jueves, 16 de diciembre de 2004

Me siento rara

Hoy tuve un "encontronazo" con alguien muy cercano a mí, a quien quiero muchísimo.
Esa persona es un encanto, pero es terriblemente irresponsable. Da igual los años que hace que nos conocemos, no ha cambiado ni un ápice, porque siempre ha tenido personas que le han sacado las castañas del fuego. Y entre esas personas me incluyo.
Esta mañana le presté 250 euros porque "no he cobrado todo el sueldo y tengo que hacer frente a unos pagos". Y yo, que soy un poco imbécil, se lo dí. Antes de dárselo, estuve tentada a no hacerlo para que escarmentara.
El escarmiento ha tenido que esperar a la noche. Me acaba de llamar al móvil para pedirme 600 euros (se debe de pensar que los fabrico), que le hacían falta porque si no, se metía en problemas. Y después de intercambiar llamadas y sms, al final, le dije que no había más dinero y que afrontara los problemas.
A pesar de saber que estoy haciendo lo correcto (a ver si así aprende), no puedo evitar sentirme rara. Miro expectante por si vuelve a sonar el móvil...quizás para darle una segunda oportunidad.
Han pasado unos minutos desde que escribí el último párrafo y el móvil si sonó. Y vuelta el tono suplicante y al chantaje emocional para que le preste el dinero, pero no sirvió de nada.
Y ahora, sigo sintiéndome rara, mezclando el alivio con el abatimiento. Pero esta vez, tengo que mantenerme firme.

1 comentario:

Haiduc dijo...

Sólo tú puedes decidir cuál es la mejor forma de ayudar, que es tu propósito final.
Sea como fuere, siempre es mejor enseñar a pescar que dar peces, y en el peor de los casos, hacer entender lo que hay que mojarse para pescarlos.
Un beso.