Las cosas claras
Mujer 1:
- ¿Te encuentras bien? Tienes la expresión muy seria.
Mujer 2:
- No te preocupes, que mi expresión es así. Aunque esté sintiéndome de otra forma, mis rasgos expresan seriedad. Tú, en cambio, tienes una expresión socarrona, irónica.
La mujer 3, que se había mantenido al margen de la conversación se acerca a la mujer 1 y cogiéndola por la cintura entre risas, le señala.
Mujer 3:
- ¿Ésta socarrona? No la oíste hace un rato con la "recauchutada", ¿verdad? ¿No te habrás confundido y habrás querido decir "so cabrona"?
Mujer 1 (la expresión se torna más seria):
- ¿Cabrona, yo? No, no, no. Simplemente me he limitado a constatar un hecho, ni siquiera a juzgarlo, para dejar las cosas claras.
Si se dedica, con el "dedo de señalar", a señalar a los demás, puede que haya quien se fije en ella y en sus graznidos y saque a la luz los mismos u otros defectos por los que tanto critica a otros. Y si no sabe aceptarlo, que se meta el "dedo de señalar" en algunas cavidades de su anatomía a ver si le da gustito y deja de hacer daño gratuito a otros.
5 comentarios:
Muy femenino, sí; je,je.
Besicos
La identidad de la mujer 1 es evidente, pero yo quiero más "chicha". ¿Conozco a la "recauchutada"?
¿Qué tal el viaje por tierras valencianas? ¿Se dió bien lo del golf?
Ya nos contarás.
Un abrazo
Vaya, estoy de acuerdo con Oshidori. Conversación muy femenina.
Los hombres no somos así. Quizá, sólo quizá, sea porque somos simples como el mecanismo de un chupete.
Besos
Salvo porque las protagonistas son mujeres, no veo que hace esta conversación tan "femenina".
¿Alguien me lo puede explicar?
Besos
Pues porque se siente esa mala baba que solo destiláis entre vosotras, que os podéis desollar vivas con la mejor de vuestras sonrisas.
Nuestras reacciones son más simples, no tan sofisticadas como las vuestras.
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