sábado, 27 de marzo de 2010

Morbo

Hace un rato, charlaba con una amiga sobre un incidente que tuve hace unos días con otra amiga y su pareja, que me dieron la sensación de querer que montáramos un trío (y no precisamente musical).

Charlando sobre el tema, mi amiga se ha sorprendido cuando he reconocido que he fantaseado con la idea (lo que no sé es si sería capaz de llevarla a la práctica) de formar parte de un trío, incluso con otra mujer y un hombre. Ella me ha preguntado varias veces si soy bisexual y varias veces le he negado serlo, cosa que es cierta. Y es que yo veo a una mujer cañón y no me atrae sexualmente (como mucho, me provoca envidia), pero la situación que se da en un trío, me da morbo.

Ya en casa, pensaba en la conversación. ¿Qué es el morbo? Yo no creo que sea, al menos para mí, como define la RAE nada malsano o una atracción hacia acontecimientos desagradables. Al menos no en este caso, porque para mí un hombre y una mujer echando un polvo, con el consentimiento de ambos, me parece algo de lo más sano y agradable.

¿Y entonces? Es la atracción de lo prohibido, de lo inusual, de jugar con fuego aún a riesgo de quemarse.

Y pensando sobre eso, me he preguntado acerca de la frontera entre el morbo y la atrocidad, entre la fantasía y la parafilia. ¿Dónde ponemos cada uno los límites? Mi amiga me ha hablado de una conocida a la que le molaba el scat y parecía considerarlo una aberración. A mí no me parece una práctica atractiva en absoluto, pero no lo considero una aberración o atrocidad si a esa persona le gusta y no hace daño a nadie.

La verdad es que es algo en lo que nunca había pensado muy seriamente pero que me parece un tema interesante. ¿Ustedes qué opinan? ¿Qué es el morbo? ¿Qué lo diferencia de la aberración?

miércoles, 24 de marzo de 2010

Danzas orientales

Lo mejor que tienen los lunes y los miércoles, últimamente, es que tengo clase de danzas orientales. Y me río un montón, porque hay que reconocer que somos un poco pato.

Aquí os dejo la música con la que estamos intentando hacer una coreografía. Otra cosa bien distintas es que lo logremos...

