miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mens ¿sana? in corpore... p'al escombro

Otra noche más de insomnio. Podría aprovechar y leer un rato o acabar uno de esos borradores que llevan durmiendo el sueño de los justos meses. Pero no. Lo único que hago es hacer tiempo a ver si el analgésico hace efecto y puedo rapiñar un poco de sueño.

La rodilla me duele horrores. Noto como me tiembla de vez en cuando el cuádriceps y siento como se mueve la rótula sin llegar a salirse, gracias a Dios, otra vez del todo. Me he quedado en una postura un tanto incómoda, pero no me pienso mover no vaya a ser que la líe. (Me acaba de dar un zurriagazo, que casi se me cae el notebook al suelo del respingo que he dado)

Ayer me quitaron el vendaje y me dijeron que fuera poco a poco apoyando el pie y flexionando la rodilla, siempre con el apoyo de las muletas. Lo primero que hice, fue quedar con mi hermana, que vive cerca del ambulatorio, a tomar un café. Tendría que haberme ido a casa, pero llevaba dos semanas sin salir a la calle y quería que me diera un poco el aire.
Un trayecto en el que normalmente tardaría, pisando huevos, tres minutos, me llevó casi veinte. Una tortuga artrítica y sin una pierna habría tardado menos que yo, pero iba con mucho cuidado, apoyando el pie muy poquito y fijándome dónde ponía las muletas, que el suelo estaba húmedo y cubierto de hojas. Camino del autobus, me emocioné y apoyé el pie algo más.

Llegué a casa cansada, con la pierna izquierda algo cargada, pero contenta. Y claro, esta mañana me emocioné y volví a salir. Incluso me planteé ir a buscar a mis sobrinos al colegio. Ilusa...

Han sido apenas doscientos metros lo que habré caminado y ahora mismo estoy como si acabara de correr la marathon ida y vuelta. Porque no es sólo la rodilla lesionada, sino que miro a la "sana" con aprensión, pensando que pueda imitar los afanes independentistas de la otra.

Hace un momento, mezcla de cansancio (llevo días sin dormir en condiciones), dolor y autocompasión, me he puesto a llorar. En silencio, para no dar el follón, que todos duermen. Mordiendo la almohada.

Y aunque sé objetivamente que esta lesión, aunque se desarrolló a los catorce años, es un defecto congénito, no he podido evitar preguntarme qué narices me he hecho para haberme querido tan poco.

4 comentarios:

Fran dijo...

¿Cómo ha amanecido? Luego te pego un toque y hablamos.
Ánimo y no pienses tonterías

Turulato dijo...

No has hecho nada. Que lo que te sucede no es por tus pecados ni por tus costumbres. Somos como somos, nos ocurren unas cosas, vivimos lo que sea y ya está. Haz lo que aquel: mira a tu alrededor...

Simplemente, cada uno tenemos nuestra vela. Olvídate de si es así o asá y continúa con lo que toca. ¿Difícil?; sobre todo, aceptar esa manera de pensar, pero no hay otra. Ahora te canto...

Anónimo dijo...

Silvia me has dado mucha penita ,que rabia que te haya pasado justo ahora tan cerca de Navidad,con lo que te gusta a tí jugar con tus sobris..
Estoy de acuerdo con Turu en que todos tenemos nuestra vela ,pero a veces, es que se junta todo y según como estés de ánimo lo llevas peor,le pediré mucho a la Pilarica por tí ,cuando vaya a verla como todas las semanas.
Puede que no te sirva de nada ,pèro al menos en ese momento te mandaré toda mi energía positiva !!
Besazos gordos y ánimo.MER.

Silvia dijo...

Turu, no tengo responsabilidad en que se me haya salido la rodilla esta vez, que no estaba haciendo el cabra. Pero sí en, sabiendo como tengo las rodillas, no haberme cuidado un poco más. De esos polvos, vienen ahora estos lodos. Así que me toca ración de ajo, agua y resina.
Y seguir andando, aunque sea con muletas.

Muchas gracias, Mer. Sigo jugando con los niños, aunque no todo lo que me gustaría. Eso sí, me estoy haciendo una experta en Scalextric.
Los ánimos mejoran. Si logro dormir, mi ánimo mejora considerablemente. Y aunque hoy no, ayer dormí bastante.

Además, después de una mañana entera en el hospital, observando miserias y bondades humanas, lo mío es una tontería.
Besos para todos