Día del libro
Que os regalen a todos muchos libros y rosas. Yo os dejo aquí un regalito, dos fragmentos de libros que me gustan mucho.
En uno de los escenarios cantó una mujer.
El público se sobresaltó.
La mujer dejó de cantar. Se llevó una mano a la garganta. Inclinó la cabeza mirando a los músicos, y comenzaron otra vez.
Los músicos tocaron y la mujer cantó, y esta vez el público suspiró y se inclinó hacia adelante en los asientos; unos pocos se pusieron de pie, sorprendidos, y una ráfaga helada atravesó el anfiteatro. La mujer cantaba una canción terrible y extraña. Trataba de impedir que las palabras le brotaran de la boca pero éstas eran las palabras.
Of cloudless climes and starry skies;
and all that's best of dark and bright
Meet in her aspect and her eyes.
La cantante se tapó la boca con las manos, y así permaneció unos instantes, inmóvil, perpleja.
- ¿Qué significan estas palabras? - preguntaron los músicos.
- ¿De dónde viene esa canción?
- ¿Qué idioma es ese?
Y cuando los músicos soplaron en los cuernos dorados, la extraña melodía pasó otra vez lentamente por encima del público que ahora estaba de pie y hablaba en voz alta.
- ¿Qué te pasa? - se preguntaron los músicos.
- ¿Por qué tocabas esa música?
- Y tú, ¿qué tocabas?
La mujer se echó a llorar y huyó del escenario. El público abandonó el anfiteatro. Y en todos los trastornados pueblos marcianos ocurrió algo semejante. Una ola de frío cayó sobre ellos, como una nieve blanca.
En las avenidas sombrías, bajo las antorchas, los niños cantaban:
...and when she got there,the cupboard was bare, And so her poor dog has none!- ¡Niños!- gritaron los adultos - ¿Qué canción es esa?¿Dónde la aprendistéis?
- Se nos ha ocurrido de pronto. Son sólo palabras, palabras que no se entienden.
Las puertas se cerraron. Las calles quedaron desiertas. Sobre las colinas azules se elevó una estrella verde.
En el hemisferio nocturno de Marte los amantes despertaron y escucharon a sus amadas, que cantaban en la oscuridad.
- ¿Qué canción es esa?
Y en mil casas, en medio de la noche, las mujeres se despertaron gritando. Las lágrimas les rodaban por las mejillas y los hombres trataban de calmarlas.
- Vamos, vamos. Duerme. ¿Qué te pasa? ¿Alguna pesadilla?
- Algo terrible va a ocurrir por la mañana.
- Nada puede ocurrir. Todo está muy bien.
Un sollozo histérico: -¡Se acerca, se acerca!¡Se acerca cada vez más!
- Nada puede sucedernos. ¿Qué podría sucedernos? Vamos, duerme, duerme.
El alba de Marte fue tranquila, tan tranquila como un pozo fresco y negro, con estrellas que brillaban en las aguas de los canales, y respirando en todos los cuartos, niños que dormían encogidos con arañas en las manos cerradas, y amantes abrazados, y un cielo sin lunas, y antorchas frías, y desiertos anfiteatros de piedra.
Sólo rompió el silencio, poco antes del amanecer, un sereno que caminaba por una calle distante, solitaria y oscura, entonando una canción muy extraña.
Poema 9
¡Hay tantos hombres sin amor, tantas mujeres sin amor!, de ellos podías obtener un triunfo con mucha gloria. Roma, si no hubiese desplegado sus fuerzas por el mundo entero, aún ahora estaría hecha de cabañas cubiertas de paja.
Después de haberse fatigado, el soldado marcha a los campos que le han concedido; al caballo se le deja ir libre de ataduras a los pastizales; amplios astilleros protegen a la nave de pino sacaba a tierra; y se reclama la inofensiva espada de madera una vez usada la metálica. También para mí, que tantas veces he servido en el amor de una mujer, sería ya el tiempo de jubilarme y vivir tranquilamente.
¡Dispara, niño, contra mí! Desnudo y sin armas me ofrezco a tí, aquí tienes tú fuerzas; aquí actúa tu diestra: hacia aquí llegan ya espontáneamente tus flechas, como si tú se lo hubieras mandado. Apenas su aljaba les es más conocida que yo.
Infeliz aquel que consiente en estar descansando la noche entera y llama al sueño su gran recompensa. Tonto, ¿qué es el sueño sino la imagen de la helada muerte? Ya te dará el destino tiempo ilimitado para que descanses.
A mí, que me engañen unas veces las palabras de mi traicionera amiga (gozos grandes, en verdad, me proporcionará la espera) y que otra me diga lindezas o me dirija reproches. Disfrute yo a menudo de mi dueña, a menudo retíreme rechazado.
Es por tu culpa, Cupido, por lo que tu padrastro Marte es ambiguo: mueve tu padrastro sus armas a ejemplo tuyo. Tú eres ingrávido y mucho más obediente al viento que tus alas; y das y niegas los goces con incierta constancia. Pero si, en compañía de tu hermosa madre, escuchas mis ruegos, ejerce sobre mi corazón tu poder sin abandono. Sométanse a tu poder las mujeres, muchedumbre demasiado veleidosa: habrás de ser así venerado por ambas partes.
5 comentarios:
¡Muchas gracias, guapa! Que te regalen a tí muchas rosas (pero sin espinas) y unos cuántos libros (aunque es díficil acertar contigo).
Me han gustado los textos que has puesto (no he leído ninguno de los dos libros) y trataré de hacerme con las "Crónicas marcianas" para leerlo estos días, que tengo tiempo entre picor y picor.
Un beso variceloso
¡Pobre Fran!; tanto chocolate..
De los días dedicados a algo, el 23 de Abril es el que me cae más simpático, pues sí leyésemos viviríamos mejor. ¡Y es tan agradable leer!.
Gracias por tu regalo.¡Y muy interesantes los libros elegidos!
Hombre, Turu, no es de recibo meterse con un pobre enfermo.
Si fuera por comer chocolate dejaba de comer y listo, pero el responsable de los picores es un virus contagiado por un amigo de mi enano.
Así que como el culpable no es el chocolate, voy a zamparme un trozo de brownie. Y es que aquí la rubia ha venido este mediodía a vernos y nos ha traído un brownie casero.
Y me ha dejado sus Crónicas marcianas. Si es que vale un imperio...
¡Redios, como me pica todo el cuerpo!
Gracias por estos fragmentos tan deliciosos. Me encanta Ovidio.
¡Ánimo, Fran! Yo también pasé la varicela de mayorcico y sé lo espantosa que es.
Turu, deja al pobre Fran que está pachucho. Ni mi hermana que pasó una varicela muy chunga, tenía tantos granos en la cara.
Si leyésemos, tendríamos más información y más capacidad de análisis... aunque a lo mejor hay a quien no le interesa eso.
Respecto a los libros, me costó elegir, porque me gustan muchos y muy variados.
Fran, el brownie era para tí y tu niño. ¡Déjale un trozo! Y disfruta del libro.
Oshi, todo lo que he leído de Ovidio (que ha sido Las metamorfosis, el Amores y el Arte de Amar) me ha encantado.
Tengo otras obras suyas en la lista de pendientes, pero es que esa lista es muy larga y cada día crece más.
Besos a todos
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