lunes, 3 de enero de 2005

Maus

Cuando llegué a Burgos, no todo eran sorpresas desagradables (como la desaparición de la perra). Mi madre me había comprado un cómic como regalo de Papa Noel (olvidó comprarme un regalito) y el escogido fue este, recomendación del dependiente (es una edición de Planeta en un tomo, que sale por unos doce euros). Y acertó de pleno, pues desde que leí la crítica en el desaparecido Freak Times, tenía ganas de meterle mano.
Maus es una hermosa novela gráfica, ganadora del premio Pullitzer de 1992 (creo que es la única vez que se le ha dado a una obra de estas características)
Su autor, Art Spielgeman narra la historia de su padre, Vladek, superviviente del holocausto nazi. A lo largo de los capítulos, Vladek va contando su vida a su hijo, desde mediados de los 30 en su Polonia natal hasta su llegada a los Estados Unidos, pasando por todo el horror de la guerra.
Al mismo tiempo, somos testigos de la relación entre Vladek y Art y del proceso creativo de esta novela (y las discusiones con su padre) y de las dificultades a las que se enfrentó el autor (como sus dudas acerca de su capacidad para retratar el horror de Auschwitz).
Vladek se nos presenta como un hombre tacaño, huraño, terco, racista (a pesar de que él mismo ha sufrido ese racismo)…quizás una dureza de carácter que usa como caparazón para olvidar el dolor de perder a su familia e hijo, las atrocidades de las que fue testigo o para superar el suicidio de su amada Anya (la madre de Art).
Todo esto se nos presenta como una fábula, dónde los judíos son representados como ratones y los nazis como gatos (jugando con el simbolismo, aunque no entiendo muy bien porque los polacos son cerdos o los franceses ranas y conejos). El dibujo es sencillo, pero muy expresivo, con lo que transmite la emoción de la historia.
Mientras pasas sus páginas, vas acompañando a Vladek en su sufrimiento, viendo como hombres normales son capaces de las mayores atrocidades o heroicidades; como lucha por mantener con vida a su familia y a su amada Anya…en algún momento, es más que probable que tengas que parar de leer, porque tienes los ojos encharcados de lágrimas.
Es algo más que una novela histórica. Es un relato de la condición humana, que os recomiendo encarecidamente (aunque no os gusten los cómics).

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