miércoles, 11 de junio de 2008

Ya desde pequeñitos...

Este mediodía estaba jugando con mi sobrino Félix. Le tenía sobre mis rodillas, haciéndole cosquillas y gugus porque me gusta muchísimo su risa.

En un momento, el niño se incorpora, agarra mi camiseta por el cuello y la baja, dejando a la vista buena parte de mi escote. Se queda contemplandolo y con una sonrisa de oreja a oreja, va a echarle mano y suelta un sonoro ¡¡¡Oooohhhhhh!!!.

Pronto empieza...

3 comentarios:

Turulato dijo...

¡Casta y buen gusto!

Fran dijo...

Qué espabilado! Aunque coincido con Turulato, buen gusto el de tu sobrino.
Llevo toda la puñetera mañana intentando acceder a los comentarios y no había manera.
Un beso

Silvia dijo...

Hombres...!