domingo, 20 de septiembre de 2009

Up

A Carl le cuesta levantarse por las mañanas a causa del reuma y arrastra algo los pies al andar, mientras se apoya en su andador. Si gritas mucho, puede apagar su sonotone para no escucharte. Se muestra algo gruñón, desde que perdió al amor de su vida. Amor al que conoció de casualidad pero que es de esos grandes amores (de los que no sólo se contemplan el uno al otro, sino que miran juntos hacia un futuro común).

Russell es un niño gordito de padres divorciados, que sabe mucho en teoría pero que nunca ha puesto esos conocimientos en práctica. Aún tiene esa ingenuidad que le permite creer en gamusinos y esa curiosidad que le permite abrir bien los ojos frente al mundo.

Los dos, Carl y Russell, protagonizan una historia creada por ordenador, pero que es de las más humanas que he visto en mucho tiempo. Lloras, sonríes, ríes a carcajadas, te estremeces, vuelves a reír o llorar y acabas disfrutando de una historia tierna y suavemente vital.

No penséis que al ser de dibujos, es sólo para niños, porque os perderéis una pequeña joya. Antes de una de las películas con las que más he disfrutado en los últimos años, para abrir bocar, un cortometraje, Parcialmente nublado (podéis verlo aquí) lleno de ternura. Otra pequeña joya.

1 comentario:

Fran dijo...

El fin de semana que viene íbamos a ir al cine con Diego a verla. Ahora más convencidos.
Me ha encantado el corto a mí también.
Un abrazo