viernes, 5 de marzo de 2010

San Miguel Árcangel

No sé que es exactamente, pero este cuadro tiene algo que me fascina.


San Miguel Árcangel
Anónimo
Museo del Prado
Realizado alrededor del 1.495 - Lienzo, 242 cm x 153 cm.

3 comentarios:

Fran dijo...

Yo no lo encuentro fascinante. De hecho, no me gusta.

Turulato dijo...

Pues bien, ¿puedes identificar lo que te fascina?. Que conste que tras mi pregunta no hay otra pretensión que contemplar a través de tu mirada. Me haces aprender.

Silvia dijo...

Aparte de los mil detalles que tiene el cuadro (las palabras, creo que en hebreo en la espada ¿qué pondrá?; los adornos de la armadura; el reflejo del propio pintor en el escudo, el rostro femenino del arcángel...) me fascinan las miradas.

Alguien me habló de la mirada de San Miguel, del rictus de su boca, como un gesto de desprecio, de superioridad. Y yo para nada lo veo así. Hay aceptación de lo que tiene que hacer, sí. Pero desapasionadamente, con cierta distancia. Veo cierta misericordia como si le dijera "¡Qué pena me das! Tú solito te has apartado de su Gloria...y eso es peor que lo que yo te voy a hacer".

Luego está la mirada de la Bestia. Es una mirada cansada, triste, de animal lastimado y desvalido. Y no tengo la sensación de que sea por la derrota en sí, sino porque se ha dado cuenta de su error, de su soberbia... Quizás demasiado tarde.

Además, hay muchas más miradas en los ángeles y diablillos.
Algunos de los ángeles tienen un cara de mala leche y sadismo, como si disfrutaran perversamente con su victoria. En otros es de lástima. Y en otros de aburrimiento y algo de desidia. Hay dos ángeles en el coro de la izquierda que parece como si estuvieran diciendo "Fijate, Mari, la que le está cayendo a Lucifer. Si es que siempre fue un bala perdida"
Hay una figura, vestida con un manto verde, cerca de la mano que empuña la espada Los ojos cerrados, la cabeza ladeada...Quizás duerma o esté herido. Es delicada, me gusta.

Como la bestia que está bajo el pie derecho de San Miguel, una con aspecto de dragón (con la lengua fuera) y la misma mirada de estar desvalido. También me gusta.

Todo el conjunto de estas cosas, me fascina. Pero sobre todo, como he dicho la mirada de los dos personajes principales.

No sé si aprenderás algo de todo esto, pero es lo que a mí me cuenta.