jueves, 18 de marzo de 2010

Conversación

- Venga, anda, acepta mi proposición. Si lo estás deseando...
- No me provoques, que la oferta es muy tentadora, pero no puedo.
- ¿Por qué? ¿Por qué ahora tienes pareja? ¿Tú que has sido la cosa más golfa de este planeta?
- Sí y es raro, ¿verdad? No sé como logras separar las cosas de ese modo.
- ¿No? Es muy fácil. Tengo una pareja a la que quiero, con la que convivo feliz y que es feliz conmigo. Estas relaciones son mi espacio para jugar.
- ¿Tu espacio para jugar? ¿Y no te sientes mal?
- ¿Por qué? Es como masturbarse, pero en compañía.
- Es una forma muy aséptica de verlo, ¿no?
- Así lo siento. Nunca me he sentido mal por nada de esto.
- ¿A tu pareja no le heriría saber lo de tu espacio para jugar?
- Supongo que sí, pero no lo sabe. Y me cuido mucho de que no lo sepa.
- Ya.
- Todo esto sólo repercute en que estoy mucho mejor satisfaciendo mis instintos y disfruto en casa de mi felicidad.
- No, si eso lo entiendo.
- ¿Entonces? Déjate de tonterías y acepta mi proposición. No te sientes culpable cuanto te masturbas, así que no tendrías que sentirte culpable por esto. Yo no te quiero, tú no me quieres y sólo nos vamos a dar un homenaje.
- No es tan sencillo. Sé que mi pareja no lo sabría, pero lo sabría yo. Y sé que le dolería saber que hago algo así. No me sirve un "que no se entere".
- Me enterneces. El amor nos engrandece y nos redime.
- ¿Te estás burlando de mí?
- No, sólo me sorprende ver el cambio. Porque mientras que te estabas tirando a distintas personas en el mismo período de tiempo, te importaba poco lo que éstas sintieran. Pero ahora...
- ¡Pero qué cabrona eres!
- ¿Por hacerte ver otro punto de vista? Pues vale. Creo que tienes miedo. Te pone saber que soy capaz de proponerte lo que te he propuesto sin el más mínimo reparo y que tras hacerlo, volvería a mi vida normal. Y tú quieres hacer lo mismo, pero te has buscado una justificación.
- No es ninguna justificación. Estoy enamorado.
- O crees estarlo. Creo que la gente como tú y como yo no se enamora. Buscamos cariño, complicidad, el no sabernos solos y a nuestra manera, queremos. Pero no sabemos entregarnos y vivir enamorados. O no queremos saber.
- Tú y yo no somos iguales.
- No, pero nos parecemos en muchas cosas. Si no, ¿por qué mantener esta conversación? Hubieras dicho que no a mi proposición sin dudarlo, sin intentar entender nada. Pero estás buscando que te dé una coartada moral para dejarte llevar. Pues no la tengo. Déjate llevar porque sí, porque es lo que deseas hacer.
- Controlaré las ganas.
- No seas tonto. No lo lograrás. Eres lo que eres y no puedes evitarlo. Podrías estar todo el día cascándotela pero la necesidad seguiría ahí, porque es algo más íntimo. Y saber que aumentaría la frustración. Pero así, aplacando esas necesidades, podrías volver luego a casa, junto a tu novia. Vivir con ella tranquilo y satisfecho, sin que sepa de esta otra parte de ti, que sabes que rechazaría si la viera.
- Eres una zorra egoísta.
- Sí, pero esta zorra egoísta sabe de lo que te habla... Esto es el mal menor.

lunes, 15 de marzo de 2010

Declaración de principios (aunque sería más adecuado decir, de finales)

Yo me adhiero a la propuesta de esta canción. Fran, ya sabes, cambia las cervezas por ron o vino.


Albita - Que me quiten lo bailao

viernes, 12 de marzo de 2010

Popurrí

Esta mañana me he despertado demasiado pronto y tras varios intentos infructuosos de volver a dormir, me he dedicado a la lectura y más tarde, a ver las noticias en televisión.

La noticia de última hora era la muerte de Miguel Delibes, que han recogido todos los medios. Me resultó curioso que en Telecinco, saliera un banner en la parte inferior diciendo El escritor nacional Miguel Delibes ha muerto. Quizás es que estoy susceptible con eso, pero, ¿tanto cuesta poner español? En fin, serán cosas de levantarse pronto...

También han hablado de la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y de las palabras que intercambió ayer con el presidente del Gobierno, por la polémica "rebelión del I.V.A.".
La nueva fantochada de esta señora, nos saldrá por un ojo de la cara a los madrileños. Y digo yo, ¿no sería más útil invertir el dinero en el famoso Parque Científico e Industrial de Villaverde?
Porque aunque ahora el ladrillo vuelva a ser bueno (después de meses con el soniquete construcción caca, ahora toca que si se rehabilita, es menos caca) lo único que hacen es poner otro parche más a la crisis (que a este paso la padecerán mis bisnietos).
De ésta salimos, además de apretándonos el cinturón y currando como cabrones, con innovación, tecnología, competitividad y emprendedores.

Otra de las noticias relevantes, eran los homenajes que se dieron ayer a las víctimas del atentado del 11-M y las polémicas declaraciones de Pilar Manjón. Sin entrar en el contenido de las mismas, con el que puedo estar o no de acuerdo, no me parece el lugar ni el momento de hacerlas. Además, no hablaba como una particular, sino como presidenta de unas de las asociaciones de víctimas del atentado. Y ahí, independientemente de lo que pienses, te debes a las personas a las que representas.

