martes, 30 de octubre de 2007

Invasión

4 comentarios:

Turulato dijo...

Casona de mi tierra -siento-. Cristales protectores, tras los que aprendí a contemplar..

Mar dijo...

Cómo me gustan las casas envueltas en hiedra ¡y qué de bichos se esconden ahí! :)

Silvia dijo...

Si, Turu, casona de tu tierra. Concretamente en Comillas, cerca de la iglesia de San Cristóbal. Alcé los ojos un poquito y me cautivó. Aunque hacía sol y era más día de cañas que de chocolates, me imaginé detrás de esos cristales con una taza de chocolate en una mano y mirando la vida a través de esos cristales.

Tha, no hay nada como una buena fumigación. O en su defecto, comprarse un bicho más gordo (tipo camaleón o tortuga) que se coma a los bichos pequeños.

Besos a los dos

Anónimo dijo...

Bonita casa.
¿Cuándo dices que te mudas al norte?
Un abrazo