Fascinación
Me considero una persona muy curiosa. Si no te preguntas e indagas sobre lo que te rodea, no aprendes y el aprendizaje es algo vital.
A veces, he pagado un precio muy alto por esa curiosidad, otras he ofendido o hecho daño (lo siento) a personas a las que aprecio y respeto, pero la mayoría de las veces es tremendamente gratificante.
Lo que más despierta mi curiosidad son las personas, por lo que supongo que, por eso, siempre me he decantado por profesiones en las que haya que interactuar con otras personas. Y es que esa complejidad y el cúmulo de contradicciones que somos me resulta fasciante. Capaces de realizar las atrocidades más terribles y a la vez, de crear belleza o de expresar ternura.
Me siento como si estuviera en una inmensa biblioteca. Cada persona es un libro que tiene una historia que contarme (adoro que me cuenten historias) y no sé por donde empezar. Algunas me hacen reír, otras llorar, otras me aburren, alguna me hace sentir miedo o asco...pero de todas aprendo.
Hoy me he levantado sintiendo que no podía pasar sin dar las gracias a todas esas personas que pasan (o han pasado) por mi vida y que me permiten meter un poquito la nariz en su vida. Pues eso, gracias.
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