viernes, 27 de noviembre de 2009

Día de matanza

Hace un momento me ha llegado una oferta por e-mail "Matanza 3 días. Incluye un día de matanza ibérica". Sé que ahora las leyes de protección de los animales, obligan a que el animal esté sedado/aturdido para que sufra menos. Aunque seguramente eso no se haga en estas matanzas de tipo "tradicional" y en algunos momentos, no es un espectáculo agradable.

Yo participé en un par de matanzas de cerdos cuando era pequeña.

Aún recuerdo la primera.
Los chillidos del animal se te meten hasta el tuétano y me acojoné. Pero a pesar de los chillidos y del olor a pelo quemado, me gustó.
Porque aunque en ese momento no lo percibí así, creo que fue una especie de ritual iniciático. No creo que tuviera ni seis años, pero ya era lo suficientemente mayor para tener una responsabilidad "importante".
Me hicieron cargo de un barreño de sangre y una cuchara de madera. Y mi cometido era hacer que la sangre no se coagulara. Tarea en la que me esmeré, removiendo constantemente, hasta que me dolieron los brazos. Más tarde, ayudé a mezclar la sangre con la cebolla, el arroz y las especias y ví como cosían y cocían las morcillas mientras me comía algo que mi abuelo Manuel, recordando sus orígenes, preparaba: filloas de sangre.

Pero la tarea continuaba al día siguiente. Recuerdo a Jose (el vecino propietario del cerdo) y a mi abuelo despedazando al cerdo, separando las partes que se iban a adobar, las que se iban a ahumar, las que iban para el picadillo de los chorizos... Todos los presentes, hasta la mocosa que era yo, trabajando coordinados.

Habrá quién al leer esto, piense que es una barbaridad que una niña pequeña participe en eso, que se puede traumatizar. Yo pienso en la de millones de niños que habrán participado antes y después que yo y no creo que estén todos traumatizados (yo no lo estoy y es algo en lo que me sentí orgullosa de participar).

4 comentarios:

Fran dijo...

¿La urbanita de pro hacía estas cosas de pequeña? Me sorprendes, criaturica.

Yo también he participado en la matanza y aunque se curra un huevo, hay un ambiente de celebración que lo hace agradable. Y los resultados, unos meses después, están de vicio...

¿Las filloas de sangre están ricas? Es que no acabo yo de verlo. He comido filloas normales rellenas de crema pastelera, pero filloas de sangre...

Me alegra saberte mejor. Un abrazo

Turulato dijo...

Ir aprendiendo las tareas del vivir que han impulsado la existencia de generaciones, es enormemente positivo; excepto, claro está, para teóricos varios especializados en imponer sus complejos a los demás.

Creo que no se puede analizar la cultura de un lugar solo bajo el prisma de las ideas existentes en un momento concreto y pertenecientes a un colectivo determinado. Antes bien, hay que comprender, tras estudiarlo en profundidad, el significado de cada hecho cultural y lo que ha representado para la supervivencia de las gentes a lo largo del tiempo.

Silvia dijo...

La urbanita de pro ha participado en una matanza; ha matado y pelado gallinas, codornices y otros animales de pluma; vendimiado, vareado aceituna, ido de caza y pesca...
Será que como todo es muy cansado, por eso me he hecho urbanita jajaja.

Será que como dice Turulato, yo me he sumergido en ciertas tradiciones y modos de vida en los que se enraizan mis orígenes.

Fran, sigo sin móvil. Ya sabes como localizarme si quieres.

Turulato dijo...

Por cierto. Desde mi más tierna infancia participé en la matanza de Burgos. Era el que comía más morcilla. Y durante los días siguientes el único que tenía unas indigestiones que, por pudor, no describo..