jueves, 15 de febrero de 2007

Porque yo lo valgo

Nueve y media de la mañana.
Cualquier otro jueves, estaría en la oficina, con los cierres echados y revisando los faxes que han llegado por la noche pero hoy no. A esas horas estaba recién salida de la ducha, con una taza de leche con Cola Cao y viendo la tele (dibus que si empiezo a ver noticias me pongo de mal café) mientras mojaba galletas en el Cola Cao.
Hoy me he cogido el día para mí y no he ido a trabajar. Porque me apetecía, pero sobre todo, porque lo necesitaba.

Así que después de desayunar tranquilamente, me he preparado y he salido a la calle pues había quedado en Atocha con una amiga. ¡Hasta la meteorología se ha aliado conmigo! Un día primaveral, con solecito...tanto que he estado con la chaqueta en la mano y manga corta gran parte del día.

Poco antes de las once, mi amiga y yo estábamos ante nuestro objetivo del día: la exposición de Tintoretto en el Museo del Prado.
¡Qué maravilla! Os la recomiendo encarecidamente. Sí, podíamos haber ido el fin de semana, pero habría mucha más gente y no habríamos disfrutado como lo hemos hecho. Hemos estado más de dos horas viendo la exposición, sin prisas, sin agobios. Y después, hemos aprovechado para ver alguna obra de la colección permanente antes de irnos a comer.

La comida...
Como nuestro plan original se ha truncado (comer al lado de los jardines cuando los acaban de abonar no es muy agradable) nos hemos ido a tomar unas cañas a la Taberna de la Dolores antes de irnos a comer al Donzoko, un japonés que está cerca del Congreso de los Diputados.
¡¡Qué risas!! Ella no está pasando una buena época, pero nos hemos puesto a recordar anécdotas del crucero que hicimos juntas, de algunas noches de juerga que nos hemos corrido y de este sábado pasado (quedamos a comer y llegué a casa a las 4 de la madrugada, con 5 mojitos en el cuerpo más no sé cuanto vino blanco) y le ha servido para desconectar.

Un cafecito en una terraza al sol para anular el efecto del sake y vuelta al Prado. ¿Por qué? Pues porque a las 6 íbamos a ver la exposición, explicada por una educadora del museo. Si por la mañana, hemos contemplado y disfrutado; por la tarde, hemos aprendido.

Al salir, una agradable conversación mientras picábamos algo con unos vinitos, ligoteo-vacile con unos italianos y la promesa de repetir la jornada lo antes posible antes de despedirnos (la próxima en Ávila).

15 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué te cogiste un día libre? ¿Sin motivo? ¡¡Dios mío, empieza el fin del mundo!! (jejejeje)
Me alegro que disfrutaras de tu día de asueto, pero una duda, ¿con la entrada puedes entrar y salir en el mismo día? Porque si no, lo que hiciste tú, se te pone en un pico.
Y otra duda, ¿cómo se hace para irse a comer y regresar a tu casa a las 4 de la madrugada?
Un beso

Silvia dijo...

No, lo cogí con motivo. Lo necesitaba. Y el fin del mundo sabes que empezará cuando en Madrid finalicen las obras.

Respecto a la entrada, por lo que yo sé, tienes que pagar cada vez que entras. Mi amiga tuvo que hacerlo, yo no.

Es un proceso simple. Decís que soy yo la que os lío, pero lo que me pasa es que me provocáis y caigo.
Alguno de vosotros dice "Venga que a esta ronda me invito yo" y claro, yo me siento impelida a pagar la siguiente. Y vosotros otra y yo otra y nos reímos, charlamos, nos volvemos a reír y así nos dan las cuatro de la madrugada...

Besos

Anónimo dijo...

Me lo explique:
Mi amiga tuvo que hacerlo, yo no
¿Por qué tú no pagaste? Mira que eso de colarte en los sitios por el morro no me cuadra contigo...

No, no, no...La que lías eres tú, que eres el nexo común en esas juergas.

Más besos (se nota que tenemos poco trabajo, ¿verdad?)

Silvia dijo...

Pues sí, se nota que tenemos poco movimiento...

A ver como te explico lo de la entrada. Tú has visto Cyrano de Bergerac, ¿verdad?.
Al principio de la película, en el teatro, el portero le pide la entrada a dos soldados. Uno de ellos dice algo así (lo digo de memoria) como "Yo no pago, sirvo en la Casa Real" y el otro "Yo no pago, soy mosquetero". Pues algo parecido hice yo ayer...Pasé por mi cara bonita.

