lunes, 17 de diciembre de 2007

"Apariciones marianas"

En ocasiones, cuando estoy metida en pleno conflicto interno o veo el panorama cargadito de nubes, sucede algo casual, repentino, que hace que el panorama se aclare o que "gane" mi parte Jekyll a mi parte Hyde. No sé si se me aparece la Virgen como decía uno de mis abuelos o mi subconsciente, que está alerta para que no me desmadre demasiado. Sólo sé que sucede.

El sábado por la tarde me examiné para obtener mi título de patrón de embarcación.
La experiencia ha sido excelente, aunque llegó un momento en que me ahogaba un poco. No por los estudios en sí, sino porque convertí algo que me encanta en una especie de prueba vital para demostrarme a mí misma ciertas cosas. Y dejé de disfrutar.
Justo antes de entrar al examen, volvió ese sentimiento y todos los temores asociados a él.

Frente a la mesa con la carta, me temblaban las manos. Cuando dí la vuelta al examen, por más que leía y releía, era incapaz de comprender nada y me parecía todo escrito en arameo. Revisé el móvil varias veces (móvil que sonara durante el examen, examen invalidado), aún sabiendo que lo había apagado mucho antes. Me puse a mirar al tendido. Todo el mundo inclinado sobre la mesa, haciendo el examen y yo viendo el panorama, mientras pasaban los minutos, peleándome conmigo misma, lo que acrecentó mi ansiedad.

Cuando estoy en pleno conflicto interno, suelo dar golpecitos con el dedo, generalmente sobre la mesa o en el labio. Supongo que con la cadencia de los golpes, me voy centrando. En esas estaba, dándome golpecitos en el labio y al borde las lágrimas, cuando me dí cuenta de que estaba repitiendo siempre la misma cadencia.
Toc, toc, toc, toc, toc. Cinco golpes cortos. Mi aparición mariana.

La verdad es que me costó no estallar en carcajadas. Una vez calmada, esta vez de mi ataque de risa silenciosa, cogí el examen y a disfrutar. Tenía la copia de una carta naútica para mí solita y lo que más me gusta de la teoría, los ejercicios de navegación. Después, todo fluyó tranquilamente.

No sé si he aprobado o no y no lo sabré hasta finales de enero, pero no me preocupa demasiado. Que apruebo, genial, ya podré alquilar un barco y a fuerza de equivocarme, aprender a navegar. Que no, pues a seguir intentándolo. Lo único que tengo que recordarme a mí misma, es que lo hago porque me gusta y me hace feliz, no porque necesite probar nada (bueno, al Estado sí jejeje).

4 comentarios:

Fran dijo...

Joven, anótese una colleja, por lo que usted ya sabe. Y no me sea tan quejica, que seguro que luego aprueba. Que tus compañeros de curso, lo veían clarísimo.
No sé si será tu ángel de la guarda, pero me da a mí en la nariz, que tiene mucho que ver con la pasión y las ganas de vivir que mencionaba Turulato en su último comentario.
Ahora, ¿serías tan amable de explicarme por qué te dió el ataque de risa? Es que yo no le veo la gracia a 5 golpecitos.

Un abrazo, piratilla.

BLAGDAROS dijo...

Es curioso lo que hacemos para intentar concentrarnos. Yo he cambiado de tics muchas veces a lo largo de mi vida.

Hoy por hoy, lo que hago es dar golpecitos con el bolígrafo sobre el labio inferior.

Mucha suerte con ese exámen, que aunque no sea nada vital, supongo que te agradará tener el título.

Oshidori dijo...

¿Una patrona de embarcación ahogándose? ¡De eso nada! Y miedo de naufragar no tenemos. Ya me fastidia tener que esperar a enero para felicitarte...
Un beso

Silvia dijo...

Fran, ¿recuerdas al compañero del curso que te presenté? ¿El que se reía con mis trucos nemotécnicos (pero que el jodío usa)? Cinco señales cortas indican que el barco no sabe que vas a hacer. Mi regla nemotécnica fue una frase "¿Qué coño vas a hacer?" (el taco era necesario para que fueran cinco palabras). Y creo que la frase, me venía en ese momento que ni pintada.
Por cierto, ya tengo tu décimo de lotería y si nos toca, a Brasil que nos vamos.

Gracias, Blag. Pues sí, me agradará. Más que nada, porque me gustaría ir alquilando un barco para seguir aprendiendo y hacer, en un futuro no muy lejano, la ruta de Ulises. Aunque yo no tengo ninguna intención de descender al Hades.

Oshi, también se ahogan, también. Y lo del miedo, ¿tú no me has visto a mi manejar el timón, verdad? Que no....que el profe dijo que era prudente y no se me daba demasiado mal.
A ver si puede navegar pronto, que tengo mono.

Besos para todos