martes, 22 de agosto de 2006

Algunos poemas

La verdad es que desde que regresé de esos tres días libres de Mollina apenas he tenido tiempo para dedicarlo a otra cosa que no sea el trabajo, así que tengo esto un tanto abandonado. Y sí, tengo varias cosas en mente, pero necesito tiempo para pensar antes de escribir.

Hoy estuve buscando unos papeles que me hacen falta para matricularme en la UNED en las viejas carpetas del instituto dónde guardo mi vida académica.
He de decir que siempre fui un poco 'rara'. Mientras mis compañeras tenían adornadas sus carpetas con fotos de macizorros y de cantantes de moda, yo la tenía adornada con fotos de los cuadros que me gustaban, ciudades que quería conocer o carteles de películas de cine. En el interior, en vez de las típicas rimas tipo "Dime con quién andas y si está bueno me lo mandas" yo tenía poemas que siempre me gustaron. Así que hoy, al coger una de esas carpetas, estuve releyendo esos poemas y decidí que quería poner alguno más en la bitácora (ya puse dos de mis favoritos aquí y aquí

Romance del prisionero
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.


Canción del pirata - José de Espronceda
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
Y allá a su frente Estambul:
-Navega, velero mío,
sin temor
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río:
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna antena
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento,
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.


Canción del jinete - Federico García Lorca
Córdoba.
Lejana y sola.
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
¡Ay qué camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay, que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!
Córdoba.
Lejana y sola.

La destrucción - Charles Baudelaire (traducción de Ulisses Petit)
A mis costados, sin cesar, se agita el Demonio;
flota alrededor mío como un aire impalpable;
lo aspiro y siento que abrasa mis pulmones
y los llena de un deseo eterno y culpable.
A veces toma, conoce mi gran amor por el Arte,
la forma de la más seductora de las mujeres
y, bajo especioso pretexto de aburrimiento,
acostumbra mis labios a filtros infames.
Me conduce así lejos de la mirada de Dios,
jadeante y rendido de fatiga, en medio
de las llanuras del Hastío, profundas y desiertas,
y lanza a mis ojos llenos de confusión
¡vestidos manchados, heridas abiertas
y el parto sangriento de la Destrucción!

Ayer te besé en los labios - Pedro Salinas

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.

El Tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?-
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡He vuelto de mis andanzas por tierras lusas!!! En primer lugar, 'moito obrigado'. Nos han gustado mucho los sitios que nos recomendaste y nos lo hemos pasado muy bien.
Yo ya sabía que eras algo rarita pero no sabía que tenías alma de poetisa. Aunque todas, salvo la canción del pirata, son un poco tristes... ¡Arriba ese ánimo! Que te queda menos para las vacaciones y me ha dicho un pajarito que te vuelves a ir de crucero en octubre.
Un abrazo enorme

Silvia dijo...

Fran, guapo, me alegro de teneros de vuelta y de que os haya gustado Portugal.
No tengo alma de poetisa, sólo me gusta disfrutar de las cosas bellas. ¡Ya me gustaría a mí saber transmitir mis sentimientos de esa forma!
Queda todo el mes de septiembre por delante, pero bueno, se hará lo que se pueda para que no se haga pesado.

Dianora ¡guapa!. ¿Qué tal por tierras germanas? ¿Te trataron bien los alemanes? ¿Y tus amigos?
Bueno, descansa del trajín y ya nos contarás que tal, que será un placer leerte.

Besos

Angel Bermúdez dijo...

Me gustaron los dos últimos... Gracias
Angel Bermúdez
"Ternuras Asustosas... Homenaje a la Amistad"
http://www.angelbermudez.com

Silvia dijo...

Ángel, bienvenido y de nada.
Yo sólo me limité a copiarlos y el mérito es de Baudelaire y de Pedro Salinas.

Un saludo