miércoles, 16 de diciembre de 2009

Otro sobre la Navidad

Hace un rato, estaba preparando unos osos de peluche que espero que dibujen una sonrisa en la cara de algún niño. Mi madre se acercó a ayudarme y mientras preparaba mi particular saco de Mamá Noel, hemos empezado a charlar.

Sé que este año, al fallecer mi abuela no siente las Navidades como otros años. Para mí tampoco van a ser iguales y creo que será un punto de inflexión en como las siento. No me van a dejar de gustar, pero al menos este año, siento que cierta ingenuidad infantil que aún conservaba va desapareciendo y que gana espacio la melancolía. Pero también crece, aunque a veces esté un poco imbécil, una sensación de serenidad y de paz. (que no sé muy bien definir).

Quizás mi madre ha percibido eso, no lo sé. Sólo sé que me ha pedido que intente que las Navidades sean un poco como siempre y que como ve que yo sigo con ilusión, trate de contagiarles un poco, que están mustios. Será porque, aunque ellos no iban a hacerlo y no tenían muchas ganas, yo he montado el árbol (mañana acabaré de decorarlo con mis sobrinos) y el Belén. Y si es necesario y a riesgo de un nuevo diluvio, les canto un villancico (y les pido el aguinaldo).

Este año, más que nunca, me apetece estar con la familia y sintiéndome cerca, a pesar de la distancia, de aquellos a los que quiero. Disfrutando de ellos (ya sería genial si también de los peques) con cualquier chorrada y sintiendo suave esperanza.

Los regalos, las comilonas...es sólo atrezzo.



Faltaba mi villancico favorito. Feliz Navidad.

2 comentarios:

Fran dijo...

Aunque parece más dura, es igual de tierna que un oso de peluche.

El comentario no es mío, sino de Isa. Pero yo lo suscribo.

Tontorrona.

Fran dijo...

Feliz Navidad para ti también. Y para el resto de los que nos lean.