miércoles, 31 de mayo de 2006

El ataque de las perchas asesinas

- ¡Socorroooo! ¡¡Necesito ayuda!! - gritó la Power Ranger Rosa, atrapado por una de las malévolas perchas blancas.
Spawn, un héroe un tanto atípico, pero todo un caballero, corrió en su auxilio, pero las perchas blancas le derrotaron fácilmente. Eran más y más fuertes y todo parecía perdido para los héroes.
Pero entonces llegó él, el Power Ranger Negro con su espada. Y a base de tajos, logró liberar a sus amigos y entre todos arrinconaron a las perchas, que se refugiaron en la bolsa de la compra.


Y mientras todo esto sucedía, una agente de viajes observaba de reojo, intentando vanamente concentrarse en su trabajo. Y una sonrisa se dibujó en sus labios al ver como el 'general', un niño de apenas 6 años, hacía que en esa ocasión, ganaran los buenos.

Divagación

Cuando ví esta tarde este artículo de Turulato, me quedé pensando 'esa cara (la del perro) me suena'. Siempre que tengo esa sensación de familiaridad, no para hasta recordar porque me resulta familiar. Pueden pasar horas hasta que se me encienda la bombilla y salte en voz alta 'ya lo tengo'. Esta noche me pasó mientras cenaba, ante la mirada sorprendida de mi propia perra. Se me encendió la bombilla y en mi mente, tenía claramente dibujado el cuadro en cuestión, pero leñe...no recordaba el nombre. Así que nueva sesión de estruje de meninges hasta que lo recordé.

Al continuar leyendo a Turulato (caballero, no sabes lo que estoy aprendiendo de tí) y ver como poco a poco va desvelando el misterio, me he dado cuenta de lo equivocada que estaba cada vez que miraba ese cuadro.
Porque en vez de ver a una pareja de recién casados, yo veía a un matrimonio ya asentado, con la mujer en estado de buena esperanza, supongo que por los ropajes abultados y esa mano apoyada suavemente sobre el vientre (como si estuviera protegiendo al niño no nato).

Y al darme cuenta de eso, he pensado en cuántas más cosas me habré engañado por ignorar el contexto. ¿Qué porcentaje de lo que he visto no estará influido por mis prejuicios o experiencias? ¿Y qué imagen, libro o sonido hay fiable? Quizás todo haya pasado por el filtro selectivo de mis neuronas... Y las personas a las que he conocido, ¿las he visto realmente o he 'visto' lo que yo quería ver?

Divagando sobre todo esto, recordé una conversación con un amigo hace años, en la que uno de los dos dijo "quizás tú sólo seas un producto de mi mente enfermiza...". Viendo la relación que mantenemos ahora ambos, me apena el reconocer que había algo de razón. No fue nuestra mente enfermiza, sino nuestra visión deformada.

domingo, 28 de mayo de 2006

Sábado

Y se preguntarán ustedes, ¿qué narices hace una persona decente a las 08.28 (hora de inicio de este artículo) de la mañana de un domingo escribiendo en el blog? Pues aparte de contar su vida, hacer tiempo porque a las 10 ha quedado con una amiga.

Y como la que suscribe acaba de llegar a su casa después de toda la noche de juerga y sabe que si se va a la cama ahora, no la despierta ni un bombardeo para llegar a su cita, pues héme aquí.

Ayer fue el almuerzo de trabajo que iba a suponer la 'tortura' para Panorámix. Los dos estábamos de guardia en nuestras respectivas oficinas e íbamos a llegar tarde, pero previsora de mí, dije a una amiga que reservara una mesa para los coleguitas y que dejara un hueco para Panorámix. Tontorrón, ¿tú crees que yo te iba a torturar así? Eso es una niñería y si pienso un poco, seguro que encuentro formas más divertidas.

El almuerzo ha estado genial, porque nos hemos juntado el grupo más majo (y uno de los más juerguistas) dentro de la asociación a la que pertenecen nuestras agencias de viajes.
Panorámix y yo creo que nos llevamos la palma en cuánto a fama de juerguistas (pero que conste, a la hora de trabajar, ambos nos lo tomamos muy en serio). Como dijo Mónica, una de las presentes, "Si en Fuerteventura no hay nada para salir, ¿cómo narices os acostabáis los últimos?". Comentario que ha supuesto que la mujer de Panorámix me haya echado la bronca por pervertir a su marido y llevármelo de jarana.
(¿Qué pasa? ¿Qué soy yo la pervertidora? ¿No me pueden líar a mí? ¡Protesto!)

Después del almuerzo y de unos orujitos de hierbas (el druida y yo brindamos a vuestra salud, Dia y Turu), bajamos dando un paseo hasta el teatro dónde íbamos a ver Fama.
¿Qué opinión me merece la obra? No tiene un argumento claro, pero no está mal, aunque me gustaron más 'Hoy no me puedo levantar' o 'Mamma Mía'. Eso sí, es infinitamente mejor que 'Víctor o Victoria'. El número del claqué me encantó y el número final también está genial. Al final, acabamos los del público aplaudiendo y bailando (yo, para no varíar, acabé muerta de la risa. UnaNada, ¿recuerdas cierta conversación en Ferrol acerca de ballet? Yo me acordé muchísimo viendo Fama y al público).
Panorámix, no te escandalices por los comentarios que ha hecho el público femenino sobre el bailarín que hacía de Tyrone. Son algo perfectamente normal porque ¿tú has visto que musculatura? Si era como ver una escultura de Michelangelo. Genial para aprender los músculos del cuerpo porque se le notaban todos.
Pero no te preocupes, que sabes que varias de las presentes hemos reconocido que para verlo pase, pero para achuchar, nos gustan los hombres más 'blanditos'. Que tanta 'tableta de chocolate' no tiene que ser cómoda para apoyar la cabeza.

