miércoles, 8 de marzo de 2006

Niños

Me encantan los niños. Siempre que hay algún evento en el que hay niños, tarde o temprano acabo jugando o haciéndome cargo de ellos. Algo tan aburrido como esperar en una cola se me suele hacer más ameno cuando hay un niño pequeño cerca. Si ven que les observan, te miran con curiosidad y con cierta dosis de desafío. Y claro, lo que menos se esperan es que tú, en vez de hacerles las típicas ‘moñadas’, les desafíes a tu vez, sacándoles la lengua o haciendo muecas. La mayoría no se deja intimidar y responden a tu desafío. Esa pequeña ‘batalla’ suele acabar con risas del peque y una sonrisa muy grande en mi cara (y yo colorada como un tomate al ser sorprendida por los padres haciendo muecas).
Me repatea los adultos que tratan a los niños como si fueran imbéciles. No lo son. Simplemente no tienen ni la información ni la experiencia que tienen los adultos, pero se puede aprender de ellos. Si de las personas mayores puedo aprender escuchando sobre sus experiencias; de los niños, aprendo de su inocencia y de esa curiosidad que sienten por su entorno.
Y esa inocencia, es una de las cosas que los adultos tenemos la obligación de preservar (ya tendrán tiempo de crecer y perder parte de esa inocencia e ilusión). Otra de nuestras obligaciones sería ayudarles adecuadamente en su aprendizaje (pero como tantas otras cosas, a esta sociedad se le olvida muy a menudo) y defenderles frente a las agresiones.
Por eso, me pongo enferma de rabia (y la de barbaridades que me pasan en esos momentos por la cabeza) cada vez que veo como se mata la ilusión de un niño o se les hace daño.
Me ha pasado esta mañana al leer esta noticia.
¿Cómo puede haber tanto hijo de puta suelto por el mundo? Primero, los padres biológicos (si es que se les puede llamar padres a esos animales) y el compañero de la madre y por último, los burócratas que, en vez de pasarse la pelota y ‘marear la perdiz’
(como se puede ver aquí y aquí )
podían haber actuado. En caso de duda, siempre hay que proteger al más débil y si hubieran seguido esa consigna, esa pobre niña no estaría hoy en coma.
Desde el cabreo que siento, me pregunto para que sirven los servicios sociales. Sé que ayudan a mucha gente, pero en el fondo, no puedo evitar pensar que son para que chupen del bote los mismos de siempre. Y que dan las espalda a los verdaderos problemas y dejan a los indefensos a merced de su suerte.

2 comentarios:

Turulato dijo...

No voy a justificar lo injustificable. Nada de eso.
Pero te explico algo de lo que ocurre "al otro lado", el de lo que la gente llama policia..
Las mismas personas que reclaman acciones rapidísimas y ejemplares, que serían capaces de actuar energicamente por si solas, montan unos "pollos" gigantescos cada vez que la acción les afecta.
Entonces exigen mesura, estudio, ponderación, tiempo para decidir,...
Y, aunque en el caso que nos ocupa, parece que ha habido desidia, un día tras otro, un caso, un expediente, un juicio por excederte, cuatro días con la prensa "haciendo presa",...
Al cabo, la cuerda se rompe. Por el sitio más débil, la niña de tu noticia, y por los servicios de auxilio.
¿Y la mentalidad de la calle?. Yo sigo exigiendo responsabilidad, pero no "al no sé quien" sino a todos y cada uno de nosotros.
En mis años de piloto de pruebas, el oficial responsable de la seguridad de vuelo puso una pequeña tirita pegada en el espejo del baño de los pilotos. Decía: "Este es el mayor responsable de tu seguridad". La leías cada vez que te lavabas las manos.
Lo que no vale es llamar "hijo de puta" al guardia civil que nos multa por adelantar en cambio de rasante y, a la vez, querer fusilar al pintor que ha aparcado 10'' en la puerta de nuestro garaje.
Una gran parte de lo que nos disgusta sucede porque nuestras costumbres lo fomentan. Por ejemplo, ¿en cuantas familias españolas los niños no sólo han visto beber alcohol sino que se les ha invitado a probar?.
En Estados Unidos, al alquilar un apartamento, me sorprendió la carencia de estilo -según lo veía mi mentalidad española- y se lo dije al "cuasi" mafioso italoamericano que me atendía.. "¿No entiendses verdad?. Mira, este es un país de jodedores o jodidos; no hay caridad". Y le entendí; no busques que te resuelvan lo que tú puedes resolver, porque te joderán.
Perdona que me enrrolle.

Silvia dijo...

Turulato, me encanta que se enrolle. Escuchando las opiniones y vivencias de otros se puede aprender.

Lo que me avergüenza y me entristece de todo esto es la reacción de su entorno. ¿Tan poco importa una niña de 5 años para que nadie a su alrededor se dé cuenta de que recibe malos tratos?¿No tiene más familia, vecinos o un profesor en el colegio que se fijara en ella? ¿O somos ya tan egoístas e insensibles que pasamos del dolor ajeno aunque sea el de un niño? Sí a esto último la respuesta es sí, será mejor que el ser humano se vaya a hacer puñetas que el resto de los seres vivos nos lo agradecerán.

No era mi intención cargar las tintas contra la policía, porque realmente ellos, de todos los implicados, me parecen los menos responsables. Tras el atraco el año pasado, tuve que visitar mucho la comisaría y me dió la oportunidad de charlar con algunos policías y observar como trabajaban. Lo que me dice usted de los 'pollos' también me lo comentaron ellos y muchos se sentían desencantados con el trato que recibían por parte de la sociedad. No se sentían valorados y que hicieran lo que hicieran, ellos tenían la culpa. Si actúan con dureza, son unos animales y si no, unos vagos y unos tibios que no hacen su trabajo y dejan que los criminales campen a sus anchas. Si un policía golpea a un detenido, todo el mundo se echa las manos a la cabeza y todos los policías son violentos. Supongo que una valoración parecida es la que tienen la Guardia Civil o el Ejército.

¿Cargar las tintas contra los jueces y la justicia? Se me revuelven las tripas cuando salen ciertos casos a la luz pública, pero aún así, creo que la mayoría hacen bien su trabajo basándose en las leyes que tenemos. Lo que tendríamos que hacer los que tanto protestamos es exigir que cambiaran esas leyes para que fueran herramientas más eficaces para los jueces.

¿Cargar las tintas contra los servicios sociales? Yo me fijo en como funcionan los de mi entorno (y hablo con amigos de otras zonas y parece ser algo parecido). Nadie parece tener el valor de ponerle el cascabel al gato y tratar de buscar soluciones (y al que lo intentan, muchas veces lo tildan de idealista y lo fagocitan sus propios compañeros). Se les da mejor soltar ayudas económicas y hacer 'campañas de sensibilización' sin profundizar realmente en los problemas. Como si con ese dinero (que en muchas ocasiones va a pagar vagos que no lo necesitan y que viven del cuento) lavaran sus manos y nos dijeran al resto: "ves, les estamos ayudando. Somos guays".

Ahora la que se ha enrollado soy yo y creo que me ha quedado esto un poco demagógico, pero esta clase de noticias, me hacen pensat sobre la clase de sociedad en la que vivo. Y sé que esta no es la sociedad que quiero en la que vivan mis hijos (si los tengo algún día) y que sólo a base de curre, podemos cambiarla.

¿Sabe lo que me gustaría oír de alguna de las instituciones implicadas? Un 'lo siento, la cagamos' y que asumieran la parte de responsabilidad que le toca en vez de pasarle la pelota a otros.

Un abrazo