Harta ya de ver tanta miseria humana concentrada (porque después he visto la noticia de la tipa esa que se hizo pasar por víctima del 11-M para trincar pasta), me he ido a la ducha y a prepararme el desayuno. Mientras le daba a los huevos revueltos, he puesto el programa Espejo público.
En él, salía Juan José Cortés, el padre de Mariluz, que ha renunciado a su militancia en el PSOE. Estando de acuerdo con él o no, hay que reconocer a este hombre que ha mantenido la coherencia durante todo este tiempo.
La tertulia que mantenían la escuchaba de fondo, pero lo que llamaba mi atención eran los SMS que aparecían en la parte inferior de la pantalla. Algunos, muy críticos con este hombre, por meterse en la política, tratándole de Judas por dejar el PSOE. Otros de apoyo, diciendo con fervor que si se presentase a presidente, le votarían.

Estos comentarios, los de adhesión u odio, muestran una vez más lo tremendamente inmaduros que somos como sociedad democrática. Asumimos la idea política como se asume las creencias de una secta o los colores del equipo. Y cuando alguien se sale de la secta, lanzamos nuestro dedo acusador contra él. O los otros, los de la secta de enfrente, le acogen como si fuera un iluminado.

La verdad es que no sé si por todo esto o por el día gris que hace hoy en Madrid, estoy tristona.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Otro día cualquiera...

16:40 - Aún a diez minutos de casa y con menos de veinte minutos antes de volver a la oficina.

Me subo en el autobús y el cansancio parece hacer mella, pues empiezo a quedarme adormilada.
Siento cómo se me cierran los ojos, pero me obligo a mantenerlos abiertos, mientras repaso todos los pasos que tengo que dar para que me dé tiempo en apenas diez minutos a prepararme una comida sana, comérmela, recoger, lavarme los dientes y llegar a la oficina.

En la parada siguiente, sube alguien y un intenso olor a churros llega hasta mi nariz. Me rugen las tripas.
Tengo la inmensa fortuna de que la propietaria de los churros se sienta frente a mí. La observo sacar un churro de la bolsa de papel con manchas de grasa. Cubierto de azúcar, se lo come con deleite. Al verla comer con esa expresión de placer, soy consciente del hambre que tengo. Me comería hasta un plato de guisantes con jamón...

Me vuelven a rugir las tripas, pero por suerte, estoy llegando a casa. Y tengo que concretar mi plan. Logro llevarlo a cabo, pero a costa de tener ardor de estómago un buen rato.

Hay días en los que me gustaría desdoblar el tiempo...

martes, 9 de marzo de 2010

Esta mañana

Al bar al que suelo escaparme a tomar un té, va en la hora del recreo, un grupo de profesores de mi antiguo instituto. No les conozco, pues cuando yo estudiaba no daban clases en él.

Yo estaba en la barra, hojeando la prensa mientras me tomaba un té. En un extremo de la barra, en el rincón que suelen ocupar, los profesores. En el otro, un hombre ciego le preguntaba al camarero cómo se iba al instituto. El camarero le ha dicho que las personas del final de la barra eran profesores y que irían para allá.

El hombre se ha acercado a ellos y les ha preguntado que si iban y si le podían ayudar. Ellos han contestado que tenían una reunión de departamento y una hora libre y que no iban. El hombre se ha disculpado, con cierta cara de desconcierto. Varias personas nos hemos ofrecido a acompañarle, pero al final ha sido el hijo del camarero, que estudia allí y le pillaba de paso, el que lo ha hecho.

Yo aún me estaba preguntando si la reunión de departamento la iban a hacer en el bar y si los temas a tratar iban a ser las vacaciones (pues es de lo que hablaban), cuando apenas dos minutos después de irse el hombre, han pagado su cuenta y han dicho un "Venga, daos prisa que toca dar clase".
Las tres personas que estábamos en la barra y que habíamos presenciado la escena, nos hemos quedado mirando con cara de asombro.