Después del teatro, el druida se ha ido a ejercer de padre de familia y yo, me he ido a las fiestas de San Fernando de Henares con una amiga. Allí me he dado cuenta de que estoy mayor para ciertas cosas.

Primero, hemos hecho botellón y reconozco que no me gusta (aunque me ha salido barato, porque en toda la noche sólo he pagado el billete de tren de vuelta).
Yo soy más de baretos o de estar en casa de alguien, en plan tranqui y no en un parque, rodeada de cerdos que dejan todo tirado y a los que te dan ganas de cruzarles la cara. Además, en el botellón, casi siempre acabas llena de mierda porque algún patoso te tira bebida sobre la ropa. ¿Y los 'yogurines'?
Pero si por su aspecto, había algunos críos de los que yo podría ser su madre. Se me ha acercado uno a pedirme tabaco y le he contestado algo así como 'vete antes de que te arree una colleja' (prueba evidente de que me estoy haciendo mayor a pasos agigantados y que no he perdido mi bordería). ¿Y las gilipolleces que hacían? Juro por lo más sagrado que a su edad, yo no he hecho tantas estupideces. Y eso que yo tuve unos años un tanto chungos...

En fin, que después del botellón, yo me moría de ganas de ir a un bar tradicional...pero no. Hemos ido a una especie de discoteca móvil con nuestros minis (por más que lo intentaba, no lograba desprenderme de uno de Ballantines con coca cola, que siempre regresaba a mí) y allí me lo he pasado bien con tanto bailoteo. Tanto es así, que mi amiga y su chico se han ido a eso de las cuatro de la madrugada y yo he seguido de jarana. No si al final la fama de juerguista va a ser merecida y todo...

viernes, 26 de mayo de 2006

Cara de buena

Cierto druida estuvo toda la tarde de ayer picándome para que publicara una foto mía y que comprobara por 'votación popular' si tengo cara de buena o no.

Panoramix, como ves si los hay y en vez de una foto, dos (pruebas evidentes de como se estropean las personas con el paso de los años...)

Yo he cumplido mi parte del trato y mañana voy a disfrutar del almuerzo de trabajo más divertido que he tenido en toda mi vida cuando tú cumplas con tu parte.



jueves, 25 de mayo de 2006

Cyrano de Bergerac



Anoche estaba rendida, pero cometí el error de encender la televisión antes de irme a la cama y allí estaba él. Y claro, me tuve que rendir a sus encantos...

Pues bien, ese es mi vicio.
Me gusta provocar, adoro ese suplicio...

-
Si pudieras dejar esa costumbre aciaga, la fortuna y la gloria...

¿Y qué quieres que haga?
¿Buscarme un protector? ¿Un amo tal vez?
Y como hiedra oscura que sube la pared, medrando sibilina y con adulación. ¿Cambiar de camisa para obtener posición?
¡No, gracias!
¿Dedicar, si viene al caso, versos a los banqueros?
¿Convertirme en payaso?
¿Adular con vileza los cuernos de un cabestro por temor a que me lance un gesto siniestro?
¡No, gracias!

¿Desayunar cada día un sapo?
¿Tener el vientre panzón? ¿Un papo
que me llegue a las rodillas con dolencias pestilentes de tanto hacer reverencias?
¡No, gracias!

¿Adular el talento de los camelos?
¿Vivir atemorizado por infames libelos
y repetir sin tregua: «Señores, soy un loro, quiero ver mi nombre escrito en letras de oro!»?
¡No, gracias!

¿Sentir terror a los anatemas?
¿Preferir las calumnias a los poemas?
¿Coleccionar medallas? ¿Urdir falacias?
¡No, gracias!
¡No, gracias!
¡No, gracias!...

Pero cantar... Soñar... Reír... Vivir... Estar solo...
Ser libre, tener el ojo avizor, la voz que vibre, ponerme por sombrero el universo, por un sí o por un no.
Batirme, o hacer un verso...
Despreciar con valor la gloria y la fortuna, viajar con la imaginación ¡a la luna!. Sólo al que vale reconocer los méritos, no pagar jamás por favores pretéritos, Renunciar para siempre a cadenas y protocolos.
Posiblemente no volar muy alto
Pero solo...

lunes, 22 de mayo de 2006

Irreductibles



He venido de Fuerteventura con las pilas cargadas a pesar del cansancio. El fin de semana se puede resumir en ver hoteles, muchos kilómetros en 'guagua', ir a "mata caballo" a todas partes para aprovechar cada segundo libre y escaparme a la playa, muchas risas y poco dormir.
El sábado estaba tan cansada en la cena, que levantar el tenedor era un esfuerzo monumental y pasé de cenar. Pero nos fuimos a tomar una copa al bar del hotel, quien dice una, dice dos...y a las 3 de la madrugada estábamos un grupo de cuatro irreductibles cerrando un pub cercano al hotel.

