jueves, 24 de marzo de 2011

Funambulista

Anoche me acosté con la crisis en Portugal, esta mañana me he levantado con la dimisión de Sócrates. Además de las repecursiones que pueda tener en el conjunto de la economía española, ante un posible rescate del país vecino, a mí me preocupa especialmente. La gran mayoría de mi negocio se realiza en Portugal y uno de mis clientes, es una fundación del gobierno portugués.

Abrir por las mañanas el periódico o ver las noticias se ha convertido, para mí (y supongo que para muchos), en una tortura los últimos cuatro años. Vas leyendo las noticias de economía y pensando en como puede afectar a tu pequeño negocio y empieza la congoja a instalarse en la boca del estómago. Además, en los últimos tiempos, las noticias internacionales no hacen más que darnos disgustos a los de mi sector. Para mí, que no tengo hernia de hiato, como me diagnosticaron, sino congoja acumulada.

Es frustrante. Tanto, que a veces dan ganas de gritar de pura rabia y amargura, a ver si se te va la congoja. Porque no es sólo trabajo son ilusiones, esfuerzos, momentos gratos, el primar el trabajo bien hecho y el querer prosperar sin pisotear a nadie... Y ves que todo pende de un hilo, que no parece merecer la pena esforzarse.

En fin, basta de quejas, porque no voy a solucionar nada. Me vuelvo a currar, a ver si logro no caer de la cuerda floja.

P.S.: Todo mi ánimo a Portugal. Sé que son un país trabajador y que lograrán salir adelante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hay un buen numero de empresarios portugueses que estan esperando la intervencion europea como agua de mayo,por algo sera.animo

Turulato dijo...

El problema, tanto en Grecia, Irlanda, Portugal,... es el mismo y muy fácil de entender: Cada uno de esos estados es como una familia que genera "X" dinero cada cierto periodo de tiempo. Por lo tanto, cuenta con esa cantidad para vivir; puede pedir un crédito para alguna necesidad o proyecto concreto, pero siempre calculando antes que sus ingresos le permitirán pagarlo.

El problema viene cuando el padre de familia (los políticos que gobiernan, jugando con lo que no es suyo sino de todos)gasta más que lo que tiene su familia. Algo así como tener un padre ludópata, drogadicto... Hemos quebrado.

La solución no es poner a trabajar a la mujer y las hijas como putas por rastrojos, ni vender a los hijos como esclavos. La solución es tan sencilla como no gastar lo que no tienes ni lo que no es tuyo.

Antes nos sacrificarán a todos. Los políticos. Son unos don nadie hambrientos...