Espero que sean muy buenos dando sus respectivas materias, porque en el tema de valores o civismo, tendrían que tomar unas cuántas clases.
Y éstos se supone que tienen que dar ejemplo...

domingo, 7 de marzo de 2010

Domingo

Esta mañana fui a Sol con una amiga. Yo tenía que cambiar una compra, ella quería mirar algo y allá que nos fuimos. Al salir de El Corte Inglés, nos hemos encontrado de lleno con parte de la concentración pro-vida, que terminaba en Sol.

Dado que teníamos que ir a Puerta de Toledo (tenía que devolver una compra), y no somos muy amigas del metro (ni de las manifestaciones), le sugerí que fuéramos caminando Capitanía General, que cerca paran varios autobuses que llevan hasta la Puerta de Toledo.

Al pasar a la altura de este edificio, me preguntó qué era y le dije que era el Mercado de San Miguel y que si no lo conocía, podíamos pasar a tomarnos el aperitivo, que está muy bien.

Varios vasos de vino, vermú y rebujito después, acompañados de sus correspondientes pinchos, salíamos las dos con las mejillas rubicundas y una risilla floja.

La mañana ha sido muy entretenida y parece que la tarde, va por el mismo derrotero, porque me acaba de llamar una amiga que está de paso en la ciudad y me espera para tomarnos "un chisme".

viernes, 5 de marzo de 2010

San Miguel Árcangel

No sé que es exactamente, pero este cuadro tiene algo que me fascina.


San Miguel Árcangel
Anónimo
Museo del Prado
Realizado alrededor del 1.495 - Lienzo, 242 cm x 153 cm.

Puntualidad

Hace unos años, tuve una relación con una persona que, prácticamente siempre, llegaba tarde. Su reacción para que, mosqueada, no le regañase, era echarme la bronca. Supongo que era de los de la idea de "la mejor defensa, un buen ataque". Yo me pillaba unos cabreos de aúpa (cosa que daba igual).

Quizás a mí me han educado de un modo anticuado, pero la puntualidad y otras formalidades, son una muestra de respeto y deferencia hacia la otra persona. Y que las actitudes contrarias y reiteradas (porque entiendo, que no soy tan ogro, que a todos nos surgen imprevistos) indican muy poquito respeto hacia nuestro interlocutor.

Lo que más me fastidia es que a algunas de estas personas que se comportan así (y hablo de mi entorno) se les llena la boca hablando de conceptos como respeto y libertad.

¡Qué harta estoy de ciertas gilipolleces!

jueves, 4 de marzo de 2010

Petardeo

Hace algo más de un mes, colgué en mi Caralibro una canción explicando que era una canción petarda. (Dícese de canción petarda de esas canciones en las una se desmelena y baila como una posesa o imita al cantante que ni que estuviera actuando en Eurovisión)

Estaba preparándome la comida este mediodía, para comer rápido y salir zumbando para la oficina, cuando he escuchado ésta en la televisión. Otro ejemplo más de canción petarda.



He dado un concierto emotivísimo, empleando como micro una cuchara de madera...

Danzando

Aunque aún me falta saber como colocar los brazos y me veo un poco (bastante) torpe, voy avanzando en las clases de danzas orientales a las que asisto (cuando me dejan mis obligaciones).

En este mes, hemos tenido algunas incorporaciones. Dos niñas de apenas diez años que se mueven con gracia y soltura, que vienen a clase acompañadas por sus madres, una de las cuáles dice que ya había asistido a clases (Momento víbora on: que no se le notan en absoluto. Momento víbora off).

Ayer, mientras practicábamos el paso corto lateral con twist de cintura, comentaban que podíamos hacer una coreografía de fin de curso. Alguna incluso sugirió que la podríamos hacer con público.

Veo que aún nos falta mucha soltura para poder hacer una coreografía (y eso del público, la verdad es que me aterra), pero me da que nos vamos a reír un montón en el intento.