Juro por lo más sagrado que me iba a ir a la cama como una buena chica pero esta vez la culpa la tuvo el viento. (¿Quién se ha dejado la puerta abierta en esa isla que hay tanta corriente?) No lograba conciliar el sueño por el ruido y lo único que hacía era dar vueltas en la cama y levantarme constantemente. Como me daba apuro molestar a mi compañera de habitación y visto que no iba a dormir, me vestí y salí para darme un garbeo por la playa.

Y al salir de la habitación, me encontré con mi irreductible que volvía de comprar tabaco y que se apuntó a la excursión a la playa. Así que trincamos la botella de cava que tenía fría en el minibar y nos improvisamos un pic-nic en medio de un vendaval y bajo las estrellas. Eso sí, a los diez minutos de estar comiendo arena de la playa, cambiamos de escenario y nos trasladamos a las hamacas junto a una de las piscinas, a hablar de nuestras cosillas mientras nos bebíamos el cava.

Nos conocemos desde hace muchos años. Coincidimos por primera vez en un viaje a Palma de Mallorca y congeniamos enseguida. La segunda noche de ese viaje acabamos solos en la playa de Magalluf, hablando de lo divino y lo humano en compañía de un tal Jack Daniels y un tal Marlboro y teniendo que desmentir al día siguiente los rumores de rollete entre nosotros.

Yo dejé de frecuentar la amistad de ese Marlboro hace casi seis años (aunque de vez en cuando lo echo de menos), los otros acompañantes van cambiando, pero él y yo permanecemos irreductibles como la aldea gala de Ásterix. Él es Panorámix: sabio y que prepara unos cócteles maravillosos que dan más marcha que la poción mágica...`También están de vez en cuando Edadedpiedrix (Goyo) y Falbala (Arancha) pero esta vez no vinieron.

Ha habido más noches, más playas y más desmentidos (a mí me da igual lo que la gente piense, pero él está casado), en las que hemos compartido risas, silencios y lágrimas y de viaje en viaje, hemos ido forjando una buena amistad.

Cuando nos vemos en el aeropuerto, sabemos que en ese viaje, sacaremos la marmita y tendremos una noche en la playa en la que celebraremos nuestra fiesta particular como la de los galos del cómic.

Mmm, ahora que lo pienso, necesitamos un Asuracentúrix amoradazado al que colgar de un árbol...

Voto

En el vuelo de ida a Fuerteventura, iba leyendo tres de los periódicos de mayor tirada: ABC, El Mundo y El País. (Mi profesora de Historia de 1º de BUP siempre decía que teníamos que contrastar diversas fuentes para formarnos una opinión). Hecho lo cuál, llegué a dos conclusiones: la clase política cada vez me da más asco y en las últimas elecciones, tiré mi voto a la basura con mi decisión.

Lo primero fue reafirmar un sentimiento que tengo desde hace tiempo y lo segundo, es algo que me fastidia bastante, porque para mí votar es algo que siempre me tomé muy en serio.

Considero una obligación de todo ciudadano comprometerse con su país y la sociedad en la que vive y el voto es una forma de compromiso, con la que se puede encauzar el destino de esa sociedad (Suena un poco ingenuo, ¿verdad? Pues es que para algunas cosas sigo siendo muy inocente...).

Mis colegas de la facultad y yo teníamos una norma: si no votabas en las elecciones, no podías participar en discusiones sobre política. ¿Qué te sentaban mal las obras del ayuntamiento y no habías votado en las municipales? Pues a cerrar el pico y ni se te ocurriera criticar al alcalde, porque hasta los que votaban a la 'oposición' (que tenían derecho a criticar) te podían comer. El que no votaba, sabía que durante 4 años, le tocaba una dieta de 'ajo y agua' y en las próximas elecciones, ya sabía lo que tenía que hacer si quería dejar la dieta.

Cuando decidí que iba a votar al PSOE en las últimas elecciones, lo hice porque vivía en esa parte de España que no 'iba bien' y pensaba que un cambio no vendría mal
(antes de que alguno lo piense, mi decisión no tuvo nada que ver con el 11-M).
Lo reconozco, metí la pata hasta el fondo. Tras más de dos años, sigo viviendo en esa España (será que como no me dieron el piso, no pude mudarme) y encima, se me cae la cara de vergüenza al ver lo que están haciendo con ciertos temas (Bolivia, el Estatut, la 'memoria histórica', la educación, las ¿negociaciones? con ETA...).

Sé que es sólo un voto insignificante, pero me siento como si hubiera contribuido a crear un monstruo. Así que cuando discuto con algunos amigos 'peperos' me toca agachar las orejas y ponerme colorada como un tomate.

Lo positivo de todo esto: un amigo mío es feliz. Lleva años intentando convencerme para que vote al PP y cuando el otro día le reconocí que seguramente votara a Gallardón para alcalde el año que viene, se le iluminó la cara con una enorme sonrisa.

jueves, 18 de mayo de 2006

Va con el mundillo...

