domingo, 23 de julio de 2006

¿Ángel de la guarda?



Que síiii, que sé que lo haces por mi bien, ¿pero no puedes recurrir a métodos menos desagradables? No sé, una colleja que no duele mucho. O un capón, que no deja marcas. Pero no, tú con un pelín más de mala leche, que a veces no sé si eres mi ángel de la guarda o el diablillo ese que sale en los dibujos animados.

Sí, lo confieso. Ayer por la tarde no pude resistirlo y me salté la dieta. O al menos lo intenté, porque allí estaba mi 'ángel de la guarda' para evitar que fuera por el mal camino (aunque con métodos de dudable gusto)

Llevaba parte de la tarde de compras, pateando Madrid, presa de un calor sofocante y pasé por delante de un establecimiento de comida rápida, con su aire acondicionado dentro y que tenía un cartel de un helado realmente tentador... y bueno, soy débil y caí en la tentanción.
Así que estaba yo, feliz, sentada en una mesa con mi tarrina de helado y repasando mentalmente mis compras y lo relajante de mi jornada (antes de las compras había estado en el SPA), cuando alcé la vista y los ví, los instrumentos de mi 'salvación'.

Eran dos, un hombre y una mujer, de unos cuarenta y pico años, sentados en una mesa frente a mí.
Ella con una camiseta de tirantes ajustada, de un chillón color verde, que le iba que ni pintada, pues no paraba de hablar (con la boca llena, claro) a voces a su acompañante. ¿Nadie le explicó a esa mujer las ventajas, en ocasiones, de mantener la boca cerrada? Por ejemplo, cuando se mastica. Que no tiene que ir enseñando su bolo alimenticio a nadie, o al menos, no a mí, que soy muy pudorosa para ciertas cosas. En fin...¿Por qué en vez de volver a mi apacible existencia de minutos antes, seguí contemplando ese 'espectáculo'? ¡Quién lo sabe! Sólo sé que aún faltaba el número principal: Él.
Parecía mayor que ella y tenía una prominente barriga cervecera. Estaba comiéndose (más bien devorando) una ensalada. No había acabo de masticar lo que tenía en la boca, cuando se metía más comida. El problema es que los trozos de lechuga eran muy grandes para metérserlos de un sólo bocado y se le quedaba colgando sobre la barbilla, como una lengua verde, chorreando aliño, mientras masticaba lo que tenía en la boca y veías retraerse la 'lengua verde' (me recordó a un camaleón).
Que digo yo que podría haber usado el cuchillo y comer trocitos más pequeños, pero no... Además, de vez en cuando, como su pareja, compartía con el mundo su bolo alimenticio. ¡Exhibicionistas!

Fascinada y asqueada a partes iguales, apostaba conmigo misma cuantas gotitas de aliño (porque si el cuchillo no lo usaba, la servilleta tampoco) le caerían sobre la camisa. Cuando acabó con la ensalada, usó la servilleta (casi me levanto y le aplaudo) y pensé que ya había acabado el circo. ¡¡¡Error!!!
Cogió la pajita de su vaso de refresco, la aplanó usando los dientes y empezó a hurgarse con ella entre las muelas sin ningún pudor, para quitarse algún resto de comida. ¡Qué asco más grande! Porque se sacaba los 'paluego' y se los comía (ahora cuando lo recuerdo para escribirlo, me entra el mismo repelús)
Asqueada, volví a mi tarrina de helado, que tenía abandonada desde que, trágicamente, había empezado a ver todo eso. Y ya no me parecía tan atractivo y apetecible el helado. Así que cogí la tarrina y la tiré en la papelera y me dispuse presta a abandonar la escena, antes de que el señor nos ofreciera algún espectáculo más (no sé, le faltaba rematarlo poniéndose a eructar).

Apenas me salté la dieta (un par de cucharadas de helado), pero a costa de tener el estómago revuelto un buen rato. ¡Los caminos del señor son inescrutables!


P.S.: Este artículo es consecuencia de la frustración producida por no poder comerme un helado (¡con lo bueno que estaba!) a causa de mi curiosidad malsana y de un par de cerdos. Ah, y de uno de mis locos con fervor religioso, que al poco del salir del 'fast-food' me dijo que tenía un ángel de la guarda que me protegía
(¿Por qué si habia 50 personas esperando en el semáforo en ese momento, tuvo que echarme la charla a mí? ¿Es qué los demás no tienen ángeles? Encima con recochineo...)

9 comentarios:

Turulato dijo...

¿No eructó?. ¿Y no se echó un pedo?.
Y, por lo que sé, en esos sitios no hay sopa que sorber..
Aunque siempre es posible burbujear cuando se acaba la bebida...
Como ves, toda acción es perfectible.
Un beso churrupitoso

Silvia dijo...

