jueves, 23 de marzo de 2006

¡¡Vamos de excursión...

...con la tortilla, la mochila y el jamón!! Bueno, sin tortilla ni jamón, que fueron sandwiches del Rodilla y en vez de mochila, bolso de vestir. El destino: la nueva terminal 4 de Madrid-Barajas.

Aena, en colaboración con un mayorista, nos invitó ayer al mediodía, a un visita guiada de las instalaciones. Así que, como si fuéramos niños en edad escolar, fuimos en autocar, riéndonos mientras nos comíamos los sandwiches. Sólo nos faltó cantar el "Vamos a contar mentiras..." o el "Carrascal, carrascal".

Dejamos a un lado las terminales antiguas y mientras nos íbamos acercando, se veía la terminal por la ventana. La verdad es que los alrededores están un poco 'desangelados' sin árboles o unos edificios alrededor, pero supongo que eso se solucionará pronto. Entre tanta 'aridez', destacaban los seis módulos de aparcamiento para turismos (si alguno tiene pensado ir en coche, que lo deje en el módulo C o D, que están más cerca de la entrada) y los tejados ondulados de la terminal principal.

Nosotros aparcamos en el aparcamiento de autocares, que es dónde te dejan los autobuses de la EMT.
Para los que vayan a optar por el transporte público y hasta que lleven el metro hasta allí, lo mejor es ir hasta Barajas pueblo y coger el autobus, que tarda un cuarto de hora más o menos en llegar. También se puede coger unos autobuses lanzadera desde las terminales antiguas del aeropuerto, que tardan unos 10 minutos.

Al bajar del autocar, cogimos uno de los ascensores y llegamos a la zona de facturación de la nueva terminal. Independientemente de que se salga de este edificio o de la terminal satélite que está a 2 kilómetros, todas las maletas se facturan aquí y se distribuyen por un sistema automático a los distintos aviones.

¿Cuál fue mi primera impresión? Me gustó mucho. Es mucho más espaciosa que las terminales antiguas, donde todo parece que está comprimido. El techo ondulado y recubierto de bambú (por temas de acústica, para absorber el ruido ambiente) me pareció muy original, hay mucha luz y está todo tan nuevo y tan limpito. ¡Tengo unas ganas de estrenarla viajando!.

Me pareció curiosa la distribución de las zonas de embarque según los colores del arcoiris: en el norte (según sales del ascensor, a mano izquierda) los colores más fríos que se van 'templando' hasta llegar al rojo del extremo sur.

Después de facturar, se pasa el control de seguridad. Ha sido la primera vez que me han hecho quitarme el reloj (es un reloj de acero normal y corriente) para pasar por el escáner y también ha sido la primera vez que me cachearon, cosa que me sorprendió bastante porque fuí a la única del grupo que lo hicieron. Pero bueno, si es por seguridad, no me parece mal que lo hagan.

Mi pega: que con la pegatina de visitantes teníamos acceso a todo sin ningún control. Una pegatina en la que ni había foto ni nombre, sólo la fecha de ayer.
Y me sorprende, porque para realizar la visita nos pudieron pegas.
Estaba prevista inicialmente para el día 1 de marzo, luego se pospuso al 8 y finalmente fue ayer. Y todo por seguridad. Nos hicieron pasar por fax la documentación y como no se veía bien, tuvimos que escanearla y mandarla por correo electrónico.
Y después de lo de ayer, me pregunto para qué. Porque ayer nadie se molestó en pedirme la documentación en ningún momento. Sólo podían saber que yo era yo porque me conocían otros agentes del grupo, nada más. Y encima, como la pegatina me estaba dejando cerco en el abrigo, me la guarde en el bolsillo y nadie se fijó ni me llamaron la atención. Sólo al intentar salir del edificio satélite, un guardia civil hizo ademán de pedirnos la documentación, pero la representante de Aena (que llevaba una pegatina exactamente igual que la nuestra) le dijo que éramos el grupo de agentes de viajes (ni siquiera le dijo la cifra exacta de los que éramos) y no comprobaron nada más.

Bien, después del control de seguridad, está la zona de comercial y la zona de embarque. En este edificio se embarca para los vuelos nacionales (puede haber alguno que salga de la auxiliar, pero son los menos) y algunos vuelos Schengen (aunque casi todos salen de la puerta M de la terminal satélite).

Nosotros continuamos con nuestra visita cogiendo el tren sin conductor que une, en sólo 4 minutos, este edificio con la terminal satélite, de la que salen los vuelos internacioles y la mayoría de los vuelos a países Schengen. Para los vuelos a países no Schengen, hay que pasar un control de pasaportes en la terminal satélite.

Después de ver alguna de las plataformas de embarque, regresamos al edificio principal en el tren y pasamos por la sala de recogidas de maletas, antes de dirigirnos a la salida.

¿Qué me pareció? Pues que la gente es muy exagerada, que tampoco es tan díficil moverse por la terminal. Los primeros días hubo descontrol porque hicieron la mudanza en una noche y ni los propios empleados se aclaraban, pero ahora parecía todo muy normal (aunque haber como se manejan en Semana Santa o en agosto con todo el volumen de viajeros que hay).
Si vas a viajar desde esa terminal, sólo se necesita estar con más tiempo porque es enorme y si se tienen dudas, preguntar a las personas de información (son inconfundibles, llevan unas chaquetas 'verde guacamayo' que se ven a lo lejos y además hay bastantes), que para eso están.

1 comentario:

Silvia dijo...

Yo también tengo que estrenarla, pero creo que va a tener que esperar un tiempo. Y no cantamos porque son unos sosos, que una amiga y yo, estábamos dispuestas, pero nos miraron 'raro' y nos cortamos.
Besos