En unas horas, tengo que estar en el aeropuerto para ir de viaje a Fuerteventura. Cuando lo comentaba con algunos clientes con los que tengo confianza y con unas amigas, todos decían lo mismo. ¡Qué suerte! Te vas a la playa otra vez

Sí, pero no. Seguramente me lo pase estupendamente, ya que tengo la facilidad de pasármelo bien en casi cualquier sitio, pero voy en viaje de trabajo. A ver un hotel tras otro y en los ratos perdidos, corre que te corre a la playa.
Parece poco estresante, ¿verdad? No lo es mucho, pero si pienso que los fines de semana son los únicos días que tengo ahora para descansar y dedicarme tiempo a mí misma y a los míos (familia y amigos)... Y necesito descansar porque ahora tengo jornadas de unas 10-12 horas diarias...eso sin contar almuerzos de trabajo y demás actos sociales.

Y es que esto es lo que tiene mi mundillo. Mucho estrés concentrado en una época concreta (yo lo llevo bastante bien, que es casi media vida en esto), sueldos no muy altos y que nos gustan las fiestas "más que a un tonto un lápiz". En estas épocas, casi todas las noches hay fiesta con copas gratis, supongo que para desconectemos un poquito.

Hoy, en uno de esos almuerzos de trabajo (me encantó el Real Café del Bernabeu, se come bien y las vistas del campo son geniales) me pasó algo curioso. En un principio, pensé que habían sido imaginaciones mías, pero una amiga que estaba presente me dijo que no.

Un señor (por llamarle algo) de otra agencia, al saludarme y darme los dos besos de cortesía, me dijo "Hueles muy bien". Yo no le dí mucha importancia, hasta que me lo repitió tres veces. Y cada vez que hablaba, se me acercaba demasiado y venga a apoyar su mano en mi brazo. Yo intentaba apartarme lo más posible sin ser brusca, porque quizás lo estaba malentendiendo. Pero no, estaba intentado ligar conmigo. Cosa que no habría tenido la menor importancia, si su mujer no hubiera estado a tres metros escasos. Y es que esa es otra de las facetas que menos me gustan de mi mundillo.

Hace no mucho, un conductor con el que coincidí en mis tiempos de guía me dijo, que las infidelidades "van con el mundillo". Yo no sé si será porque es el sector que conozco, pero he visto un montón comparando con lo que me dicen mis amigos de otros sectores. Hay mucha más gente que es 'normal', pero es que yo debo de coincidir con los más golfos.

En mi primer 'fam trip', pillé a mi compañera de habitación (con novio) en plena faena con uno de los chicos del viaje (casado); cuando trabajé de guía también por primera vez, sé que salvo uno, el resto de mis compañeros, se liaron con alguien (todos estaban casados); la que yo pensaba que era la mujer de un conocido, es su amante desde hace 25 años y bueno, tengo una conocida que no sé como su novio no sé da con las puertas cuando pasa.

Lo más desagradable es cuanto tú, que sabes de los escarceos, tienes que estar con la persona engañada. ¿Con qué cara le miras? Una parte de tí, quiere decírselo, pero claro, ¿quién eres tú para meterte en su vida? A lo mejor consiente...
¿Y los hijos? Hay muchos que se dedican a esto como sus padres y es muy desagradable, coincidir con alguien que sabes que ha sido un 'lío' de uno de tus progenitores.

Afortunadamente, creo que las cosas van cambiando. O quizás es que yo me estoy haciendo mayor y ya no me junto con tanto golfo...

miércoles, 17 de mayo de 2006

Día tonto

La banda sonora de mi día de hoy...


Powered by Castpost
Día tonto - Pastora

lunes, 15 de mayo de 2006

Había una vez un barquito chiquitito...

No sé quien es el autor, sólo sé que lo ví y fue amor a primera vista.
La comercial del hotel hablaba de no sé que y yo sólo tenía ojos para mi barquito.
Y como no podía llevármelo debajo del brazo (iba a haber tenido un problema a la hora de facturarlo), tuve que conformarme con una foto.

Boda sorpresa


¡¡Me han casado!! Y bueno, como ya está el divorcio exprés, me he separado de mi cónyuge y he vuelto a casa de mis padres. Y en tal sólo un fin de semana . Todo ha sucedido en un 'fam trip' que he realizado a Gran Canaria este fin de semana (habrá artículo de mi 'luna de miel'). No hubo una bonita ceremonia, ni vestidos blancos y todo fue muy frío y carente de romanticismo...

Ana, una chica a la que conocía, y yo, pedimos al llegar al hotel que nos pusieran en la misma habitación. Al regresar a recepción para realizar el "check-in", el recepcionista nos entrega dos llaves y nos dice Señoras Nieto, su habitación ya esta preparada.

Las dos nos miramos, pero como el recepcionista no era muy avispado, no le dimos mayor importancia. Pero cuando nos acercamos al ascensor, el delegado comercial de la cadena propietaria del hotel, comienza a charlar con nosotras.

