domingo, 25 de febrero de 2007

¡Qué ajetreo!

Después de una semana de relax tras los exámenes (a ver si dan más notas que llevo muy mal la intriga), volví a mi rutina de estudio. Bueno, no exactamente.
Los fines de semana no estoy estudiando mucho, pues estoy aprovechando para hacer las cosas que no puedo hacer el resto de la semana.

Primero, leer algo más que apuntes. Acabé "El número de Dios" de José Luis Corral (muy bien documentada, pero un poco floja en cuanto a los personajes y los diálogos) y las relecturas de "Cartas del diablo a su sobrino" de C.S. Lewis y "Vacas, cerdos, guerras y brujas" de Marvin Harris. El coger el autobus para desplazarse por Madrid, que hace mucho por la lectura...

Después ¡¡por fin!! tocaba un cine. He visto la magnífica "Cartas desde Iwo Jima"de mi admirado Clint Eastwood. "Banderas de nuestros padres" me encantó, pero ésta me ha dejado sin palabras. Cosa que hacía tiempo que no me sucedía en el cine (películas que me afectaron de igual modo fueron "El Odio" de Mathieu Kassovitz o United 93)



Pero eso no ha sido todo. ¡¡A seguir disfrutando de la oferta cultural de Madrid!! Si el domingo pasado tocó el Reina Sofía, éste han tocado el Prado y la Casa Encendida.
En el Prado, participé en la actividad "Una obra. Una artista" y este mes tocó "La Trinidad" de El Greco. ¡Cómo he disfrutado!. Y es que además tenía muy reciente este genial artículo de Turulato...
Y en la Casa Encendida, jugué. Porque me lo pasé genial con la obra del artista coreano Kuychul Ahn, "49 habitaciones". Abriendo y cerrando puertas, quedándome en mi pequeño recinto pendiente de cualquier ruido por si venía alguien, buscando una salida en el laberinto, oyendo las risas de los niños...Me lo pasé tan, tan bien que repetí con mis sobrinas esta mañana.

Porque de todas las actividades, con la que más he disfrutado ha sido con la mañana de hoy con mis sobrinas. Tras desayunar y prepararnos, ¡¡al teatro!!. Ainhoa, la mayor (tres años y medio) ya había ido con su cole a ver Pinocho, pero Aroa, la mediana (dos años y tres meses) aún no había ido y no había que perder la oportunidad. Así que aprovechamos el ciclo Rompiendo el cascarón. ¡Qué lástima no haber llevado la cámara de fotos! No era una representación al uso, pero las caras de las niñas eran una delicia. Así que, el próximo día que vengan, buscaré alguna obra infantil para ver si les pica el gusanillo. Y en la Casa Encendida, lo que nos hemos reído jugando al escondite...Yo llevaba a Aroa a caballito y buscábamos a mi hermana Noelia y a Ainhoa entre el laberinto de puertas.

La verdad es que no me puedo quejar con mis últimos fines de semana. Y menos mal que éste iba a descansar porque estoy pachucha...

miércoles, 21 de febrero de 2007

¿Alguien podría explicármelo?

El hermano de una buena amiga se está divorciando. Y no está siendo precisamente un divorcio amistoso. Ella está recurriendo a todo truco sucio que pueda para amargarle la existencia.

Una de las cosas que ha hecho es alegar malos tratos. Es un tema con el que la sociedad está sensibilizada y una maltratada genera (creo que con motivo) simpatías. Pero hay gente que no duda en frivolizar con él en su propio beneficio.
Cierto es que nadie sabe lo que pasa de puertas para adentro en una casa, pero lo que sí sé es que no hay ningún informe médico ni denuncia previa (salvo la que ella tiene interpuesta por amenazar de muerte a su marido...delante de un policía) y que yo a ella, estando con una copa de más, la he visto cruzarle la cara de un guantazo a su marido porque estaba hablando conmigo.

