viernes, 7 de abril de 2006

Post-insomnio



Esta mañana he salido de casa de muy mal humor. Me pasa siempre que me tiro toda una noche de insomnio, pensando en cosas que me preocupan. Intento sacar algo en claro del asunto, le doy vueltas y más vueltas y lo único que suelo sacar es un humor de perros la mañana siguiente porque tengo sueño.

Y encima se agravó a primera hora por las llamadas y visitas que recibí en la oficina. Todos los clientes que me caen peor han llamado o venido esta mañana. Y yo con la sonrisa falsa en la cara, mientras por dentro deseaba mandarles a tomar vientos.

Cuando acabé de atender a una de las que peor me cae, he murmurado entre dientes un "mevoyatomaruncafé", me he puesto los auriculares del mp3 y he salido de la oficina con cara de pocos amigos. Miré al cielo e iba a juego con mi día. Gris y con amenaza de lluvia.

Y de repente, las nubes se disiparon. Iba camino del bar cuando en mi mp3 ha sonado la canción "It's not unusual" de Tom Jones. Y me he acordado de mi amigo Carlitos (el nombre engaña, que es un tiarrón de más de metro noventa) bailando en plan el primo Carlton (el de "El príncipe de Bel Air") y he empezado a sonreír. Y ya estaba de mejor humor, cuando he presenciado una escena que me ha parecido totalmente surrealista y que ha hecho que estallara en carcajadas. Bueno, ha contribuido bastante el hecho de comentarlo con Ana, una cliente con la que me llevo estupendamente y que también lo ha presenciado. Al final, hemos acabado las dos llorando de risa, sentadas en un banco, mientras la gente que pasaba nos miraba 'raro'.

He regresado a la oficina aún riéndome, he ventilado todos los asuntos pendientes en poco más de media hora y me he dedicado a colocar el escaparate, a ver si me daban un poco los rayos de sol que lucen ahora.

Ahora sonrío con sinceridad. Encima me acaba de llamar un cliente que tengo que es un encanto (y que está para mojar pan), para decirme que viene esta tarde.

¿Qué más puedo pedir? Está siendo un día estupendo.

3 comentarios:

Claudia Pérez dijo...

Si!! faltó la escena surrealista!!

Saludos

Luis Caboblanco dijo...

¿Cómo que un cliente que esta para mojar pan...? ¡Un poquito de profesionalidad, por Dios!

Silvia dijo...

Dianora, Claudia, no tengo mucha gracia contándolo, pero todo empezó porque eché un vistazo a la plaza de mi barrio y me acordé de "Amanece que no es poco". Porque mi barrio está lleno de gente 'rarita', que el día menos pensado nos encontramos al poli de barrio disparando al sol porque sale por el oeste.
Por un lado, estaba un grupito de ancianas, que esperaban para entrar a misa, charlando animadamente con un travesti (que si no sabes que lo es, cuela como mujer); un señor ofrecía pagar al rumano que aporrea el acordeón si dejaba de tocar y martirizar al resto; pasó por delante de mí un tío con el pelo a lo afro (que comparado con él, el del anuncio de televisión lleva un peinado discreto) y cargado de oro hasta las pestañas: Agustín, un yonki que lleva toda la vida en el barrio y que se cree Miguel Ríos, estaba dando un concierto...y ya para rematar, pasan dos guacamayos volando seguidos por una paloma. Y que haya guacamayo en libertad en una zona tropical, pase, pero en Madrid...

Caboblanco, 'alegrarse la pestaña' de vez en cuando en el trabajo no está mal. Además, con esas vistas, da gusto ir a trabajar.

Un beso y buena Semana Santa para los que os váis por ahí.