Diminutos
Los diminutos,
nadie saben dónde están,
pequeños seres bondadosos,
están viviendo con nosotros
pero seguro que no los verás.
Así empezaba una serie de dibujos que veían mis hermanas cuando era pequeña. No recuerdo nada de la serie, salvo esa estrofa. Hoy me he despertado tarareándola, metida insistentemente en mi cerebro.
Ayer lo hablaba con el socio, y más tarde salió en otra conversación (¿será que los relajantes musculares me sueltan la lengua y hablo de lo que no hablaría normalmente?).
En ocasiones, escucho o leo algo que me resulta interesante. Observo, proceso y a veces, quiero dar mi opinión. Pero me retraigo. Sobre todo, ante personas que saben más que yo o que resultan importantes para mí. Y como yo no me puedo esconder dentro de una pared, lo hago detrás de la chulería o cada vez más frecuentemente, en el silencio, procurando aprender. Y no es que no sepa, que en ocasiones sé, sino que dudo. ¡Puñetera duda!.
Con todo lo que abulto y lo diminuta que me siento en tantas ocasiones...
2 comentarios:
Equivocada
Ya somos dos los que opinamos lo mismo.
¿No escuchas y tienes en cuenta a quienes saben más? Pues aplícate el cuento y haznos caso.
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