domingo, 16 de diciembre de 2007

De reuniones y pasiones de vivir

Aquí estoy de nuevo. La bodeguera dice que esto es como mi casa y que me admite como socio, así que voy a abusar de su generosidad.

Ayer asistí a la que, presumo, será mi última reunión de trabajo en el sector de las agencias de viajes. Como las de casi todos los sectores, la mayoría de las veces estas reuniones son tremendamente aburridas, con alguien diciéndote que es el mejor de todos e intentando venderte su producto por enésima vez.
Claro que se hacen mucho menos pesadas y más divertidas, si se tiene la misma suerte que yo y se cuenta con alguna personas muy agradables, entre las que está nuestra bodeguera.

Podría hablaros de alguna de las anécdotas del almuerzo de ayer, pero sería demasiado largo de contar y yo no tengo gracia haciéndolo. Además, falta la interactuación entre la rubia y mi tocayo el gaditano, que sin ellos proponérselo, resulta muy simpática y divertida. Pero no van por ahí los tiros.

Hace poco leía en este artículo de Turulato, una frase. La vida y la pasión salen por cada poro de la persona. Ayer, fluyendo tranquilamente, con naturalidad, nos dimos todos los de esa mesa, un baño de vida y de pasión.

¡Cómo lo echaba de menos últimamente! ¡Y cómo lo voy a extrañar!

4 comentarios:

Turulato dijo...

Tu anfitriona desarrolla algo más que pasión, con la que existe en momentos concretos. Ganas de vivir su verdad. Habrá quien crea que son la misma cosa, pero no.
La pasión brota sola de nuestro interior, mientras que las ganas de vivir son una elección del individuo. Un ejercicio vital.
Y no es fácil vivir apasionadamente nuestra verdad. Hay que ser fieles a uno mismo.
Ella lo es. Y siéndolo, muestra una especial belleza. Honda y viva en el tiempo.

Anónimo dijo...

Me parece que la bodeguera está dispuesta a rociarnos en nuestras frascas de vino algun tipo de especia rara que nos haga sentirnos así de tanto en cuanto.

Y como estamos en esa época rara en la que "todo el mundo" dice ser feliz, o si no, se siente en la obligación de serlo, yo le pido a la bodeguera que sirva algo de eso para poder brindar por "cienes y cienes de miles" de sonrisas.

A vuestra salud,

Besiños
Chus

Silvia dijo...

Muchas gracias a todos, sois de lo mejor.

Fran, yo también voy a extrañarte.
¿Con quién voy a jugar a hundir la flota yo ahora en las reuniones? ¿Y a quién me van a adjudicar como amante las cotillas?
Pero bueno, sé que es por algo que te va a hacer muy feliz y a mí me vale.
Y lo de la vida y la pasión, es fácil que fluya cuando estás relajada y tranquila. Y yo en esa mesa, lo estaba.

Turu, no soy yo la única que muestra esa especial belleza. ¿Tú no te miras al espejo a menudo, no?

Chus, yo si quieres te preparo unos spaguettis a la boloñesa con toque de marihuana. Es una "especia" rara. Pero no te lo recomiendo, que yo aún sigo intentando recordar que hice con cuatro horas de mi vida.
¿Feliz? Yo lo soy a ratos.
Yo no me tomo la Navidad como un período de felicidad impostora y obligada, como lo siente alguna gente. Para mí es más fácil verlo como un momento de esperanza, como una especie de pagaré de felicidad futura (aunque aún no logré enterarme del vencimiento de ese pagaré). Tú, por si acaso, echa la carta a los Reyes Mago y deja los zapatos preparados.

Eso sí, yo a lo de brindar, me apunto en cualquier momento. Ron con coca cola para el druida, otro para la morena, ¿Turu hace un Negroni? y para mí, un Long Island.

Besos

Fran dijo...

Chus, ¡insensata! no le digas nada de copas ni de brindis, que acabamos todos cogorzas perdidos. Que ella el sábado no bebía por el examen, pero nos iba rellenando las copas al resto y acabamos todos con unos colores...

Silvia, que todas tus preocupaciones sean como esa, del amante que te van adjudicar. Si en un plisplas las cotillas te regalan uno nuevo. Aunque no con mi encanto, claro.

¿Has comido spaguettis con marihuana? Mujer, como decía mi tocayo el otro día, "que de cosas raras sabe esta muchacha". Que la cara que se le quedó cuando hablaste con total naturalidad de la condonería, era todo un poema.

¿Ves lo que te decía, Chus? Ya nos planta un cubata. Si es que...

Besos para ellas, abrazos para él

P.S.: Turulato, no veas lo resultona que estaba la moza el sábado con su flequillito. Pero lo mejor no fue eso, sino la guasa y el desparpajo que tenía.