Genial que hayáis venido este fin de semana. Porque es el fin de semana del Orgullo Gay. Esta noche actúa Boy George en el Heaven y mañana es la cabalgata...blablabla .

Mientras subíamos en el ascensor, lo comentamos y nos reímos con el malentendido. Y al llegar a la habitación y encontrarnos con dos camas individuales unidas y la tele, dando un mensaje de bienvenida a las Señoras Nieto, nos entró un ataque de risa. La verdad es que empezamos a hacer coñas con el tema tipo "Jo, no nos han puesto la botellita de champagne ni los pétalos de rosa por todo el suelo".

AL bajar a la playa, se lo dijimos a Marco y Miguel (a los que también confundieron con una pareja de gays cuando íbamos por la playa) y hemos estado todo el fin de semana de coñeo: contándoselo al resto del grupo; bromeando en la cena del viernes con los dolores de cabeza y si había o no tema; llamándonos cariño; de risas el sábado, en los bares de ambiente del centro comercial Yumbo...

Hoy en el aeropuerto, al entregar mi pasaporte para poder acceder al avión, Ana ha hecho un comentario del tipo "Mírala, ella que se había traído el pasaporte para una luna de miel sorpresa por ahí lejos y le traigo a una luna de miel de fin de semana a Gran Canaria"
Y yo he contestado algo así como "si es que no hay romanticismo, pero que sepas que pido el divorcio en cuanto lleguemos a Madrid". El empleado de la compañía aeréa, que en teoría estaba a otra cosa, no dejaba de prestar buena atención a nuestra conversación y se le escapó alguna mirada escandalizada.

En fin, la experiencia del matrimonio gay no me ha gustado. Así que, visto que me siguen gustando mucho los hombres y que vuelvo a ser libre (mmm, no hemos hablado del aspecto económico jejeje), creo que tendré que buscar a un buen chico con el que probar el matrimonio convencional.

jueves, 11 de mayo de 2006

Bandera



Acabo de llegar a casa tras una cena-presentación de los productos de una mayorista.
Cambia el menú y la marca comercial, pero el discurso es siempre igual. Ahora es la época de esta clase de eventos y tengo uno casi a diario. Yo no sé si es porque llevo ya tiempo en esto y estoy cansada de tanta tontería (y de tanta diva, que hay muchas en mi profesión), pero procuro escaquearme y mando a mi señor padre siempre que mando. Además, tanto evento social no es bueno para mantener una dieta.

Bueno, que me disipo, que no es esto de lo que quería hablar. Hoy en mi mesa, estaba un chico al que conozco desde hace tiempo. Ha participado en un programa de televisión y tuvo que ir a plató (el plató estaba en el País Vasco) a grabar. Tras pasar por audio, se remangó la camisa para no mancharse y la presentadora se acercó a él, un tanto histérica, gritándole "¿Qué haces? ¡¡Quítate eso!!".
El 'eso' es una pulsera con la bandera española. Yo le he preguntado que hizo y contestó que quitársela. No sé que cara habré puesto, pero me ha mirado y me ha preguntado qué que habría hecho yo.
"Pues no quitármela. No veo que ofensivo puede ser llevar una bandera española en un programa que se emite en todo el territorio español. Y me da igual que se grabe en el País Vasco. Como si se graba en Albacete... Y si me obligaran a quitármela, me daría media vuelta y me iría"

¿Por qué he de ocultarme por ser española y sentirme orgullosa de serlo? (a pesar de los miles de fallos que tiene este país nuestro)¿Es un delito?
Estoy muy 'pez' en leyes, pero creo que no, ¿no?.

¿Y por qué tengo que permitir que alguien me llame fascista por llevar una bandera de mi país? Hace poco, alguien me lo llamó porque llevo un llavero con la bandera de España y cuando le contesté con una bordería, me dijo "Ves, eres unas facha". No, gilipollas, es que si me insultas me cabreo.
Parece ser que si no opinas como la mayoría, eres un fascista. Pues si por mantener una serie de opiniones y creencias lo soy, no me lo tomaré como una ofensa y que me apunten en la lista.

lunes, 8 de mayo de 2006

Un luchador

Yo pienso en mis abuelos todos los días, pero hoy, por dos motivos distintos, me he acordado especialmente de mi abuelo Manuel.

El primer motivo que me ha hecho pensar en él, ha sido este estupendo artículo de Caboblanco sobre las deudas que contraemos a lo largo de nuestra existencia.

Mi abuelo era un gran hombre. Guapo (no es porque fuera mi abuelo, es que lo era), honesto, inteligente, cariñoso (aunque no empalagoso), noble y tremendamente paciente...sobre todo con la 'puñetera' de su nieta mayor (moi!) que siempre estaba zascandileando a su alrededor y poniéndole la 'cabeza como un bombo' con sus trastadas y preguntas.
Tendría poco más de 5 años y había hecho una de las mías y mientras estaba convaleciente, me dijo algo por primera vez (lo repitió más veces a lo largo de los años). Algo que el artículo me recordó.
"Silvia, nunca dejes una deuda sin pagar, un favor sin devolver y una afrenta sin contestar"
Siempre he procurado que esa máxima sea una de las que rigen mi vida (otra es 'no hagas a los demás, lo que no te gusta que te hagan'), aunque en ocasiones no lo logré. He sido demasiado orgullosa y me ha podido la soberbia...aunque suelo recapacitar (a veces algo tarde) y entonces me toca tragarme mis palabras (menos mal que no engordan...).

