"Secuestro"
Esta mañana, como se puede comprobar en el anterior artículo, estaba muy quemada. Y esta tarde, la tónica ha sido la misma, salvo por un paréntesis muy agradable que he tenido y que me ha hecho afrontar la tarde de otro modo.
Un amigo me ha "secuestrado" y me ha llevado a tomar un tinto de verano. O dos o tres, que tampoco nos vamos a poner tiquismiquis echando cuentas (Porque como en otros asuntos, no importa tanto la cantidad ni el tamaño como la calidad).
Mi amigo me ha contado algunas anécdotas que ha hecho que me olvidara de los gilipollas matutinos. No hemos hablado ni del sentido de la vida, ni de amor, ni de la crisis ni demás cosas serias. Lo más serio de lo que hemos hablado ha sido sobre sexo y tampoco hay que tomarse el asunto muy en serio.
Las preguntas más trascendentales que nos hemos hecho han sido del tipo ¿Por qué a hacerse una paja se le llama hacerse una paja? ó ¿Qué hacen por la noche los papeles de nuestras mesas que por la mañana hay más? ¿Follan y se reproducen?.
Y una que me planteé ayer y en otras ocasiones y que hoy volví a hacerlo: ¿Por qué a aquellos que no les gustan (o no les apetecen) los caracoles se ponen ciegos mojando en la salsa de los míos?.
Así, al poco, mientras mis eritrocitos y leucocitos compartían mis venas con el tinto de verano y las preguntas absurdas iban saliendo una tras otra, hemos pasado a las carcajadas.
¡Qué gusto da disfrutar de algo tan simple como una buena compañía, miradas chispeantes de complicidad, muchas risas, un tinto de verano y un plato de caracoles!
2 comentarios:
Lo de la paja viene...; como soy vergonzoso, ya te lo contaré.
Lo de los papeles lo origina una obnubilación cerebral, debida a una estenosis de los conductores captadores; o sea, que llega un momento que no sabes ni como te llamas y, mucho menos, que haces, donde y como lo haces, y en que cantidad. Así cuando recuperas el nombre te asustas de lo que sucedió durante tu ausencia.
Lo de los caracoles salseros.. Vivimos en el falso mundo de la imagen; to dios quiere darla buena.. Unos, directamente, ni comen ni beben ni dejan ..; pero otros se contienen, porque no tienen ni repajolera idea de a que sabe el bicho ni como comerlo. Pero viene a resultar que te ven disfrutar y la duda les corroe..; no van a rechupetear los que vas dejando, que no estaría bien, y comerse cosas redonditas y alargadas solo lo hacen del que manda. Así que entran al trapo, digo a la salsa; ¡qués te país, antes España, siempre ha sido pringoso y muy panero.
Jamás me había hecho esas preguntas. Bueno, la de los papeles sí.
Lo de los caracoles, yo me acuso de ser uno de los que moja pan en tu salsa, pero porque sé que eres generosa y no te importa demasiado. Ya sabes que los bichitos no me gustan demasiado y con uno o dos me conformo, pero la salsa, está de un rico...
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