martes, 1 de diciembre de 2009

Navidad, Navidad...laica Navidad

Navidad (según la RAE): Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
Con lo que no hay que ser un lumbreras para entender que es una celebración con connotaciones religiosas. Entonces, ¿a qué viene esa moda de las navidades laicas?

Me explico.
Hace unos días, estaba en un centro comercial con mis sobrinos y ya estaba la decoración "navideña". Un árbol, luces, renos...pero ni un sólo Belén. Eso sí, osos polares y pingüinos a patadas, que todo el mundo sabe que son elementos propios de las Navidades...de Groenlandia (supongo).

Ayer, al salir del dentista, doy un paseo por Madrid para hacer algunas compras navideñas. Me fijo en la decoración en Gran Vía. Luces que simulan el skyline ¿madrileño?. ¿Será que también a Belén ha llegado la especulación inmobiliaria?
En Fuencarral, hojas otoñales (alguien del ayuntamiento se perdió el episodio de Barrio Sésamo dónde explicaban las estaciones del año...)
En la calle Mayor, decorado con mariposas. Que como todo el mundo sabe es un animal típicamente invernal.

La verdad es que, aunque quizás sean menos fashion que el árbol navideño de Ágatha Ruiz de la Prada que adorna la Puerta del Sol, echo de menos los típicos belenes, con sus pastorcitos, su riachuelo y demás. Y es que a mí, ¡qué se le va a hacer! me gusta la Navidad y que las cosas sean lo que de verdad son.

11 comentarios:

alelo dijo...

A mí también.

MABANA dijo...

Totalmente de acuerdo!!!

Fran dijo...

Insensata, ¡qué cosas tienes! ¡¡Defender algo relacionado con la religión!!
Confiesa, dí que lo que más te gustaba era el caganet.

Turulato dijo...

¿Qué quieres que diga?. Recuerdo noches frías, donde la Navidad calentaba el corazón soñando ante un Nacimiento, que después montabas en tu casa y para el que comprabas figuritas en un puesto de cualquier gran plaza pueblerina

Unknown dijo...

Pensaba algo parecido el otro día cuando me di cuenta de que en las decoraciones de El Corte Inglés por segundo año consecutivo, no solo habían desaparecido los belenes, sino que se notaba una expresa intención de evitar alusión alguna a Papá Noel y al árbol.

Creo que no es un asunto de religión o de creencias. Se trata de nuestras tradiciones, de nuestros recuerdos, de nuestra cultura al fin y al cabo, de muchas cosas que sin darnos cuenta estamos dejando desvanecerse en una miasma de post-modernidad sosa y decadente. Y me da pena. Y algo de miedo también, la verdad.

Anónimo dijo...

Fran, no sólo me gustaba sino que me gusta. Me parece el toque más humano en una escena tan emotiva.

Yo acabo de montar el Belen en el escaparate de mi oficina. Con su Sagrada Familia, su buey y su mula.
Y al que no le guste o le parezca rancio, ya sabe lo que tiene que hacer.

Oshidori dijo...

Navidad tiene sabor a Nacimiento de figuritas guardadas con mimo año tras año, a trozos de corcho y papel de plata que quiere ser río. A imaginación e ilusión, a sueños y esperanza. La esperanza de un Niño que nace.

Blas de Lezo dijo...

Pues este no creyente que suscribe lo que tu dices no se resigna a que le quiten la navidad que vivía de pequeño que le permitían sentir un poco mas cerca la navidad, los reyes y la ilusión.

Pero creo que ahora el casposismo este de lo progre que con su católica culpa sentida por ser europeo y occidental, renuncia a lo que le hace sentir bien, se escandaliza por prohibir los minaretes y exige que se quiten los crucifijos.

En fin que mientras no nos quitemos esto de la culpa por ser lo que somos y nos liberemos de semejante culpa o de semejantes progres que miran por todos me da que seremos tan perfectos y tan poco reales como un niño dentro de una burbuja esterilizada, puros pero casi muertos.

Vaya rollo que acabo de meter.

Un beso, con viento y lluvia que es lo que toca

Turulato dijo...

Don Blas, ¡de rollo nada!. La verdad exige todas y cada una de sus palabras.

Rafa Espínola dijo...

Lo cierto es que, guste o no guste, la navidad tiene unos orígenes no religiosos. Tanto en la antigua Roma como en las culturas centroeuropeas y, sobre todo, nórdicas se solía celebrar el inicio del crecimiento en horas de luz solar como el nacimiento del dios sol. Según distintas culturas dicho dios recibía distintos nombres. Estas fiestas, sobre todo en Roma, solían finalizar con la entrega de regalos a los más pequeños. Desde el siglo III fue que la cultura cristiana comenzó a fijar la fecha del nacimiento de Jesús para coincidiece con los actos tradicionales de mediados de diciembre para así favorecer la conversión del pueblo romano al cristianismo. Todo lo sucedido después es fácil de imaginar.

Por tanto, sí. Las Navidades tienen un origen completamente pagano y sí, están unidas al concepto de nacimiento, el nacimiento del dios sol frente a la oscuridad de los días.

Si alguien cree que invento, por favor, que averigüe.

Silvia dijo...

Se qué no es ninguna invención, pero mis raíces no están en esos ritos paganos, sino en la celebración cristiana.
¿Qué alguien quiere celebrar el solsticio de invierno? Me parece perfecto, que lo haga.
Pero que no me descafeínen la Navidad para adaptarla a sus creencias, porque aunque compartieran un orígen, ya no son la misma cosa.

De todas formas, creo que más que con distintas celebraciones religiosas, tiene que ver con el complejo de culpa sobre nuestros orígenes del que habla Blas más arriba.