Papeles viejos
Estaba buscando unos papeles que necesitaba, cuando me encontré con unos viejos papeles, grises y desgastados.
El primero de ellos, era mi ficha de recién nacida, la que le dieron a mi madre en el hospital. Me ha parecido curioso ver lo que medía con tan solo horas de vida. Y pobrecita mi madre, lo mal que lo tuvo que pasar. Porque encima de que era primeriza, ¡qué pedazo cabezón que tenía! (y sigo teniendo).
Además de ese papel, había una especie de acta de bautizo sellada por la iglesia donde me bautizaron. ¡Anda que no ha llovido desde entonces!
Y lo que más gracia me ha hecho, ha sido ver la factura de las fotos de mi bautizo y compararla con la factura de las fotos de mi primera comunión (que también estaba). Supongo que en el momento a mis padres les parecería una pasta, pero a mí ahora me parece gracioso. Y un chollazo, porque son de las pocos fotos que me gustan mías.
La verdad es que agradezco al azar el haber encontrado estos papeles. He pasado un rato divertido viendo eso y viejas fotos y la verdad, es que tras una semana algo complicada, me hacía falta echarme unas risas.
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