Otra de sus "perlas" ha sido acusarle de intento de secuestro del hijo de cuatro años que tienen en común. El secuestro consistió en llevar al niño a ver a su abuelo convaleciente de una grave enfermedad y en retrasarse media hora en entregarlo.

Pero hoy, he presenciado algo que ha hecho que sienta un profundo asco y desprecio hacia ella. Si en ese momento la hubiera tenido delante...
Habíamos quedado a tomar café esta amiga, su hermano y yo y antes de irme a trabajar, les he acompañado a recoger al niño. Cuando hemos llegado, el niño estaba llorando a moco tendido, completamente desconsolado.
Después de calmarle un poco, entre sollozos, nos ha dicho que su mamá le había dicho que papá se había ido de casa porque no le quería. Mientras mi amiga y su hermano convencían al niño que no es así, que le adoran (cosa que es cierta) yo me quedaba pensando, rumiando mi mala leche.

NUNCA por más que lo intente, lograré comprender y mucho menos excusar algo así.
Porque decirle a tu hijo, una de las cosas más preciadas de esta vida a quién tienes que querer y hacer que sea feliz, que él es el culpable...
Hacerle daño de ese modo a una criatura indefensa...
Para mí no hay nada que lo justifique. Ni el despecho, ni el dolor ni el que tu marido sea un cabronazo (que no crea que sea el caso)...NADA.

Por encima de rencillas, de odios, de reproches, deberían estar los niños. Primero, porque son inocentes y nada tienen que pagar de los pecados de sus padres. Y porque si alguna vez hubo un sentimiento, ellos son la materialización de ese sentimiento y aunque sólo sea por respeto a uno mismo...

De verdad que no lo entiendo.

lunes, 19 de febrero de 2007

Mi fin de semana (II): Kiwon Park

El viernes echando un vistazo a la guía del ocio para hacer planes el fin de semana, hubo algo que me llamó la atención en la información sobre el museo Reina Sofía.

"Kiwon Park: El peso de la ligereza. Varios. El artista modifica el espacio a través de una grasa para conseguir una mirada íntima sobre él."

¿Grasa? ¿Espacio?
Se me pasaron por la cabeza muchas imágenes y se despertó mi curiosidad. Tanto, que me prometí a mi misma que pasaría por el museo antes de irme al teatro. Cosa que hice. Pero el sábado estaba cerrada la exposición porque estaban retocándola. Así que el domingo, antes de ir a tomar el aperitivo con una amiga, me acerqué.

Había mucha gente, que ese día es gratis y se nota. Al acercarme a la sala, un olor que me resultaba familiar. Me recordaba el de mi Barbour cuando está recién engrasado. Me descalcé y entré a la obra. ¡Qué gozada!


El suelo estaba recubierto por unas fundas de plástico transparente rellenas de una sustancia parecida a la gelatina y cuando pisabas era una sensación agradable, como cuando te subes a una colchoneta hinchable. Si no hubiera habido nadie, me hubiera gustado tumbarme en medio de la sala y disfrutar.
Porque la grasa de las paredes, junto con la luz, daban a toda la sala un aura de calidez, de vida, que contrastaba con el gris de las paredes del resto del edificio.
Me encantó. Ver las gotas de grasa, que por efecto del calor de las luces, bajaban muy despacio por la pared, como si de sudor se tratase hizo que en mi mente "humanizara" el edificio.

Estuve en esa sala hasta que el sonido de mi móvil me sacó de mis ensoñaciones. Salí, me calcé y me fui con una sensación agradable.

¡Lástima no haberme enterado antes porque era un sitio muy relajante!

domingo, 18 de febrero de 2007

Mi fin de semana (I): We will rock you



Una de las cosas que he hecho este fin de semana, ha sido ver el musical basado en la discografía de Queen "We will rock you".

A mí me gusta bastante Queen y no tenía ninguna referencia de la obra sólo que el teatro dónde la representan es un poco pequeño y que las canciones eran en castellano, cosa que no me acababa de atraer demasiado. Pues bien, las adaptaciones son muy buenas y me lo pasé en grande.