La otra cosa que me recordó a mi abuelo, fue un debate que tenían esta mañana en Onda Cero acerca de la eutanasia y del derecho a una muerte digna. Habló una persona que tenía un pariente en fase terminal de un cáncer y que quería que le ayudaran a morir sin tanto sufrimiento. Yo deseé lo mismo que esa persona con mi abuelo Manuel.

Una de las cosas que no he mencionado de él es que era tremendamente vital y un luchador. Antes de que yo naciera, se tuvo que jubilar anticipadamente porque estaba gravemente enfermo de silicosis. Pero en vez de quedarse tumbado en una cama, tosiendo y quejándose, se lió la manta a la cabeza y comenzó a andar por el campo que había frente a su casa. Poco a poco se fue encontrando mejor y cuando yo era una niña, él andaba una media de 20 kilómetros diarios. Ah, y seguía fumando sus celtas sin boquilla (a escondidas de mi abuela, claro). Vicio que tuvo hasta que le diagnosticaron el cáncer que lo mató.

Fue una agonía muy dolorosa que le duró meses hasta que falleció. Nunca se quejaba delante nuestro, aunque más de una vez le sorprendí derrotado cuando él no se daba cuenta de que miraba. Sólo una vez, dijo que quería morir. Sabía que se acercaba el final (murió a las pocas horas) y lo había aceptado.

Pero yo no lo había aceptado. Cuando yo le oí decir eso, fue un mazazo muy fuerte. Porque él siempre fue un luchador y sabía que se había rendido. Me sentía impotente, como si presenciara su combate desde la barrera y le fueran a dar el "coup de grâce", sin que yo pudiera evitarlo. Y por otra parte, deseaba que alguien le ayudara a morir, para que dejara de sufrir porque se me partía el alma el verle así.

Ha pasado media vida desde que murió y a veces me preguntó si yo hubiera sido adulta, ¿habria sido capaz de ayudarle a morir?. Y sigo sintiéndome dividida como cuando tenía 14 años. Es una pregunta para la que creo que jamás tendré respuesta...

domingo, 7 de mayo de 2006

Relax

Esta semana tuve mucho trabajo y necesitaba desconectar. Así que ayer por la tarde me regalé a mi misma una sesión en el SPA. El agua me relaja, pero lo mejor es que allí no hay cobertura y soy libre de la tiranía de ese aparatejo.

Después de estar casi tres horas en remojo (bueno, algo menos porque me quedé dormida en la sala de relajación durante un buen rato), estaba feliz para afrontar una tarde en el centro de Madrid. Felicidad que duró poco, porque estaba aún subiendo las escaleras hacia la salida, cuando ha sonado la musiquita del móvil. Tenía seis llamadas perdidas y aunque sólo una era por trabajo, empezaba a notarme más tensa. Y al salir y ver la marabunta de gente que bajaba por la Gran Vía, he sentido como todo el estrés que parecía haberse quedado en el jacuzzi, iba regresando poco a poco.

Había olvidado que ayer estaba todo el mundo comprando el regalo del "Día de la madre". Vale, puede ser más cómodo y fácil 'institucionalizar' un día para homenajear a las mamás (por cierto, felicidades), pero es algo a lo que sólo le veo la vertiente comercial. A las madres hay que mimarlas todos los días y bueno, el tema de los regalos...yo no necesito ninguna excusa para hacer regalos a la gente a la que quiero (un poco más de dinero no vendría mal, pero se hace lo que se puede con lo que hay).

Antes de volver a caer en las garras del estrés, levanté el brazo y paré un taxi para huir de allí. Saludé al taxista, le dí la dirección a la que iba y seguí hablando por el móvil con una amiga. Y cuando colgué, me dí cuenta de como era el taxi en el que estaba viajando.
Me dió corte hacerle una foto al interior del coche con el móvil, por si el conductor se ofendía, pero es que era todo un espectáculo del tuning más hortera (Y tenía que haberla hecho, para estar segura de que no estaba alucinando). Vale, no es que el tuning 'normal' me parezca el 'summum' del buen gusto, pero es que esto era demasiado. El salpicadero estaba adornado con una fila de chinchetas de colores, que se intercalaban con 'clips' y 'pins' de distintos equipos de fútbol. Esas chinchetas seguían hasta el volante y bordeaban la puerta hasta alcanzar el techo. Y ahí estaba lo peor...Porque colgando de las chinchetas estaban unas horribles mariposas hechas en papeles brillantes de colores, como esas que ponen en algunos restaurantes chinos para adornar los postres.

Llegamos a mi destino, "The Geographic Club", dónde había quedado con una amiga. Nada más bajar del taxi, estallé en un ataque de risa, risa que llevaba conteniendo todo el camino, y que hizo que el portero del bar me mirara con cara 'rara'.

