viernes, 9 de junio de 2006

Día mundial de los océanos

Ya sé que el día mundial de los océanos fue ayer, pero blogger tenía el día tonto y no me dejaba hacer nada.
Yo no soy muy partidaria de los días estos que se han sacado de la manga para celebrar cosas, ya que algunos me parecen auténticas chorradas. Pero en este caso, me gusta y me parece extraño que no le dieran el bombo que se merece. Quizás porque como hoy empezaba el mundial de fútbol, era eso más importante...
Pocas cosas me relajan o me aportan tanta serenidad como contemplar el mar o disfrutar de unas brazadas entre las olas y nos estamos cargando ese patrimonio maravilloso. Espero que este día, sirva para que nos concienciemos y paremos un poco el carro de nuestra codicia y permitamos que nuestros descendientes puedan disfrutar también de ese legado maravilloso.



















7 comentarios:

Poledra dijo...

Yo también adoro el mar (preciosas fotos)

Un abrazo!

Silvia dijo...

Hola Poledra!!
Algún día seré capaz de hacer las fotos submarinas. Por ahora, me tendré que contentar con tomarlas prestadas de folletos que tengo en la oficina y seguir fotografiando el mar desde la superficie.

'Dia', no digas eso, mujer. Es normal que con tanto día de algo, se nos pasen cosas (O_O, hoy es el día mundial de Alcohólicos Anónimos que lo acabo de mirar en la red)
Yo me enteré del día de los océanos, porque me envió un mensaje una persona que trabaja en el mar y que sabe que me encanta.

De contemplar el mar, nunca me canso y me da igual la hora del día que sea (si Madrid tuviera mar, me parece a mí que se iba a regalar horas extras Rita). Aunque ver amanecer en medio del Mediterráneo, sólo con el rumor de los motores del barco y las olas chocando contra el casco, fue mágico.
Y los silencios...Frente al mar, me quedo tan en paz, que me olvido de la gente que me rodea.
Cuando tomé la primera foto, mis amigos me preguntaron varias veces si estaba bien (preocupación que les agradezco), que estaba muy callada. Y no sólo estaba bien, sino que estaba en la gloria.

Besitos

pedazodecaos dijo...

No tenía ni idea que había un dia oficial de los oceanos...
Las fotos son preciosas

Anónimo dijo...

Yo tampoco tenía idea de que existía un día de los océanos.
Me uno a las felicitaciones por las fotos, ¿pero por qué nos has puesto las de los arrecifes que hiciste en Punta Cana?
Te habrías enamorado de Jamaica y sus playas.
Besos

Silvia dijo...

Fran, esas fotos están hechas con una cámara cutre de esas desechables y además, las tengo en papel y no las escaneé.

Dianora, lo de Punta Cana fue hace unos años y fue genial, que yo que no soy muy deportista, iba varias veces al día a hacer snorkel. Me quedé con ganas de sacarme el PADI pero como nos tenían viendo hoteles, no coincidía para poder hacer el curso.

Yo no cruzo tanto el charco como Fran (mi último viaje transoceánico fue a Costa Rica hace año y medio). Pero aquí el amigo, se mete unos viajes...México en mayo del año pasado (yo tuve que rechazarlo porque tenía mucho curre y la mano rota); Punta Cana en noviembre; Natal en febrero de este año; Jamaica ahora. Le pirra el Caribe, porque no le gusta nada el frío.

En cambio, yo siento debilidad por la vieja Europa y por nuestro querido país. Y en cuánto a playas, he visto algunas igual o más bonitas que las del Caribe aquí en España (en Cádiz o Galicia por ejemplo)

Besos

Turulato dijo...

La familia de mi madre vivió siempre de la mar.
La mar no tiene días.
Y en un "bou" la vida diaria dista de ser maravillosa.
La mar se va al carajo porque se habla mucho desde la orilla.
Y la mar, la auténtica, es sangre de agua salada.
La mar, para quien faena en ella, es trabajo. Y pan. Y miedo. Y olor.
Para mí, hoy, añoranza; añoranza de su aroma.
Porque si; porque mis amores huelen.
Y es piel tostada, a cuarterones.
Y manos con dedos como morcillas, rígidos por "la réuma".
Y boina negra, piel de la cabeza.
Y barrio pobre.
Y muebles "psicalíticos".
¡Y qué se yooo!.
Abuelo, ¿aún no arribó el "María Isabel"?. No Faelín, no; 11 hombres. Los espero en la machina desde 1909...

Silvia dijo...

Desde la orilla tendemos a idealizar las cosas, pero si realmente te gusta el mar, no puedes ignorar esa otra cara más dura.
Pero a pesar de su dureza, sigue siendo tan bello...Y una sola noche, contemplandolo en paz con uno mismo compensa. Es como la vida, ¿no?
Gracias, Turulato
Un beso