miércoles, 4 de junio de 2008

Las nubes se van abriendo

Poquísimas horas de sueño, con sesión de llantos infantiles incluida; cansancio acumulado; otro examen más; algunos asuntos pendientes de la oficina que tendrían que esperar (aunque mis neuronas siguieran meneándolos)...Y sobre todo, el tener que enfrentarme a un asunto que, desde principios de año, me preocupaba y no me estaba resultando precisamente agradable.

Con este panorama, todo parecía apuntar a que el día de hoy sería un día de mierda. Pues no sé si, como dice un amigo, la vida te da en los morros cuando menos te lo esperas o que me voy haciendo ya mayor y las cosas se ven de distinto modo.

No sé si ganaré o perderé en ese asunto pendiente. Al salir, he estado descolocada unos minutos porque aunque la razón esté de mi lado, no siempre el mundo es razonable y constatar eso siempre desconcierta.
Mientras paseaba por la Castellana, en busca del tercer café de la mañana, iba dándole vueltas al asunto. Hasta que frente a un semáforo, me he fijado en el cielo.

Brillante. Sin rastros de nubes. Y los rayos de sol, reconfortándome.

Hasta ese momento, consideraba que el haber llegado a esta situación era un fracaso personal por no haberme esforzado más por parar una dinámica tan dañina. ¡Tonta de mí!. Como bien me han repetido, yo hice todo lo que estuvo en mi mano (y a veces, más) porque no pasara y a partir de ahí, no se me puede exigir más. Que cada palo aguante su propia vela.

Ese pensamiento, junto el solecito, ha hecho que mis propias nubes se despejaran. Lo que yo veía un fracaso, es una experiencia y como yo las entiendo, las experiencias siempre son ganancias.

La verdad es que últimamente la vida o quizás yo misma, me está (estoy) dando la oportunidad de revisar algunos planteamientos. Lo de hoy, una encuestilla indiscreta de la que han salido conversaciones muy esclarecedoras; algunos encuentros (y desencuentros)...

Aunque a veces me equivoque (y me mortifique por ello) estoy en el buen camino. Y me gusta.

(Y además, el examen de esta tarde, notable como mínimo)

4 comentarios:

Turulato dijo...

Totalmente de acuerdo. El asunto está ganado; el razonamiento es casi idéntico al de la carrera terminada y se apoya, en ambos casos, en la manera de experimentar la existencia que expones en el artículo.
Sentirte así me relaja y me alegra. Reconfortante.
¿Y quién dudaba de la nota?

Anónimo dijo...

Me alegro de que así sea. Te encuentro optimista y eso es la mejor ayuda. La nota... qué menos para toda una campeona.

Besos

Fran dijo...

Por aquí, nos alegramos al leer esto y más nos alegraremos si finalmente ganas.
Venga, que los exámenes son pocos y cobardes.
Un abrazo

Blas de Lezo dijo...

Siempre que estes "en camino", la victoria esta contigo, lo lei así a Gandhi. El camino es el que a uno le da razones para parar, correr, estudiar, soñar, descansar, imaginar la llegada.
Es la victoria del ser humano estar "en camino".
No pares y sonríe a ese sol o imagina las formas de cada nube, seguro que cada una tendrá algo que decirte.

Un beso... en camino.