domingo, 14 de junio de 2009

Beautiful day

Anoche tomando unas cervecitas (tinto de verano en mi caso) había momentos en que no podía quedarme quieta en la silla. Iba moviéndome, acompasada con la música que sonaba de fondo, ajena a todos. La música no me gustaba especialmente (era chunda-chunda), pero era algo hipnótico.

César me miraba, se reía diciendo que estaba en otro mundo. Tenía razón. Dejé una parte de mi neurona atenta al exterior, pero yo estaba en mi mundo. Después de muchos fines de semana, anoche fue el primero, en meses, en el que no hablé de hospitales, neuras propias o ajenas, o de trabajo y en el que me pude tomar una copa tranquila. Por cierto, delicioso el Legendario Elixir de Cuba 7 años, con ese toque dulzón que le dan las pasas que se maceran en su preparación.

Camino de casa, estalló una tormenta. No pude evitar quedarme un rato, a pesar de lo poco que me gustan las tormentas con aparato eléctrico, bajo la lluvia. Con una sonrisa tonta, mientras las gotas de lluvia bajaban por mi cara, refrescándome, hasta ponerme como una sopa. Después de una ducha, no me dió tiempo ni a apoyar la cabeza en la almohada, porque caí en brazos de Morfeo enseguida.

No he dormido muchas horas, pero me siento descansada. He encendido la televisión, bajito, para poner los canales musicales. Y sonaba esto:



Aparte de caérseme la babica, porque está rodado en Cádiz y me encanta esa ciudad, me ha hecho darme cuenta de las ganas que tengo de irme de botellón playero, con algo más que las gaviotas y los jubilados del IMSERSO que me encuentro cuando me voy de vacaciones. Ver amanecer después de las risas, de darse un chapuzón, de bailotear toda la noche.

No creo que sea posible irme de botellón playero, pero como le comentaba ayer a un amigo, exprimiré lo que tengo a mi alcance para hacer que mis días, sean beautiful days.

2 comentarios:

Turulato dijo...

Tus palabras de hoy son una excelente manera de darme los buenos días.

Fran dijo...

¡Qué bien nos cuidamos! ¡¡Ya era hora!!
Un abrazo