Canté, bailoteé, me reí, lloré y todo ante la mirada de desaprobación del soso que se sentaba a mi izquierda. Al salir del teatro, iba con una sonrisa de oreja a oreja aunque me dolían las manos de aplaudir.

En fin, que si podéis, os recomiendo que vayáis a ver esta obra y paséis un rato muy entretenido. Yo os dejo aquí un par de canciones de Queen para abrir boca...



Under pressure - Queen & David Bowie


Somebody to love - Queen & George Michael (concierto homenaje a Freddie Mercury)


We will rock you (directo) - Queen

Mirinda

Esta mañana me tocó bajar a mí a por el periódico y el pan.
Y en la panadería, ¡oh sorpresa!, ví que habian vuelto a sacar a la venta la Mirinda de naranja.

Cuando éramos pequeños, toda la chiquillería de mi bloque y del bloque de enfrente, nos íbamos de excursión al Cerro de los Ángeles, que no está muy lejos de dónde vivo.
Después de la caminata bajo el sol, llegábamos al merendero y juntando el poco dinero del que disponíamos, comprábamos unas botellas de Mirinda bien frías, que compartíamos entre todos mientras nos zampábamos los bocatas. Después, tocaba explorar las laderas del cerro, subir hasta la esplanada o jugar a las guerras con nuestros "tiragüitos", entre los búnkers de la Guerra Civil.

O los veranos en Burgos, yendo con la bici a Fuentes Blancas o a Cardeñadijo. La de ellas que me habré tomado mientras me secaba al sol de los chapuzones en el Arlanzón o en el Cardeñadijo...

O de unas vacaciones en Málaga (de las que me traje un recuerdo inolvidable en forma de cicatriz en la barbilla) y un bar llamado casa Paco. El dueño, que estaba un poco "p'allá" te cobraba según le cayeras de bien. Y nosotros le debíamos de caer estupendamente, porque pidiendo lo mismo que nuestros vecinos del bloque de apartamentos siempre les cobraba bastante más a ellos.

Una simple botella de plástico, que ni siquiera se parece a la original, ha despertado un montón de buenos recuerdos en mi cabeza. Recuerdos que han sido la guinda de un fin de semana estupendo. Soy una mujer afortunada...

jueves, 15 de febrero de 2007

Porque yo lo valgo

Nueve y media de la mañana.
Cualquier otro jueves, estaría en la oficina, con los cierres echados y revisando los faxes que han llegado por la noche pero hoy no. A esas horas estaba recién salida de la ducha, con una taza de leche con Cola Cao y viendo la tele (dibus que si empiezo a ver noticias me pongo de mal café) mientras mojaba galletas en el Cola Cao.
Hoy me he cogido el día para mí y no he ido a trabajar. Porque me apetecía, pero sobre todo, porque lo necesitaba.

Así que después de desayunar tranquilamente, me he preparado y he salido a la calle pues había quedado en Atocha con una amiga. ¡Hasta la meteorología se ha aliado conmigo! Un día primaveral, con solecito...tanto que he estado con la chaqueta en la mano y manga corta gran parte del día.

Poco antes de las once, mi amiga y yo estábamos ante nuestro objetivo del día: la exposición de Tintoretto en el Museo del Prado.
¡Qué maravilla! Os la recomiendo encarecidamente. Sí, podíamos haber ido el fin de semana, pero habría mucha más gente y no habríamos disfrutado como lo hemos hecho. Hemos estado más de dos horas viendo la exposición, sin prisas, sin agobios. Y después, hemos aprovechado para ver alguna obra de la colección permanente antes de irnos a comer.