Besos

Anónimo dijo...

He disfrutado leyéndote casi tanto como tú en tu día libre. Es sanísimo ese asueto entre semana.
Y perdóname la osadía, pero mi vena teatral me impele a transcribirte la escena del Cyrano:

PORTERO.- ¡Quince sueldos! ¡Es la entrada!
CABALLERO.- ¡Yo entro gratis!
PORTERO.- ¿Vos? ¿Por qué?
CABALLERO.- Soy de la guardia montada.
PORTERO.- (A otro CABALLERO que acaba de entrar)¿Vos?
CABALLERO 2º.- Tampoco pago nada:
soy de la guardia de a pie.

Un beso

Anónimo dijo...

Pasé por mi cara bonita

Tienes una cara bonita, pero no creo que sólo con eso te dejen pasar al Museo del Prado. Así que cuéntame, que intrigado me hallo...

Silvia dijo...

Oshidori, creo que me voy a recetar a mi misma más asuetos como ese antes de que empiece la temporada alta de mi trabajo.
Me sentó genial y además, el ayuntamiento de Madrid tiene propuestas muy interesantes entre semana que bien podría ampliarlas a los fines de semana para los que trabajamos.
Y por supuesto que estás perdonado. Todo nuevo conocimiento es bienvenido y además, el teatro me gusta.
No recuerdo las palabras exactas pero sé que el diálogo de la película de Rappenau difiere del texto que has transcrito. Por cierto, al leer tu artículo sobre el pataleo en el teatro me acordé del inicio de la película, dónde sucede algo parecido.

Fran, es muy sencillo.
Desde hace años, tengo la tarjeta de Museos Estatales. La renuevo todos los años y me permite acceder a los museos de titularidad estatal (salvo al Thyssen, cosa que me fastidia bastante) tantas veces como quiera.
De todas formas, ayer, si hubiera querido, si habría pasado por mi cara bonita porque dió la casualidad de que una de las vigilantes de seguridad es cliente mía y me colaba si hubiera querido.

Besos para ambos

Anónimo dijo...

Gracias por perdonarme, pues he debido resultar muy pedante al transcribir la escena. Pero el Cyrano es mi gran debilidad, un personaje que todavía no he "hecho" (como me descuide se me pasa el asao). Hice el Cristián, pero no es lo mismo...
La jornada en Ávila puede ser estupenda. (Unas judías del Barco y unas mollejas en el Rastro... ganicas de llorar de la emoción me entran).
Un beso

Silvia dijo...

¡Para nada resultas pedante! Además, el personaje de Cyrano es uno de mi favoritos y cualquier mención es siempre bienvenida. Si tuviera que escoger otro personaje de la obra, seguramente antes que a Christian o a Roxanne (que me cae un poco mal), escogería a De Guiche.

Los judiones y las mollejas seguro que están exquisitos y regados con un buen vino...No, no, no. Es mejor pensar en otra cosa, que yo tengo que retomar la dieta que estos días de inactividad física por los exámenes han pasado factura.

un beso

Anónimo dijo...

días como estos deberías tomarte unos cuantos a lo largo del año, que la vida son dos díasssss....
Ay Tintoretto, qué bien...
Venga ahora te deseo buen finde. Besos

Chus dijo...

Yo de mayor quiero ser como tú :-)

Besos

Turulato dijo...

Elo, ¡sí vieses cómo interpreta Oshidori!. ¡Lo vive!.
La última que me ha hecho es convertirse en don Mendo, a mi lado, mientras pedaleaba. ¡Casi m'esmorro!.

Silvia dijo...

Tha, ya que no puedo escaparme como quiero entre semana, al menos disfruto los fines de semana siempre que puedo.

Dianora, ya llegaste a la parte de hacerte regalos en forma de horas extras. Ahora toca esta clase de regalos ;-)

Turulato, pues cuando actúe, nos lo filtras y procuramos escaparnos para verle.
Cuidado con las bicis estáticas que tienen un peligro...

Besos para todos

Vitore dijo...

Yo he ido alguna vez con mi hermana a eso del Prado que se llama el Cuadro del Mes que es explicado por un par de expertas. Siempre que he ido me ha gustado.

Besitos

Silvia dijo...

Este mes toca La Trinidad de El Greco. A ver si me puedo escapar el fin de semana que viene e ir "a clase".

Besitos