viernes, 13 de enero de 2012

Cuesta de enero

Hoy no me he levantado temprano para estudiar. No he sido capaz de escuchar ninguna de las tres alarmas de mi móvil, que me despiertan cada día.

Miro sobre la mesilla y veo el Actimel, sin tocar, que tenía que haber sido mi recena. El libro que estaba leyendo (menos mal que no era el kindle) ha amanecido en el suelo. Caí dormida tan pronto, que ni me dio tiempo a quitarme las gafas. Pero no importa. Estoy agotada y necesitaba dormir del tirón, sin interrupciones. El cuerpo, que es muy sabio, lo ha conseguido gracias a mi sordera ante las alarmas. Ahora la conciencia, que es muy puñetera, me mortifica.

Al salir de la ducha, he preparado la bolsa para el gimnasio. Me noto las piernas pesadas pero también las veo algo más firmes y eso me da energías suficientes para encarar el último día de gimnasio de la semana.

Supongo que, además de los achuchones económicos, para mí la cuesta de enero supone días de mucho trajín. Entre los exámenes, ahora el deporte, FITUR, BTL, el cuarto trimestre del IVA y el trabajo... Pero bueno, pasará y veré el fruto de este esfuerzo, con lo que voy aprendiendo y consolidando.

1 comentario:

Fran dijo...

Venga, que ya queda menos.