Hacía tiempo que no iba a este local y la verdad es que mientras esperaba a esta amiga, empecé a acordarme de lo bien que me lo he pasado entre sus paredes.
Es un local grande, de tres plantas. En la planta superior hay un restaurante (en el que no se come muy bien para mi gusto) y en la inferior un pub inglés acogedor y tranquilo. Pero sin lugar a dudas, mi ambiente favorito es el del bar, la planta por la que se tiene acceso. Todo está decorado con mil y un detalles que recuerdan a la época de Livingstone y Burton: una de las mesas, es una barquilla de un globo, las otras son barriles decorados con fragmentos de cartas de navegación; hay lanzas africanas y escudos colgando de las paredes, un telescopio sobre el estante de las bebidas (un mueble de madera precioso), un globo terráqueo antiguo, láminas que hablan de expediciones a la Antártida...Es un sitio en el que se puede disfrutar de una copa y charlar tranquilamente, porque incluso cuando está a tope, no hay que alzar el tono de voz.
Y las copas...¡Qué peligro tienen los cócteles! Son un poco caros, pero están deliciosos. Y como están tan ricos, más de una vez (y de dos) hemos salido de allí con un buen 'puntillo'.

A pesar de estar a dieta, caí en la tentación y me tomé uno de los que solía tomar cuando iba allí con Txiqui y Carlos, un Long Island Ice Tea . Recuerdo una noche en la que influidos por el ambiente y por varios de esos cócteles, empezamos a divagar sobre cuál sería nuestro rol en la época colonial inglesa... Lo que nos reímos esa noche y muchas noches más recordando esa conversación.
Cuando llegó mi amiga, estaba con una sonrisa en los labios, en parte por esos recuerdos tan agradables (y en parte, porque me había acabado el cóctel y llevo mucho sin beber alcohol). Nos pedimos otro, seguimos riéndonos (creamos un nuevo recuerdo agradable que asociar a ese sitio) y nos fuimos para disfrutar del resto de la tarde-noche con los amigos, en una velada agradable y tranquila.

Si todas las semanas van a acabar como esta y a pesar del estrés del trabajo, firmo ya mismo.

viernes, 5 de mayo de 2006

Mirar a los ojos

Nunca entendí como nadie reconocía a Superman como el tímido periodista Clark Kent. Sólo se quitaba las gafas y se echaba el pelo hacia atrás y parecía que se había hecho la cirugía estética. La verdad es que me daba un poco de lástima, porque si no le reconocían es porque nadie se molestó en mirarle a los ojos. ¡Pobre!

Para mí, los ojos son el primer rasgo físico que me llama la atención en una persona. No es tanto el color o el tamaño, sino la forma de mirar. Si no hay cierta chispa que no sabría definir (pero que reconozco cuando la veo), no me siento cómoda.

Cuando no conoces a alguien, mirar a los ojos puede suponer una intromisión en la intimidad de ese alguien (a mí personalmente me gustan las personas que me miran así, de frente, incluso provocándome). Pero si pasa el tiempo y se supone que hay confianza y aprecio, yo busco los ojos de esa otra persona. Necesito 'corroborar' lo que me transmite con su lenguaje, mirándole a los ojos.

Sé que también se puede mentir con ellos, pero hoy poy hoy, me suelo fíar de lo que me cuentan. Es como la risa. Si sólo se ríe con la boca y no se ríe con los ojos, esa risa es más falsa que una moneda con mi cara.

¿Las mejores miradas? Me gustan las miradas de los niños, tan limpias.

Pero mis 'favoritas' son las que compartes con la persona a la que quieres. Te pierdes en sus ojos y no hay nada alrededor, sólo tú y él. Sabes que has llegado a casa y podría estar desatándose el Apocalipsis, que no te enteras.

Yo daría todo lo que tengo por volver a esa casa que encontré detrás de unos ojos color chocolate...aunque solo fuera un minuto.

miércoles, 3 de mayo de 2006

Algunas frases de Lazarus Long

Estoy releyéndome (más bien devorando) "Tiempo para amar" de Heinlein y disfrutando 'como una enana' con su personaje principal, Lazarus Long (si existe un hombre como él en carne y hueso, me lo pido para Reyes).
En la novela, Lazarus habla de todo: religión, sociología, política, ciencia, sexo...pero sobre todo de amor. No es uno de esos romances de folletín, pero habla de ese amor "que te revuelve las entrañas".

No puedo resumir la novela en unas cuantas frases, pero si con estas perlas, consigo picar la curiosidad de alguno para que se la lea, me doy por satisfecha.

Cuanto más amas, tanto más eres capaz de amar, y tanto más intensamente amas. Y no hay limite a propósito de a cuántos puedes amar. Si una persona tuviera tiempo suficiente, podría amar a toda la gran mayoría que es honrada y justa.

¡Todo en exceso! Para saborear la vida, tómala a grandes bocados. La moderación es para los monjes

Se vive y se aprende. O no se vive mucho.

