jueves, 9 de septiembre de 2010

Mañana de jueves

Esta mañana me levanté de buen humor tras una larga noche de sueño reparador. Estuve un rato estudiando en la cama hasta que se levantó una de mis sobrinas y desayunamos juntas un tazón con cereales.


Al ir a la ducha, empezó a oscurecerse la mañana. No me sentó nada bien ducharme con agua fría con el resfriado que tengo. Y es que a la caldera nueva le dió por ponerse en huelga.
Salí de casa con el día un poco torcido y sin poder parar de estornudar. Mientras iba hacia la parada del autobús, ví a una de las personas más coñazo que conozco y que tengo la desgracia de padecer.
¡Ya está! Me coloco bien visible el cable de los auriculares y clavo mi mirada en los apuntes, para dar la sensación de estar abstraída y ocupada en mis asuntos. Dió exactamente igual porque hay personas que no captan esta clase de señales. Y la persona coñazo de esta mañana es de ese tipo de personas.

Con la cabeza aún más como un bombo y el día más negro, me he montado en otro autobús. ¡Cuánto daño han hecho Carlos Sáinz y Fernando Alonso a algunos conductores de la E.M.T.!
Se creen que llevan un Fórmula 1 y pasa lo que pasa. Ha dado tal frenazo que más de un par de gafas ha volado, junto a periódicos y libros, por los aires. Y varios pasajeros. Entre ellos, la que esto suscribe que ha frenado con el puño derecho contra la pared y sobre la que ha frenado un tiarrón de casi metro noventa y más de cien kilos de peso. (Señor, si alguna vez te he pedido que me cayera del cielo un tío así no era para que te lo tomaras en sentido literal)

Considerablemente de peor humor, he llegado al lugar de mi último examen. Como tenía tiempo, me fui al bar a tomarme un vaso de leche y a leer el periódico a ver si me relajaba.
El camarero, Esperanzista convencido ha comenzado a darme un mitín político sobre las bondades de la presidenta de mi Comunidad. Entre que tenía el día torcido y que he sufrido las "bondades" del gobierno regional en materia de educación, no tenía muchas ganas de hablar y así se lo he dicho. De buenas al principio, con peor cara a la tercera vez y de malas al final.

Dicen por ahí que cuanto más atractivo te ves a ti mismo, más atractivo ven otros en ti. Creo que con los malos días pasa algo parecido. El mal humor sólo atrae mal humor.

Así que por el bien de mi mano derecha que es la que sufre los estragos de esa clase de días, me he obligado a mi misma a relajarme. Antes de entrar al examen, me he puesto las Variaciones Goldberg interpretadas por Glenn Gould, que es una pieza que me relaja y hace que me centre.

El examen salió como un churro como era de esperar, pero yo salí tranquila y sonriente, con ganas de disfrutar de mi primera mañana libre en meses. Y va a ser que esto del karma funciona, porque en el metro camino del Prado, se ha sentado a mi lado un chico que olía a gloria bendita y con unas manos preciosas.
(Por cierto, os recomiendo la visita de la exposición, que está hasta el día 19. He ido en varias ocasiones y siempre mereció la pena).

Ahora estoy sentada con el netbook, con una taza de Rooibos humeante, en un sillón comodísimo del Starbuck's de Neptuno, viendo a madrileños y turistas pasar mientras escribo e imagino. Cuando acabe, me iré a leer un rato, al sol, debajo de un árbol del Retiro, antes de irme a comer con una amiga a un japonés.

Seguramente acabe siendo un buen día.

6 comentarios:

Fran dijo...

¡Lo que te da de sí la existencia!

Me alegra que el día no se torciera y espero que estés mejor del resfriado. Lo de la mano, no ha sido nada, ¿no?

Fran dijo...

¡Lo que te da de sí la existencia!

Me alegra que el día no se torciera y espero que estés mejor del resfriado. Lo de la mano, no ha sido nada, ¿no?

Oshidori dijo...

Mi experiencia personal es que un día funesto termine por convertirse en aciago. Me alegra no coincidir contigo. No me creo lo del churro. Me encanta tu sesión de chafardeo en el Starbuck's, ¡cuánto hubiera querido compartirla, con lo bien que lo pasamos en las terrazas! Un besico.
Ah, la derecha en el bolsillo (y me refiero a la mano).

Silvia dijo...

¡Acabó siendo un día estupendo!
Me lo pasé genial en la comida (y el sushi de vieira sigue estando delicioso), la tarde fue relativamente tranquila en lo laboral y acabé en una terraza con la familia, tomando un refresco antes de llegar a casa y dormir como un bebé diez horitas.
La mano va mejor. Me puse hielo y me dí trombocid y no me duele nada aunque aún está algo amoratado.
Este fin de semana seguramente vaya con los peques al Retiro y llevemos sus patines a ver si aprenden a patinar.

Oshi, doy mi palabra de honor que el examen fue un churro, tal y como me esperaba. No pasa nada ya la aprobaré más adelante. Ha sido un verano muy turbulento, con más achaques que de costumbre y me doy con un canto en los dientes si apruebo alguna. Ahora me toca ponerme al día con algunas lecturas pendientes y disfrutar un poquillo.
¡A ver si nos vemos pronto para chafardear en vivo y en directo!

Un besazo a ambos

Unknown dijo...

¿Ves cómo la buena música no solo es capaz de cambiar tu ánimo y salir mejor del examen que cuando entraste, sino que incluso tiene el poder de cambiar un día aciago por otro magnífico?

Espero que te encuentres ya mejor a estas alturas.

Silvia dijo...

Bueno, creo que además de la música y de la exposición de Turner, tuvo mucho que ver la voluntad de la que esto escribe, que yo empecé estupendamente y quería que siguiera así. Además, me queda mejor la sonrisa que el gesto de cabreo.