miércoles, 24 de junio de 2009

Presentimiento

Abro un ojo completamente despejada. Estiro un brazo y cojo las gafas, mientras que con el otro cojo el móvil para mirar la hora. Como aún es temprano, me quedo remoloneando en la cama, estirada y canturreando una canción que suena insistentemente en mi cabeza.


Me levanto y aprovechando que nadie me ve, comienzo a bailotear al ritmo que suena en mi cabeza, hasta que me rugen las tripas y me doy cuenta del hambre que tengo.

Me acerco a la nevera y me proveo de unas picotas para matar el gusanillo antes de meterme en la ducha. ¡Redios qué bien sienta una ducha fresquita en una mañana de verano! Mientras desayuno, me siento tentada a encender las noticias pero, ¿por qué me voy a amargar una mañana tan estupenda tan pronto? Cojo el mando de la tele y me decanto por los canales musicales. Y como si fuera un presagio del que creo que será un buen día, suena esta canción


Hay días en el que el mundo se confabula para que tengas un día de mierda (como el lunes de esta semana). Otros, para que tengas un día estupendo.
Creo que hoy me toca del segundo tipo.

3 comentarios:

Fran dijo...

Pues espero que termine igual de bien que empezó y que nadie te amargue la existencia.
La música, tiene marcha y revitaliza. Me gusta.

Turulato dijo...

Y si con las cerezas te enchufas un vaso de agua fresquita, tendrás un día divertido..

alelo dijo...

Pues aprovéchalo, que ya verás como luego viene algún individuo o similar que te lo estropea.

Al tiempo.

Posdata.- Espero no haber sido yo.