casa?.

Coloca los zapatos que había dejado tirados y se prepara la ropa para el día siguiente. La cama sigue llamándola con insistencia mientras se come la manzana y revisa el correo del día. Lo de siempre. Propaganda, facturas y cartas del banco. Con la ilusión que le haría recibir algún día una carta de un ser querido. Aunque eso ya no se estile y se manden e-mails.

Resiste nuevamente la tentación de tumbarse en la cama y regresa al baño a lavarse los dientes. Con el ruido del cepillo eléctrico de fondo, piensa en las cosas que tiene que hacer y en lo poco que le apetece.

Se sienta frente al ordenador. Lee los e-mails mientras descarga un programa que le hace falta. Comienza a revisar apuntes y a darle a la tecla. Esfuerzo baldío, pues está demasiado cansada como para concentrarse y que le rinda el trabajo.

Pone el despertador, apaga la luz, deja el albornoz sobre una silla y se deja caer en la cama. Casi sin darse cuenta, se deja atrapar por los brazos de Morfeo.

Mucho antes de que suene el despertador, aún de noche, se despierta. Ahora está despejada y parece que le cunde el trabajo, finalizando un par de horas después, lo que tenía que haber terminado la noche anterior.

Sabe que no puede regresar a la cama, pues si cae dormida, no la despertará ni un bombardeo para ir a trabajar. Y tampoco se va a poner a leer apuntes, pues quiere desconectar un poco antes de que sus neuronas se autoinmolen.

Abre la página de su blog. Comienza a escribir...

sábado, 3 de mayo de 2008

Para el "recreo"

La bodeguera se está metiendo buenos tutes a estudiar y para cuando se tome un descanso, aquí tiene estos vídeos que sé que le gustan.





viernes, 2 de mayo de 2008

A oscuras

Ella esperaba de pie, junto a la cama. Completamente a oscuras.
Oyó abrirse la puerta y aguzó el oído. Podía escuchar unos pasos sobre la tarima, firmes, acercándose a ella, pero no estaba segura de que fuera él. ¿Y si era un extraño? La idea entrañaba su morbo, pero quizás otra noche.

Aquí – dijo en voz baja, extendiendo el brazo hacia el sonido de los pasos.

El aire a su alrededor se llenó de un perfume familiar y ella abrió las aletas de su nariz para impregnarse bien de él.

Su mano chocó contra el cuerpo del hombre, rozando la tela de su camisa. Sintió como la mano de él atrapaba la suya, acariciándola, dibujando arabescos sobre la piel desnuda del brazo, que comenzaba a erizarse. Unos dedos, indecisos, subían por su cuello y le acariciaban el pelo, haciéndole cosquillas detrás de las orejas. Le oyó aspirar el olor de su pelo y aunque no podía verle, sabía que sonreía.

Mientras, ella, comenzaba a desabrochar los botones de la camisa y el pantalón, que se deslizaron hacia el suelo. Las yemas de sus dedos rozaban despacio la piel del hombre, jugando con el vello que cubría su pecho. Sus labios, inquietos, seguían el camino que segundos antes habían marcado sus dedos.

Siguió descubriendo los rasgos de su amante en la oscuridad. Notó en el mentón la aspereza de la sombra de barba al final de la jornada. Esquivó a propósito los labios, siguiendo el recorrido por las mejillas. Sus orejas. Las arrugas de la frente, que se relajaban cuando él dormía, sin preocupaciones. Recorrió con mimo la cicatriz de una de sus cejas, que según le había contado, era resultado de una pedrada cuando era niño. Los párpados, suaves, tras los que se ocultaban esos ojos en los que ahora no se podía perder. Bajó por la nariz para dibujar el contorno de los labios, mientras él besaba las yemas de sus dedos. Despacio, intentaba memorizar con sus dedos lo que sus ojos conocían tan bien.

Unos brazos fuertes la capturaron en un abrazo, atrayéndola hacia sí, buscando sus labios para enredarse en un beso. Cayeron juntos en la cama, él sobre ella, atrapándola bajo su peso mientras se besaban y seguían explorándose con la yema de sus dedos.

A oscuras, sin percepción del tiempo ni prisas, estuvieron amándose piel a piel, sudor con sudor. Sin palabras, el silencio sólo era roto por algún suspiro que se caía de sus labios o por alguna risa cómplice.

La primera luz del amanecer se filtró por un resquicio de la persiana, sorprendiendo a los dos amantes que, abrazados, dormían plácidamente.