Ha sido una gran idea apuntarme a esto, la verdad.

Tienes un e-mail...

*Cling*
El programa gestor de correo avisa de la llegada de un nuevo correo. Mira distraídamente el icono que se ha instalado en la barra de tareas, pero sigue leyendo la prensa.

*Cling*
Un nuevo aviso, esta vez de la cuenta del Messenger que no usa. Seguro que es algún correo ofreciendo Viagra o con alguna de esas cadenas para ser feliz y enamorar a quién te enamora, sólo por reenviar el correo a no sé cuántas personas. Paparruchas.

Vuelve a su prensa, aparcando los correos. Después de leer tantas "buenas" noticias, necesita echarse unas risas para hacer las paces con el planeta. Seguramente en el correo tenga algo...
Abre el programa, pero en vez de encontrar algún correo lleno de chistes, ve un correo suyo. Bromas y chistes como es habitual entre ellos. La mayoría de los días no se le hace duro que sigan siendo solo amigos, pero hoy, no sabe muy bien porque, no es uno de esos días.

Con un regusto amargo en la boca, cierra la tapa del portátil y se acerca hasta la cocina a por una cerveza. Quizás le quite el mal sabor de boca...

Vuelve a sentarse frente al ordenador, tamborileando con los dedos sobre la tapa. Bebiendo y fumando, piensa en porque todo tiene que ser tan complicado. Se termina la cerveza y sigue sin tener nada claro.
Duda entre tomarse otra cerveza o volver al ordenador. Quizás sea alguna pulsión masoquista, pero levanta la tapa del portátil. Aunque resiste la tentación de releer sus palabras...

Abre el correo del Messenger. Setenta y pico correos sin leer. Entre anuncios de Viagra, correos en que le informan sobre premios multimillonarios y las dichosas "cadenas", ve una dirección familiar. ¿Cuánto hace que no sabía nada de ellos? ¿Diez años? Y tenía que ser precisamente hoy...
Siente la tentación de enviarlo directamente a la papelera, pero la curiosidad le puede.

Mirad que grande está ya nuestro peque...

Y una foto. Un niño pequeño, riéndose. Con unos enormes ojos color chocolate. Prácticamente iguales a aquellos que tanto añora.

No puede contenerse y cierra el portátil de un manotazo, como si con ese gesto, pudiera cortar el torrente de recuerdos. Y el dolor.
Enciende un pitillo, procurando calmarse. Por un lado, se siente miserable por no alegrarse por la alegría de personas a las que aprecia. Pero por otro, esa foto representa lo que quiso, lo que pudo haber tenido... Y que ya no tendrá.

*Cling*
Su teléfono móvil. ¿Qué viejo fantasma será esta vez? Fuma lentamente, mirando el móvil con desconfianza. Lo coge unos segundos, sopesando si abrir el mensaje o no.

Finalmente, deja el móvil sobre el portátil y regresa a la cocina.
Quizás la botella de vodka que tiene enfriándose en la nevera le sirva para encontrar alguna respuesta.

O para adormecer el dolor...

martes, 2 de marzo de 2010

Pensamiento

El sábado, en otro fin de semana de corre-corre (a ver si me digo un poco más alto eso de no estresarme, porque para mí, que me estoy quedando teniente), tuve tiempo de ir al Prado, para participar en la actividad "Una obra. Un artista".

El cuadro elegido el mes pasado era el Hipómenes y Atalanta de Guido Reni, que podéis ver más abajo (aunque la foto no le hace justicia y merece una escapadita al Prado para verlo al natural).



Yo no voy a hablaros de aspectos artísticos o estílisticos, pues no sé (Turulato, ¿te animas?), pero sí de algo de lo que observé en esa visita y que me hizo cavilar.

