Cáscara vacía
He pensado que estoy triste y en ese momento, me he puesto a llorar. Pero las lágrimas eran frías, racionales y al pensar sobre ello, desaparecieron. Ni siquiera dejaron un poso amargo. O triste. Ni nada de nada.
Me quedo pensando unos instantes. Sí sé que me duele y me provoca tristeza, ¿por qué me siento tan ajena a mí misma? ¿Será cosa del cansancio? No tengo más del habitual y mi tiroides está bien. Y los problemas, pues los de siempre. Todo sigue igual que siempre, así que no puede ser.
Quizás sea ese el problema, pero pienso que no es ese. No, no estoy cansada de estar cansada. De hecho, no estoy nada.
¿Y entonces? Busco algo que me provoque risa. Pienso en aquel día en que me reí escuchando un monólogo y me río. Acaba el pensamiento y con él mi risa. Y la misma sensación de que no ha quedado nada. Como si fuese impermeable.
Pienso en tu sonrisa, en nuestras conversaciones, en tu voz. También en la de él, en su forma de abrazarme, en su sabor... Sonrío y al cambiar de pensamiento, no queda ni siquiera el calorcito ese de las cosas buenas.
También pienso en las cosas malas: en la incertidumbre, en tus medias verdades, en mis cabreos... pero nada. Ni me despeino y pronto me resbala.
Creo que tendría que angustiarme al pensar que no siento, pero nada. Toco mi piel. Está fría a pesar de que hace calor.
Un pensamiento cruza mi cabeza como un fogonazo. Muy apropiado. Recuerdo un poema de Burton: Cerilla y Palillo y la imagen que lo acompaña.
Quizás de sentir, me he autoconsumido y ya no queda nada que alimente ese calor. O quizás siempre ha sido así y no he vendido otra cosa más que una farsa y hoy se acabó la opereta.
6 comentarios:
Adivino no soy. Y tampoco estoy seguro de nada. Solo tengo lo vivido y recuerdo lo sentido. "Todo sigue igual que siempre,.... De hecho, no estoy nada.". Solo hay algo que nos impulsa a seguir, a seguir buscando.
El tiempo torna sobre si mismo. La existencia se agosta de tanto repetirse. Y aguantamos; de hecho, aguantamos muchísimo, problemas gravísimos. Pero lo que llama mi atención no es ni el aguantar ni el peso de la carga. Lo que atrae mi mirada es la Tristeza.
Al cabo, a mis años, si se algo es poco, simple y sencillo: Vivimos en una batalla entre el Miedo y la Esperanza, y de ahí que nos embargue unas veces la Tristeza y otras la Alegría.
Tenemos que elegir y vivir en consecuencia. Sin razones, sin explicación alguna, sin certezas. Solo porque la Verdad está en la Entrega. Tú me lo enseñaste y te creo.
Y no pasa absolutamente nada si te derrotas una y otra vez. Confía. El Amor es invencible.
Jo, cualquier comentario depués de el comment tan sabio que te ha hecho Turulato queda deslavazado.
Yo te diría que an veces nos embarga la tristeza y otras la alegría, pero lo que te empuja a seguir es la ilusión.
Después de tantos años de leerte, guapa, no se mucho de tí "por fuera", pero al escribir te vuelcas por dentro y te puedo asegurar algo: eres muy rica, hurga un poco, busca dentro de tí e ilusiónate.
Con cómo eres, eso para tí es de lo más sencillo.
Un abrazo
Os agradezco a ambos los comentarios, pero estoy bien. Esto es sólo un relato en primera persona, pero aunque tiene, como todo lo que escribo, cosas mías, no es la realidad en este momento.
Lo mío es sólo cansancio y a diferencia de la protagonista del relato, sí que siento. A veces, hasta demasiado.
Gracias a ambos de nuevo.
Un beso,
Me lo imaginaba. ¡Menos mal!
Los que no sienten ni padecen nunca escribirían así. Y solo los que tienen un corazón repleto sienten de vez en cuando ese vacío de la existencia. Ya sabes, la "nausea". Si la reconocemos sabremos domesticarla.
Un abrazo.
Porque he leído los comentarios, que si no, te llevabas una colleja, que yo también creí que era cierto.
¿Nos invitas a mí y a la family mañana a una cerveza en Atocha? Luego te doy un toque y te cuento a que hora llego y a que hora me voy.
Anda ,que turulata me tienes chata !! Nunca sé cuando es de verdad ó" relato" ,pero aún así siempre estás tú en el fondo ,aunque te disfraces !!
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