Todas las sociedades se basan en leyes para proteger a las mujeres gestantes y a los niños pequeños. Todo lo demás es añadidura, excrecencia, adorno, lujo o necedad que puede —y debe— desecharse en situaciones de emergencia para preservar la función primordial. Dado que la supervivencia de la raza es la única ética universal no hay otra base posible. El intento de idear una "sociedad perfecta" sobre una base que no sea la de "¡Las mujeres y los niños primero!" es, además de necio, automáticamente genocida. Sin embargo, los idealistas visionarios (todos ellos varones) lo han intentado sin descanso..., y sin duda seguirán intentándolo

Cualquier gobierno funcionará si la autoridad y la responsabilidad son iguales y van coordinadas. Esto no garantiza que sea un gobierno "bueno"; sólo garantiza que funcionará. Pero los gobiernos así no abundan, casi todo el mundo quiere mandar pero no quiere cargar con su parte de culpa. A esto solían llamarlo "síndrome del pasajero que conduce

Los dos logros más altos de la mente humana son los conceptos gemelos de "lealtad" y "responsabilidad". Cuando estos dos conceptos caigan en el descrédito, ¡lárgate a toda prisa! Podrás salvarte tú, pero ya será tarde para salvar a esa sociedad. Estará condenada

Las etiquetas políticas, tales como monárquico, comunista, demócrata, fascista, liberal, conservador, etc., nunca son criterios básicos. La especie humana se divide políticamente entre los que quieren que la gente esté controlada y los que no sienten tal deseo. Los primeros son unos idealistas movidos por elevados ideales de bien común. Los segundos son unos cascarrabias malhumorados, desconfiados y carentes de altruismo. Pero resulta más cómodo tenerlos por vecinos.

El valor es el complemento del miedo. Quien no conoce el miedo no puede ser valiente. (Y además es un necio.)

"Dios se dividió a sí mismo en una miríada de partes para poder tener amigos." Puede no ser verdad, pero suena bien. Y no es más absurda que otras teologías.

El pecado consiste en hacer daño al prójimo sin necesidad. Todos los demás "pecados" son sandeces inventadas. (Hacerse daño a sí mismo no es pecado: sólo es una estupidez)

"Llegué, vi, y ella venció." (Al parecer, el original latino fue tergiversado).

martes, 2 de mayo de 2006

Café vespertino

Esta tarde tomando café éramos todo mujeres (los chicos se desterraron voluntariamente a jugar un partido de fútbol). Y después de tocar diversos temas, hemos acabado hablando de hombres y de sexo. Sonará a tópico pero siempre acabamos hablando de ellos cuando no están presentes.
Todo empezó por la manía que tiene la gente de tratar de buscarte pareja.

Silvia, he conocido a un chico majísimo para tí. Guapo, atractivo, inteligente, simpático, con estilo, dinero...
Primer pensamiento: tiene truco. Porque con esa descripción, es un chollazo de hombre y ¿qué hace sin pareja?. Y el truco estaba en la subjetividad de las definiciones.

¿Cómo se cuantifica la guapura? ¿O el atractivo? A Carmen le vuelven loca los hombres con las abdominales muy marcadas, yo prefiero que estén un poco más blanditos (que si no, no son confortables). Lo que es atractivo para una, a otra no se lo resulta (a una conocida, Santiago Segura le parece terriblemente sexy, a mí me adormece la líbido).

Tanto hablar de hombres y de sus atractivos, que alguien ha dicho "A Fulanito le echaba yo un polvazo..." y nos hemos puesto a discutir del "sexo sin amor".
Cada uno que haga con su cuerpo lo que quiera y ojalá que lo disfrute. El problema que yo veo (y no era la única), al menos entre la mayoría de las mujeres que conocíamos, es que muchas lo practican como un sustitutivo del cariño o buscando algo que no hay. Y claro, luego se llevan unos 'morrazos' de aúpa al enfrentarse a la realidad.

Del "sexo sin amor" pasamos al "amor sin sexo". Mary ha mencionado la dichosa cancioncita y salió el tema. A todo el mundo le hace mucha gracia la canción. A mí me da un poco de grima y la verdad es que no veo porque la decisión de esperar hasta el matrimonio tiene que ser motivo de chanza o de burla. Lo mismo que pido respeto a la decisión que yo tomé, espero que se respete la decisión de los que desean esperar.
Esto nos planteó la pregunta del día: ¿Seríamos capaces de no mantener relaciones sexuales si nuestra pareja nos lo pidiera?

La verdad es que nunca me había planteado esa situación con anterioridad. Supongo que aunque me resultaría duro, me aguantaría y trataría de convencerle de lo que se está perdiendo. Gema tiró por la calle de en medio y dijo que se buscaría un rollo solo para el sexo y lo compaginaría con la relación de pareja. Pero es que para ella, la fidelidad es algo que no entra en su vocabulario.
En cambio, yo me considero una persona fiel. A pesar de que puedo alegrarme la pestaña o incluso sentirme atraída hacia un hombre, nunca daría un paso para tener algo con ese hombre si tengo pareja.
¿Perdonaría una infidelidad?Yo espero en mi pareja esa misma fidelidad. Sé que no le perdonaría una deslealtad, pero creo que podría perdonar un desliz, aunque me costara bastante digerirlo.

Y lo que era una conversación sobre sexo, acabó siendo una charla sobre el amor. Y es que en el fondo, somos unas románticas. Esa conversación podría habernos dado para acabar con la producción de café de Colombia, pero han llegado nuestros chicos y hemos cambiado a temas menos farragosos.