Dianora, recibe las clases de civismo en el mismo sitio que reciben las clases de buen gusto e higiene algunas personas.
Creo que estoy especialmente susceptible y me fijo más en ciertas cosas, pero últimament veo cada cerdo y cada hortera suelto por el mundo...
Y yo me pregunto, ahora que muchos hombres llevan bolsito, ¿por qué no llevan un cepillo de dientes de viaje? ¡Con lo fresquita que se te queda la boca! Y lo que se lo va a agradecer la 'parienta' cuando la besen.
He captado el mensaje (hasta que me vaya de vacaciones): nada de helado. Y menos Haagen Dasz, que están demasiado ricos (Hmmm, chocolate belga o pastel de queso con fresas hmmm).

Turulato, no sigas, que me lo estoy imaginando y me pongo mala. Eso me pasa por entrar a ciertos sitios, si es que no puede ser...
¿Ya tocan besos? ¿Qué ha cambiado? Bueno, bueno, yo me callo que los besos están muy bien :-)

Muchos besos para ambos

Silvia dijo...

Por cierto, ¿qué es churrupitoso?

pedazodecaos dijo...

hija por dioxxx que asquito más grande... yo que me estaba comiendo un arroz con leche mientras te leia... se me ha agriado la leche...
Yo no se pero me da que el ángel ese que tienes como que es retorcidillo no?

Silvia dijo...

Pedazodecaos, lo siento :-(. ¡Con lo rico que está el arroz con leche! Y sí, mi ángel tiene un poco de mala uva, pero es que va a juego con la protegida (o sea, 'moi'). Pero es adorable una vez que vences el instinto natural de asesinarlo :-P

Dianora, duerme tranquila, que seguro que Turulato nos lo explica. Y lo del buen gusto...
A mí me parece muy bien que la gente no tenga complejos, pero un poquito de buen gusto se agradece. Es como algunas señoras de cierta edad. Yo no digo que vayan vestidas con las perlas y la falda de paño pero, aunque tengan un cuerpazo, tampoco tienen edad de ir vestidas de 'Spice Girl' (además de que la mayoría no tienen un cuerpazo). Y al menos tu señora iría depilada, ¿no? Porque el otro día me fijé en el metro e iba una señora vestida de forma parecida a la que mencionas (pero con un top de tirantes) y llevaba unas melenas en las axilas...
Por el bien del resto de la humanidad a la que pertenezco, un consejo a esa gente (bueno, dos): "la depilación es tu amiga" y "si vas a llevar sandalias, la pedicura también es tu amiga"
Besos

Turulato dijo...

¡Como está el patio!. "Churrupitoso".... ¿Te imaginas al fulano de tu artículo dándole un beso a su prójima en aquel momento...?. Bocas grasientas.., restos de mahonesa.., ruido.. "Gore" en estado puro.
Y si, me voy. Dado que "álguien" trabaja he considerado prudente descansar por vosotras. Mi pipa -no fumo, pero en las noches veraniegas..- y yo nos vamos a dormir a las montañas, que aquí no hay manera.
Los besos perdidos... Se recuperan con facilidad. ¡¡¡Y vosotras tenéis la culpa!!!. Me tenéis tan mimado que cada día me enfurruño con más rapidez.
¿Cómo se titula esa zarzuela en que un viejecito churrupitoso como yo va a las verbenas de Madrid, acompañado de una morena y una rubia..?.
Era un gilipollas.
Yo, cualquier día, os rapto, sultanas mías.

Silvia dijo...

Turulato, me he imaginado la escena del beso y yo hoy perdono el almuerzo, porque ahora mi estómago está montado en su particular "Dragon Khan".

Los besos perdidos no se recuperan. Hay otros nuevos, pero esos besos que queremos dar y no damos, se quedan en nuestra maleta. Así que nada, a mimar y a dejarse mimar, que además (y seguro que Dianora coincide) mimarte a tí da gusto.
Eres nuestro Don Hilarión (pero tú no eres ni viejecito ni churrupitoso) y voy a tener que hablar con la morena, para ser nosotras las que te raptemos para que nos lleves a la verbena de la Paloma, a tomar una limonada y unos barquillos. ¡¡Pues no íbamos a presumir nosotras ni nada del brazo de semejante caballero!!.
Un beso castizo

Eleder dijo...

Efectivamente, Eloryn, los ángeles de la guardia tienen a veces un humor un tanto peculiar

(pero bueno, los ingleses también lo tienen, y a veces hasta lo entendemos)

Primera visita a tu blog (al que llego desde el de Akin)... así que muy buenas :)

Silvia dijo...

Encantada y bienvenido a esta bodeguita.
Ciertas bromitas se le permiten a mi angelote, aunque con esta se me revolviera el estómago.
Un saludo