La comida...
Como nuestro plan original se ha truncado (comer al lado de los jardines cuando los acaban de abonar no es muy agradable) nos hemos ido a tomar unas cañas a la Taberna de la Dolores antes de irnos a comer al Donzoko, un japonés que está cerca del Congreso de los Diputados.
¡¡Qué risas!! Ella no está pasando una buena época, pero nos hemos puesto a recordar anécdotas del crucero que hicimos juntas, de algunas noches de juerga que nos hemos corrido y de este sábado pasado (quedamos a comer y llegué a casa a las 4 de la madrugada, con 5 mojitos en el cuerpo más no sé cuanto vino blanco) y le ha servido para desconectar.

Un cafecito en una terraza al sol para anular el efecto del sake y vuelta al Prado. ¿Por qué? Pues porque a las 6 íbamos a ver la exposición, explicada por una educadora del museo. Si por la mañana, hemos contemplado y disfrutado; por la tarde, hemos aprendido.

Al salir, una agradable conversación mientras picábamos algo con unos vinitos, ligoteo-vacile con unos italianos y la promesa de repetir la jornada lo antes posible antes de despedirnos (la próxima en Ávila).

viernes, 9 de febrero de 2007

Acabé los exámenes (hasta dentro de tres meses)

Hoy, por fin, acabé mis exámenes. Una siestecita ahora al mediodía para recuperar energías y volveré a "ser persona" (en estos momentos, soy más "zombie" que otra cosa. Sólo me falta ir por la calle susurrando cerebrooosss)

¿El balance? Ha sido muy positivo. Creo que he aprendido bastante y he disfrutado con un par de asignaturas que años ha, había englobado en el grupo de asignaturas coñazo (Introducción a la economía y Derecho mercantil). Y además, tengo ganas de seguir aprendiendo sobre esas materias.
En cuánto a las notas, algo que no me preocupa demasiado, creo que aprobaré cuatro asignaturas de cinco (y la quinta, por ser un poco imbécil y cabezota) y si hoy no me he equivocado, mercantil con muy buena nota.

La verdad es que me preocupaba el haberme reincorporado a la vida de estudiante. Dejé de estudiar (que no de aprender) hace años y nunca tuve una técnica de estudio. Me limitaba a leer y lo que se quedaba, pues con eso iba y hacía los exámenes. Lo que pasa es que con el paso de los años se me han ido muriendo bastantes neuronas...

Y luego está el problema de mi grado de dispersión y el trabajo. Me gustan demasiadas cosas y me "disipo" (Y si encima voy descubriendo cosas que también me acaban gustando, "jodido" la hemos...). Y después de salir de trabajar, cuesta mucho ponerse a estudiar.

Ahora me voy a tomar unos días de descanso (aunque de currar no me libra nadie), para ir al cine, leer todos los libros pendientes que tengo, pasear, tomarme un vino con los amigos...En fin, para recargar las pilas y coger con ganas el segundo cuatrimestre.

lunes, 5 de febrero de 2007

Intermedio musical II: Buffy

Me aficioné a la serie de "Buffy, la Cazavampiros" gracias a una partida de rol en vivo en la que participé.

Había visto la película del mismo título (horrorosa) y algún capítulo suelto de la serie y no me había enganchado, pero me reí y disfruté tanto interpretando a Anya, que quise saber algo más de ese personaje y ví la serie con continuidad, enganchándome poco a poco.

Hay capítulos normalitos tirando a mediocres y otros simplemente geniales como pueden ser Silencio (Hush) en la cuarta temporada o "El cuerpo" (The body) en la quinta. Pero sin lugar a dudas, yo me quedo (y la mayoría de los seguidores de la serie que conozco) con Una vez más, con sentimiento (Once more with feeling), en la sexta temporada. Un capítulo musical tremendamente divertido y con unos números geniales.

Esta mañana, camino de mi segundo examen (que me salió tan bien como el primero) sonó en mi mp3 las canciones que aquí os dejo y que han hecho que escriba este artículo. En las dos participa mi personaje favorito que no es otro que Anya. Espero que las disfrutéis (yo me vuelvo a mis estudios antes de volver al trabajo).


I've got a theory/Bunnies/If we're together - Letra


I'll never tell - Letra