Si alguno no conoce la leyenda de Hipómenes y Atalanta (que según una de las versiones del mito, son los leones que tiran del carro de la diosa Cibeles) le recomiendo la lectura de Las Metamorfosis de Ovidio (aquí lo podéis encontrar). Según este mito, Hipómenes está enamorado de Atalanta. Y así nos lo contaron en la actividad.

En el transcurso de la misma, además de observar el cuadro, observaba a los observantes. Y todos estaban de acuerdo en la fidelidad de la obra al mito. Y sí, es como si se hubiera congelado el tiempo durante la carrera. Hipómenes acaba de lanzar una de las manzanas y Atalanta, que se quería dejar ganar, se inclina a recogerla. Pero...
Yo alzaba la vista, miraba la cara de Hipómenes, miraba al respetable, volvía a mirar a Hipómenes y por más que lo intentaba, en ese gesto de desdén que es su rostro, no veía ni rastro de enamoramiento. (Desde antes de que empezara la actividad y conociendo la historia, pensaba que a mí un enamorado me mira con esa cara y que le aguante su madre).

De regreso a casa, pensando, me preguntaba si la psicología de los personajes, sus motivaciones, no eran importantes en el mito y en su representación.

¿Es que sólo importan las acciones y no los motivos que las impulsan?

Nota: Atalanta, siendo uno de los personajes menos conocidos por "el gran público" siempre me gustó. No era la típica mujer engañada o seducida por un Dios o la causante de todos los males, sino que tenía carácter y personalidad propia.

Una mañana extraña...

Beep, beep, beep.
Estiro un brazo hacia la mesilla, apago el despertador del móvil y me quedo unos minutos remoloneando en la cama.

Beep, beep, beep.

¡Pero qué mier...! ¡Si lo he apagado!. Vuelvo a estirar el brazo a tientas, pulso el botón algo más cabreada y me doy media vuelta en la cama.

Beep, beep, beep.

Siento unas ganas terribles de estirar el brazo, coger el móvil y estamparlo contra la pared, pero me contengo. En cambio, estiro el brazo, vuelvo a pulsar el maldito botón y me pongo las gafas y me levanto camino de la ducha.

Beep...

beep...

beep...

¿El móvil? En cuánto salga de la ducha, lo estampo.
Un parpadeo.
Abro los ojos. Mi vista es borrosa y al tocarme la cara, me doy cuenta de que no llevo las gafas puestas y de que aún sigo en la cama. ¿Ein?
Cojo el móvil, apago ese pitido odioso y miro la hora. Media hora más tarde de lo normal.
Me siento en la cama algo desconcertada. ¿Estaba soñando? Pues ha sido todo tan vívido que me daba la sensación de ser la realidad.
Vuelvo a repetir las mismas acciones que ¿hace un rato? y me voy a la ducha, con esa sensación de desconcierto. Sensación que no me abandona el resto de la mañana.

Beep... beep...

Vuelve a sonar mi móvil. Lo miro con cierta desconfianza.
¿Y si no estuviera escribiendo en el blog y estuviera a punto de levantarme por tercera vez en esta mañana?

Creo que necesito dormir más...

lunes, 1 de marzo de 2010

Aunque no sea conmigo... (o lo que significa amar)

Acabo de escuchar un trozo de esta canción, que no conocía, en la farmacia. Apenas una estrofa y se me ha metido, como dice Turulato, hasta las entrañas.



A placer,
puedes tomarte el tiempo necesario
que por mi parte yo estaré esperando
el día en que te decidas a volver
y ser feliz como antes fuimos.

Sé muy bien
que como yo estarás sufriendo a diario
la soledad de dos amantes que al dejarse
está luchando cada quien por no encontrarse.

Y no es por eso
que haya dejado quererte un solo día
estoy contigo aunque estés lejos de mi vida
por tu felicidad
a costa de la mía

Pero si ahora tienes
tan solo la mitad del gran amor
que aún te tengo
puedes jurar que al que te tiene lo bendigo
quiero que seas feliz
aunque no sea conmigo.